sábado, 8 de junio de 2013

encuentros con la policía

En la vida antes o después te las ves cara a cara con la policía. A veces es más o menos de buenas maneras. Y otras, la mayor parte, de maneras un tanto regulares. Ayer mi madre y yo tuvimos que llamar a la policía porque su vecina tiene alzheimer y agredió a la chica que la cuida. Como no es un tema especialmente agradable y por suerte no pasó nada grave, os voy a contar mi otro encuentro con la ley.
Yo no soy ni he sido nunca una persona demasiado conflictiva. Al menos no en cosas para las que haya terminado interviniendo la pasma. De hecho, cuando era adolescente me libré de una redada por los pelos. Fue justo una época convulsa en la que se aumentó la edad para consumir alcohol de 16 a 18 años y se empezó a batallar un poco contra el botellón. Porque sí, queridos, aquí la abuela cebolleta ya hacía botellones de jovenzuela. El asunto es que estaban mis queridos congéneres de instituto haciendo un botellón en la Casa de Campo de Madrid con 17 años. Por la noche. Muy bien todo. Y en estas que  apareció la policía, lo que provocó que una panda de púberes atolondrados, asustados y medio embriagados saliera corriendo en estampida por la oscuridad mientras los polis les perseguían en moto. La cosa se saldó con una chica estampada contra un pino, un chaval que cayó rodando por un terraplén, unos cuantos un poco magullados y otros pocos llevados a sus casas escoltados por los señores agentes muertos de risa. Por suerte o por desgracia, yo estaba en mi casa porque estaba mala. En aquél momento me alegré. Ahora daría lo que fuera por haber estado y tener esa maravillosa anécdota en mi haber.
El caso es que mis encuentros con las fuerzas del orden se han dado siendo ya adulta. La primera fue cuando vivía de alquiler en la casa de los locos. Bien cierto es que mi estancia en esa casa fue una mezcla entre desastrosa y divertida que hace que la recuerde con cariño. Allí vivimos mi ex y yo durante un año y nunca tuvimos ni una semana tranquila. Los vecinos éramos todos parejas jóvenes de alquiler y tuvimos miles de problemas porque el edificio era nuevo y tenía luz de obra, el agua a veces salía y a veces no, y el dueño de todo aquello era un auténtico sinvergüenza. Pero lo pasábamos estupendamente. El asunto que nos llevó a llamar a todas las fuerzas y cuerpos de la ley y el orden es que se originó un incendio eléctrico en el cuarto de contadores. Así que llamamos a los bomberos. Y vinieron dos enormes coches cargados de bomberos cachas. También aparecieron tres coches de policía nacional con otros tantos polis buenorros. Los vecinos, en lugar de preocupados o asustados, estábamos de cháchara y de juerga en la escalera, jiji-jaja como si allí no pasara nada. Lo que tiene la juventud. De hecho, cuatro de las vecinas estábamos sentadas en la escalera del portal fumando y tomando algo como si aquello fuera una terracita veraniega. Quizás por eso, por pura irresponsabilidad juvenil, cuando se me acercó un policía joven, moreno y todo guaperas él y me preguntó si necesitábamos algún tipo de atención le dije sin dudar:

-         Depende… ¿nos va a atender usted, agente? Porque en tal caso hemos sido unas niñas muy malas.

El tipo no debía tener mucho sentido del humor y ante las carcajadas de mis vecinas me dijo, muy serio y altivo:

-         Señorita, me refiero a atención médica, no es como para bromear.
-         No, médica no, preferimos atención policial. – insistí.
-         ¿Sabe usted que puedo detenerla por desacato? – me dijo todo henchido como un pavo que ahueca las plumas.
-         ¿Y nos pondría las esposas?

Antes de que me diera tiempo a decir nada sobre si iba a pegarnos con la porra o algo, se dio media vuelta y se fue refunfuñando. Vaya policía sieso. ¿Qué fue de eso que he visto en las pelis? ¿Por qué no se arrancó los pantalones de un tirón y empezó a contonearse delante nuestra? ¿Por qué no se untó aceite por el torso? ¿Por qué no empezó a sonar una música y él, sus compañeros y los bomberos montaron una orgía? ¿Por qué nunca me pasan a mí esas cosas?
Desde luego ayer con el tema de la vecina vieja tampoco desnudó nadie. Y eso que uno de los polis estaba muy pero que muy bien. Y el otro yo juraría que me ponía ojitos. Pero nada, de nuevo se fueron sin más. Oiga, sáquense las porras. Quítense los pantalones y quédense en tanga. No sé, algo que le anime a una el día. Que una vieja en bata y su cuidadora llorando no son una visión agradable para un viernes.
Estoy empezando a pensar que el 091 no es el número de los tíos que se despelotan, te dicen que has sido mala y te dejan ponerte su gorra.


P.D. El otro día me comentó Anita que le han capado el acceso a mi blog desde el trabajo por contenido erótico. Tócate los pies. Ahora resulta que sí soy un sitio porno, pero aquí nadie me paga y nadie me manda policías de esos que se desnudan. No entiendo nada. 

6 comentarios:

  1. Nunca he tenido ningún encontronazo con la policía, será por que siempre he sido una niña buena. Eso sí, no me importaría nada encontrarme con alguna escena como las tuyas con algún machote buenorro que me hiciera compañía xD
    Lo del blog erótica: vas a tener que empezar a cobrar o a hacer algo xD

    Bss
    Tunneando Blogger: Rediseña tu blog!
    .

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  2. en serio le dijiste todo eso en las escaleras???? jajajjajajajj... y que lo que hacías era desacato??? jajjajaj... que estaba recien salido de la academia o que?
    desacato: 1. m. Falta del debido respeto a los superiores.

    ya te vale!!!!! jajejjej.. besooo!!

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  3. Jajajajajaja en serio le dijiste eso al policía? Eres mi idola!!! Jajajajajaja

    Te merecías que te hubiese hecho el numerito completo en la escalera, con porra y música erótica incluida, por supuesto!

    Y ahora resulta que tu blog es muy porno. De todas las etiquetas que le has puesto a tus entradas, yo me quedaría con "momentos X" jejejeje

    Un besazo!

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  4. Jajaja. Me ha encantado lo de la conversación porno con el policía... Yo no me hubiese atrevido en la vida. Para algunas cosas soy de lo más tímida...

    ¿Contenido erótico? Vas a tener que poner un aviso de contenido para mayores de 18 años... Besotes!!!!

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  5. Pues a mí no me aparece como contenido erótico ni nada, en fin... Yo nunca he visto un policía buenorro, de todas formas, demasiado has dicho no? Pobre poli currante y tú vaya morro xddd! Lo cierto es que yo no sería capaz. Biquiños!

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