domingo, 30 de marzo de 2014

mensaje en una botella para mi suegra

Creo que era un domingo. Y lo creo porque estaba tumbada al sol en la terraza y eso es algo que sólo suelo hacer los domingos. Estaba relajada, con las gafas de sol puestas y una camiseta vieja de recuerdo de un viaje que hice a Navarra hace un montón de años. Es vieja y está descolorida, pero le tengo un cariño especial. Y además es muy cómoda. Así que estaba ahí, descalza, dejándome calentar por el sol de la tarde y disfrutando de unas patatas fritas y un vino acorde con la camiseta. Sí señor, estaba deleitándome con un vino de Navarra cuando sonó el teléfono. Me pasó en inalámbrico y me dijo: es mi madre. Dice que ha encontrado una botella con un mensaje tuyo…”
Le miré a través de mis gafas oscuras y fruncí el ceño. No tenía ni idea de qué me estaba hablando. Pensé que era una broma, Antonio es muy de hacer bromas absurdas, pero le cogí el teléfono y me lo puse en la oreja.
-         ¿Si?
-         Nena, en la botella de vino de anoche escribiste algo en la etiqueta.
-         ¿En serio?
-         Sí. Pone: Suegra, hay algo que nunca te he dicho, pero que llevo años guardándome.
-         ¿Y?
-         Y nada más. Sólo pone eso. Quería saber qué es lo que me quieres decir.

Me quedé pensando de nuevo. A veces hago ese tipo de cosas, es verdad. No me doy ni cuenta. Soy de las que escriben sin pensar, de las que garabatean mientras hablan por teléfono, de las que me dejo notas a mí misma en el frigorífico para acordarme de las cosas. Y era verdad que había estado jugueteando después de la cena con la etiqueta de la botella. Pero no sabía que realmente había escrito una frase a medias. Mi suegra esperaba al otro lado y Antonio me miraba con las cejas levantadas, de pie al lado de mi tumbona.  Decidí que decir la verdad era la única posibilidad.


-         Que te quiero, Pepa. Nunca te lo he dicho, pero es verdad, te quiero un montón. 



Para disfrutar de un vino bueno, o de un fin de semana bueno o de otras muchas cosas buenas,
pinchad aquí: www.turismodevino.com

jueves, 27 de marzo de 2014

¡¡Muy, pero muy felices 400 post!!

Hoy cumplo 400 post. Empiezo a pensar que tengo un problema y cuento demasiadas chorradas. Sin embargo hoy voy a contar algo muy importante.
¡¡He recibido una caja con un montón de cosas!! Nuestra amiga Abisal nos ha mandado una barbaridad de cositas chulas a Ron y a mí, así que estamos como niños en una mañana de reyes, sacando cosas todo emocionados. Las fotos que voy a poner son una chapuza porque las he hecho en directo, mientras lo iba sacando todo y Ron se volvía más y más loco de emoción. Para mí también hay chuches, pipas y sobre todo CHOCOLATE. Así que soy muy, pero que muy feliz. Y muy gorda, eso también.



 Ron, el primero en investigarlo todo metiendo el melón en la caja para fisgarlo todo.

¡Mirad cuántas cosas! Hay un ratoncito rojo que hace un ruidillo muy divertido y Ron ya estaba intentando apropiarse de él.


 ¡Oh, Dios mío! ¡¡Chuches!! Y de la cajita de whiskas que son sus preferidas...

 Ron engullendo chuches y tratando de zamparse mis dedos de paso.

 El Bichejo rojo que hace ruido es suyo y sólo suyo. Y no me deja ni sacarlo del cartón donde viene, quería arrancarlo él mismo...

 ¡¡Bicho rojo pa´mí!
!
 También hay una rata gris súper chula atada a una goma y un palo. Te tartado de sacar a Ron jugando con ella, pero pega tales saltos que no hay manera. Lo intentaré de nuevo luego y quizás las cuelgue en twitter. Además le ha gustado tanto la rata peluda que la ha cogido y se ha puesto a lamerla. Mi Ron y su amor por todo el mundo y todas las cosas.

 La rata gris también es mía.

¡¡He dicho mía!! 

La verdad es que estamos muy, pero que muy contentos y muy agradecidos... ¡No merecemos tanto! Imposible celebrar mejor los 400 post.


P.D. El próximo post será un relato corto porque me he apuntado a un concurso que sortea varias cosas chulas, entre ellas un fin de semana en Navarra. No voy a ganar, pero oye, hay que intentarlo, ¿no?

miércoles, 26 de marzo de 2014

porqué odio mi cumpleaños

Vamos a ver si consigo que entendáis hasta qué punto mi cumpleaños es una mierda. Que os importara tres pelotas, ya, pero oye, así me desahogo un rato.
Nunca jamás en toda mi puta vida he tenido un cumpleaños realmente feliz. Igual el primero o el segundo, pero no me acuerdo. De ahí para delante, a cada cual peor.
Os pondré algunos ejemplos ilustrativos:
-         el de los 26: el que era mi novio se cogió una borrachera el día de antes a pesar de mis súplicas y no volvió a casa en toda la noche. Al día siguiente me dio un cólico nefrítico y lo pasé en el hospital.
-         El de los 11 lo pasé en el cementerio del pueblo de mi padre porque se murió su tío. Estuve todo el día sola en una casa que me daba pánico con un ataúd abierto y rodeada de velorios.
-         El de los 7 operaron a mi abuelo del colón. Lo pasé en la sala de espera sola, sentada en una silla porque no me dejaban entrar a verle.
-         El de los 12 me salió una fístula en el muslo. Tenía fiebre y me dolía media vida, pero mis amigos del cole vinieron a casa. Al día siguiente entre tres hijas de puta de mis supuestas “amigas” me montaron una encerrona porque había estado hablando con el chico que le gustaba a una de ellas y me lo hicieron pasar muy mal.
-         El de los 20 no me atreví a salir de casa porque una semana antes lo había dejado con mi exnovio de aquel entonces y me había amenazado con pegarme un tiro ese día. No tenía apenas amigos y cada vez que me sonaba el móvil temblaba por si era aquél desgraciado.

¿Sigo con la lista de infortunios varios o ya os hacéis una idea?  

Pues este año he intentado reunir a mis amigos para pasar el fin de semana. Pero dos de mis amigas viven en Holanda. Otro está casado y no podía venir más que un día a comer como mucho. Otra de mis amigas está estudiando una oposición y tiene un novio mega-absorbente y está desaparecida. Y los restantes estaban medio desganados. Para colmo, después de un mes tratando de organizar a los pocos que quedaban, el dueño de la casa donde íbamos a ir, dice que no puede este finde. Así que la gente se puso a hacer otros planes. Y aunque luego dijo que sí podía ya era casi imposible organizar nada. Así que con todo el dolor de mi corazón he tenido que decir que no se preocupen, que ya otro día nos veremos. Y con otro día quiero decir cuando Dios quiera, pero ya sin cumpleaños ni celebración ni nada.  
Y no es que critique a mis amigos, les adoro y son maravillosos, sé que me quieren… pero son un poco dejados para estas cosas.
Y tampoco es que a mí me gusten en especial las celebraciones ni que quiera fiestas sorpresa como los americanos, ni que espere que el mundo se detenga y toda la gente deje su vida de lado por mí… pero me gustaría un año hacer algo bueno.
En cualquier caso, este año no va a ser tampoco. Así que me conformaré con que no pase nada grave como en casos anteriores.

Y basta ya con el rollo calimero, joder. Que estoy hasta el coño de mí misma. Sólo quería explicar porqué estoy triste y porqué odio ese día. Pero ya queda menos, cuanto antes pase y antes lo olvidemos mejor que mejor. Así que pasamos página antes de tiempo y por mis cojones que en un par de días os estoy contando paridas. Y punto, hombre ya.

martes, 25 de marzo de 2014

Calimeritis varias

Hoy estoy un poco triste. Como siempre por estas fechas, que sufro ataques de calimeritis aguda, eso también hay que decirlo.
Por suerte este fin de semana he tenido una visita muy esperada y me he metido a horticultora cuidando de Pimiento y Tomate. Un lujo estar con ellas. Si no hubiera sido por su compañía me hubiera pasado el fin de semana enfadada y triste. Sin embargo me lo he pasado riendo y haciendo cosas. Es alucinante como se puede querer tanto a gente que ves tan poco. Como pueden ser parte tan presente de tu vida aunque sólo te abraces una o dos veces al año.
Pero se han tenido que ir y volver a su huerto. Y claro, ahora la casa es más grande, más vacía, más fría. Mi sofá es horriblemente grande y anodino si no están ellas para apretujarnos las tres y aplastar a Tomate poniendo las piernas encima de ella.
Por cierto, que Tomate se va de Madrid con un pretendiente porque Ron se enamoró de ella hasta las trancas desde que la vio por primera vez, se subió a sus rodillas y le llamó coliflor.
Pero eso, que ahora estoy sola y triste.
En otro orden de cosas, ya estoy como todos los años hasta el coño de mi cumpleaños y eso que aún no ha llegado. Y es que es odioso. No sé si alguien en el mundo detestará tanto su aniversario de nacimiento como yo. Y no por el ya de por sí asqueroso hecho de envejecer, si no porque es gafe. Nadie me cree cuando lo digo, pero lo es. Así que a estas alturas con no terminar ni en el hospital ni en sitios peores, me conformo. Pero me da pena. Me da pena no poder celebrarlo nunca, no tener fiesta, no reunir gente, no hacer nada especial, no recibir achuchones. Me da pena, ya sólo eso, pena. Pero me da igual, sólo quiero que pase y punto. Y es un poco triste, pero quiero que pase y dejarlo atrás hasta el año siguiente.

Total, que sí, que estoy tristona y sola, en una casa en la que falta vida, risas y gente en el sofá. O sea, calimera perdida. 

martes, 18 de marzo de 2014

Espíritu de trapero

En primavera me suele dar el ansia limpiadora y ordenadora que no tengo el resto del año. Debe ser algún instinto primario como el síndrome del nido que sufren las futuras madres tratando de tener todo preparado para la llegada del retoño. Pues yo, por algún gen ancestral tengo el ansia de acicalar mi cueva para la llegada del buen tiempo y las visitas de otros cromañones.
El caso es que este año me ha dado fuerte y como encima ayer me enfadé por una chorrada que no viene al caso, hoy me he sentido con unas ansias irrefrenables de ordenarlo todo. Incluso cosas que llevaban amontonadas sin orden ni concierto desde que me mudé a esta casa hace ya cuatro años.
Para colmo ayer me fui de ikeismos y me compré unas cuantas cajas de almacenaje. Por desgracia no fueron suficientes y esta tarde tengo que volver. (¡¡¡¡cajas, cajas, necesito muchas cajaaaaaas!!!!)
Así que esta mañana me he encaramado a la escalera con mis ímpetus ordenadores y he sacado todo lo que tenía en el maletero del armario empotrado de abajo. Y sabía que había mierda ahí, porque lo sabía. Yo tengo mucho espíritu de trapero. Por eso dentro de unos años me haré con un carrito de supermercado y me dedicaré a recoger tesoros porquerías de la basura. Pero es que había aún más trastos de los que pensaba. A parte de una buena colección de pantalones sumamente acampanados, había cosas curiosas, como el discman que apenas llegué a usar, el walkman con una cinta de varios grabada de la radio dentro y el gameboy que me regalaron en el 96. Todo tesoros, oye.
También tenía como una tonelada de bolsas de plástico y de papel, una cantidad ingente de cosas que ni recordaba tener, recuerdos de viajes y cosas que me debato entre guardar por la mierda del recuerdo afectivo que tienen o tirarlas a la puta basura por la misma razón. Y eso sin contar con los bolsos que ya no uso y dentro contenían una kilo y medio de caramelos derretidos y pegajosos, unos cincuenta ibuprofenos caducados, docena y media de gomas y pinzas de pelo y veinte cajitas de vaselina de labios que huelen a rancio. Más tesoros.
Estoy convencida de que mis antecesores fueron los de Atapuerca, con la cueva más llena de piedras, palos, huesos y pintarrajeada por todas partes.


viernes, 14 de marzo de 2014

Mi corte de pelo eclipsado por las ansias frungidoras

Desde hace tiempo, mi amigo Flumi me estaba dando la barrila con que hace mucho que no frunje. Palabras textuales suyas, “ha perdido el mojo”. Y es que mis amigos son uno de los mayores regalos que me ha dado la vida, pero también son un coñazo y no sé por qué, siempre recurren a mí con sus problemas absurdos, como si yo fuera el oráculo de los casos desesperados. Estoy pensando en poner un consultorio. El caso es que el otro día empezó a darme la brasa con el tema de nuevo.

-         Naar, búscame una amiga…
-         Yo soy tu amiga.
-         Ya, pero tú no quieres frungir conmigo… ¿o sí? ¿quieres? ¿quieres? ¿Quieres?
-         NO.
-         Pues búscame una amigaaaaaaa
-         Flum, sólo tengo una amiga soltera y cercana y es Pa.
-         ¿Pa? Me sirve, siempre me ha molado. Prepárame un poco el terreno, anda.

Y volvió a brasearme con el asunto de que ya no es joven y atractivo, que ya no se cepilla a todo lo que se mueve y que ha perdido el mojo. Que estuvo en Asturias y no se frungió ni a la sidra ni a la patria querida. Y traté de explicarle que no podía atenderle porque estaba buscando fotos de cortes de pelo, que tenía cita en la peluquería y no quería morir del infarto ni matar a mi adorada peluquera. Pero ni caso, como si cortarse el pelo no fuera algo sumamente importante.
El domingo pasado quedé con Pa y Gordito para ir a un tercer tiempo de rugby con el Ross. Y como nadie quería escuchar mis ansias peluqueriles, le conté a Pa como si tal cosa lo de Flumi.

-         … Y verás, jajaja, te vas a reír, me dijo que si querías frungir con él, que lo mismo si nos juntamos para mi cumple o así te atacaba, jajaja…
-         Oye, pues…
-         Jajaja…
-         No, no jaja, lo mismo sí me interesa.
-         ¿Pa? ¿en serio?
-         Sí, claro, yo a Flumi siempre le he tenido ganas…
-         Ehhh… ¿ja?

Total, que voy a juntarles a tomar unas cañas en el Eusebio. A ver qué pasa. Y claro, todo el mundo está tan preocupado con sus pequeños problemas de frungimiento que nadie hace caso de mis problemas graves. Porque al final sí me he cortado el pelo a pesar de no contar con el apoyo moral de nadie. Y aunque estoy muy contenta y no tengo ganas de suicidarme ni nada (cosa que era previsible), necesitaría un poco más de comprensión, coño. Pero nooooo. Porque Pa lleva mil años con el mismo tío y tiene sus dudas, sus miedos, sus inseguridades y sus historias. Así que una vez más es buena idea recurrir al oráculo de causas perdidas Naar y esperar que tenga respuesta para todo.Que si igual no lo hago bien, que si claro yo sólo he conocido a uno, que si fíjate que mal si la lío. Que si me da corte pero quiero, que si me asusta pero me lo merezco, que si nos hemos gustado siempre pero yo antes era muy joven y luego tenía pareja, que si blablablá. Y ya le he dicho, que si yo he podido cortarme el pelo, ella puede frungirse a otro, hombre ya. Y lo que es más, que parece más grave cuando lo piensas que cuando lo haces. Que yo pensé que a la vez que el pelo me iba a cortar las venas y fíjate, aquí estoy, tan contenta y tan mona. Que con tanto jaleo, nadie me dice lo mona que estoy. Qué egoísta es la gente, oye.

En fin, que ya veremos qué pasa, de momento, el sábado hemos quedado Flumi y su mojo perdido, Pa y sus ansias frungidoras y mi nuevo corte de pelo y yo. Y que sea lo que Dios quiera. 

martes, 11 de marzo de 2014

Trenes para el cielo

Esta es una fecha que todos los que la vivimos conscientemente tenemos grabada en la memoria. Todos recordamos qué hicimos ese día, qué estábamos haciendo cuando las imágenes golpearon el televisor y nos sacaron de la rutina. Todos sabemos que aquél día cambió la vida de cientos de personas. Y sabemos, supimos en ese mismo momento, la historia estaba tomando un nuevo rumbo. Fue un punto de inflexión. Un punto brusco, abrupto, radical.
Vivirlo desde Madrid fue duro. Era como estar en mitad de una batalla silenciosa y dolorosa, con el cielo partido en dos llorando a mares, con los balcones enlutados y un tener que seguir adelante con la rutina que se hacía muy complicado.
Yo era bastante joven, tenía 20 años y estaba empezando la universidad. Era feliz y estaba en mi mundo, con mis viajes al sur, mis juergas de jueves a domingo, mi Ross y mis amigos. Pero esa mañana caí derrotada en el sofá mientras la televisión escupía imágenes sangrientas. Me desperté porque me llamaron al móvil. Era mi amiga N del sur, que me gritó al otro lado que dónde estaba. Yo no entendía nada. Ese día había huelga de estudiantes y yo estaba durmiendo la mona tan tranquila. Ella me berreó que había habido un atentado terrible en los trenes de Madrid, así que la colgué y salí de salto al salón.
Esa mañana no perdí a nadie cercano, gracias a Dios. Pero sí conocía que gente que perdió amigos y familiares, conocí a heridos y no perdí a otros por la suerte de la huelga de estudiantes. Si no, quizás no podría decir lo mismo.
Ahora hace diez años. Parece mentira, pero han pasado diez años, día a día. Madrid se recuperó, volvió a resurgir de sus cenizas, una vez más. En esta ciudad no hay tiempo para autocompadecerse. Y a estas alturas las heridas han cicatrizado. Pero no hemos olvidado. Los que estuvimos aquí, los que vivimos el miedo, los que oímos las sirenas, los que vimos los escombros, los que llamamos aterrados a amigos y familiares con el corazón en un puño. Los que lo vivimos no lo olvidamos. Y pasen las décadas que pasen, no lo olvidaremos.

Os dejo una canción sobre el tema que me fascina porque resume y describe a la perfección lo que se sintió esos días.





domingo, 9 de marzo de 2014

Teatro gatuno

Como Eva de Opiniones Incorrectas está como una cabra, nos propuso hacer un teatro gatuno para celebrar su aniversario de blog y de paso, repartir algunos premios. Y yo la verdad que no pensaba apuntarme porque lo de escribir no es lo mío... bueno, un poco sí, pero chorradas y tal, el teatro es complicado. El caso es que la mujer andaba un poco disgustada porque a todos nos dió el canguis y nadie quería participar. Y por las amigas hace uno cada cosa que... en fin. Total, que eso, que me tiro a la piscina y publico una minihistorieta con nuestros gatos como protagonistas. Espero que le guste y que me dé algún premio (Ejeeeeem) Los demás no seáis muy crueles conmigo, que no soy Lope de Vega, coño, sólo soy una pirada que quiere sacar una sonrisa a una buena amiga. Y por cierto, si os gusta, podéis votarme aquí


FORLÁN: ¿Miau? O sea… ¿diga?
RON: Forlán, soy Ron, ¿puedes hablar ahora?
FORLÁN: Sí, la bruja se ha ido, estoy en mi momento feliz yo solito en casa.
RON: Mira que eres rancio, con lo bien que estoy yo cuando mi ama me coge en brazos y me achucha y me canta cosas.
FORLÁN: Será que tu ama canta bien.
RON: No, lo hace fatal. Pero pone tanto afán, la pobre… Bueno, escucha, tenemos un problemilla.
FORLÁN: ¿Se te ha acabado el pienso? ¿Has perdido tu juguete favorito?
RON: No, mi ama quiere escribir una obra de teatro con nosotros de protagonistas.
FORLÁN:¡¡Ay, madre!! ¿Y esa chaladura?
RON: Pues mira, ha sido idea del ama de Ferny, Perfi y la pesada de Grace… que quiere hacer un concurso o no sé qué puñetas. Y como mi ama es tonta, se apunta a un bombardeo.
FORLÁN: Fijo que la bruja se ha apuntado también y me lo está ocultando para que no monte un numerito de los míos.
RON: Pues seguro… pero es que a mí me da corte. Además que Grace quiere rollo conmigo, se lo ha cascado su ama a la mía.
FORLÁN: Jo tío, que suerte. A mí de esa familia sólo me llegan los troleos de Ferny.
RON: Ya, mira que es camorrista el tío.
FORLÁN: ¿Y qué opina de que Grace quiera tema contigo?
RON: Espero que no lo sepa, se pondría como una fiera…
FORLÁN: A mí me mola más Perfi, es tan blanquita… seríamos como el ying y yang.
RON: ¿¿Te mola Perfi??
FORLÁN: Igual un poco… ¡Pero sólo un poco! ¡¡No se lo digas a nadie!!
RON: Huy, espera que me está entrando otra llamada. Ahora te vuelvo a llamar.


RON: ¿Miau? Esto… ¿diga?
GRACE: ¿Ron? Soy Grace.
RON: (ay, madre) Hola Grace, qué pasa.
GRACE: Nada… estaba pensando y he dicho, pues voy a llamar a Ron a ver qué se cuenta.
RON: Verás Grace, estaba hablando con Forlán y…
GRACE: ¿sabes que su ama va a hacer una obra de teatro para la mía?
RON: Eso sospechábamos, sí.
GRACE: ¿Y la tuya? ¿Va a escribir algo?
RON: Eso me temo.
GRACE: Podría ser una historia de amor. Yo podría ser la protagonista. Y tú el otro claro.
RON: Sí, sí… es una idea “buenísima”.
GRACE: Tú y yo haríamos buena pareja, ¿verdad?
RON: ¿A ti no te castraron el otro día, guapa?
GRACE: Pues sí, pero el amor es lo que tiene, que llega así de esta manera…
RON: Grace, no te enfades, pero estás como una cabra.
GRACE: ¿Quieres que haga algo romántico? ¿te llevo a la tele?
RON: Tu ama ve demasiado telecinco y te estás contagiando. Cambia de canal pisando el mando, yo lo hago cuando mi ama ve cosas que no me gustan.
GRACE: No, esto es amor del bueno.
RON: Pero qué amor ni qué lata. Déjame, no quiero novias. Y tú eres demasiado joven para mí.
GRACE: Pero Ron, es que tu amor llegó como una ola.
RON: ¿Cómo una ola?
GRACE: Tú amor llegó a mi vida.
RON: ¿¿Cómo una ola?
GRACE: De fuerza desmedida.
RON: Me das miedo.
FERNY:¡¡Miedo vas a tener como vaya yo para allá!! ¿qué le estás diciendo tú a mi Grace?
RON: ¿Ferny?
FERNY: Tú a mi hermana no te acercas, ¿me oyes?
RON: Pero, pero…
FERNY:¡Pero nada! ¡Que tú eres un vulgar gato callejero, yo soy un angora turco!
RON: ¿Pero qué dices, chalao, si te encontraron en un vertedero?
FERNY:¡¡Y a ti en un polígono!!
RON: ¡Que me dejes, piraoooo!
FERNY: ¡¡Poligonero, que eres un poligonero!!


FORLÁN: ¿Miau?
RON: Forlán soy yo otra vez, era la loca de Grace. Que sí que le molo, pero tío, le ha quitado el teléfono el loco del Ferny y se ha puesto a decirme cosas…
FORLÁN: Se lo tiene de un subidito el Ferny…
RON: Siempre con lo de que es un angora turco… ¡pero si le encontraron en un vertedero!
FORLÁN: ¿A ti no te encontraron en un polígono?
RON: No estamos hablando de mí… porque oye, ¿a ti dónde te encontraron?
FORLÁN: Ejem… ¿Y qué dices que te ha dicho Grace?
RON: Que le molo…
FORLÁN: ¿Y vas a hacer algo?
RON: Sí, esconderme debajo de la cama. Que en esa familia están todos locos.
FORLÁN: Haces bien, yo haré lo mismo. Y cuando mi ama se ponga a escribir al ordenador, me sentaré delante para que no pueda hacer teatro ninguno.
RON: Gran idea, yo lo hago siempre, pero seré aún más insistente esta vez. Hay que impedir que esta locura siga adelante.
FORLÁN: ¡Sí! ¡Tenemos que controlar a esta panda de amas locas!
RON: Y de paso a Ferny y compañía, claro…
FORLÁN: Todos locos, colega, todos locos menos nosotros…


miércoles, 5 de marzo de 2014

Trucos de belleza para pobres (o algo parecido)

Con el rollo de la plancha del pelo que os conté y tal, he descubierto un mundo hasta ahora desconocido para mí, que es el de las tías que cuelgan sus vídeos de trucos de belleza en youtube. Bastante flipante el asunto, por cierto. De las chorrocientos millones que hay, me ha gustado una. Eso dice mucho de la calidad media del asunto. Porque en su gran mayoría son chonis y tías más bastas que la lija del siete, que te cuentan su vida y se enrollan como las persianas. Y claro, tú quieres ver cómo se hacen ondas con la plancha y te encuentras con la pava en cuestión que está diez minutos hablándote de sus chapuses y potingues y luego otros diez secándose el pelo, con el ruido ahí atronando y luego otros tantos hablándote de cosas que no vienen a cuento. Y claro, cuando llega a lo de las ondas con la plancha tú ya eres calva. Además, perdonad mi pasotismo, pero no me interesa demasiado si usas el chapuse (lo digo porque hay una que lo dice así y me hizo tanta gracia que me estuve riendo todo el vídeo) de caballo del mercamoñas, pero antes probaste el de todos los súper de tu barrio. No me importa si te secas el pelo con secador al dos o al tres, no me importa si te has comprado un potingue de argán en tu viaje a Albacete o si tienes pensado hacerte una mascarilla con la mayonesa que te sobró ayer. De verdad, de verdad, que no me importa. Quiero saber cómo se hacen las putas ondas con la plancha, joder.
Total, que luego encontré a ésta que sí me gusta, pero claro, es monérrima, elegante y tiene un presupuesto que pa qué. Dan ganas de odiarla, pero luego es muy adorable. Así que me debato entre meterme a puta para pagarme los productos que ella saca o darme de baja por completo del mundo de la belleza y asumir con alegría mi vena de pordiosera roñosa y baratera.
En todo caso, ya que estamos, he decidido compartir un par de “trucos de belleza” para pobres. Y lo pongo entre comillas porque no son exactamente trucos ni son de belleza. Son chorradas que molan y que encima funcionan por muy poca pasta. Espero que ayuden a alguien.
  1. Como tengo los ojos y la piel un poco sensibles, las toallitas desmaquillantes no me van muy bien. A veces la uso cuando viajo y tal, pero de continuo no. Y los desmaquillantes por una razón u otra no me molan. Solución infalible: el aceite de almendras dulces del mercamoñas. Es barato (unos 3€ y algo el bote y cunde bastante). Sólo hay que poner un poco en un disco de algodón y pasarlo por el ojo, los labios o la cara en general. Quita toooooda la roña con una facilidad pasmosa y cero agresión a la piel o los ojos. Además fortalece las pestañas, previene eccemas y descamación de la piel y te la deja muy suave. Si eres de piel grasa, basta con pasarse luego un tónico o lavarse con jabón. Yo suelo dejarme un poco el aceite a modo de mascarilla antes de lavarme, pero tengo la piel muy seca y con tendencia a las rojeces, las pieles secas y las dermatitis, por lo que el aceite me va de lujo. Además el aceite vale para las estrías, cicatrices, uñas y demás, por lo que lo aprovechas seguro. Yo lo combino con el rosa de mosqueta, pero este es más caro.
  2. Llevo media vida con el pelo por la cintura o más largo aún. Tengo un pelo muy, muy agradecido, pero aún así a veces se resiente. La mejor solución: el aceite de oliva o la crema nivea de caja azul de toda la vida. Barato, barato, oiga. Y bien fácil. Un día que no vayas a salir, te untas el pelo (medios y puntas, no cabeza) de aceite de oliva virgen o de crema nivea de la de caja azul de abuela de toda la vida de dios. Luego te envuelves en un papel de plástico film de cocina. Y te echas una siesta. Una divina de estas de youtube te diría que aproveches a hacerte las uñas o una limpieza de cutis. Hacedme caso, lo mejor para estar guapa es ser joven. Como eso no es para siempre, lo segundo mejor es ser feliz y dormir bien. Envolveos el mejunje para no manchar el sofá y para que penetre bien y a dormir. Luego el pelo se lava enjabonando dos veces y se aplica la mascarilla o suavizante que uséis siempre. El resultado es estupendo, queda muy suave y muy reparado.


Si se me ocurre alguno más ya os lo diré, pero como no es que me cuide mucho en general, sólo puedo aportar este par de perlas de sabiduría. Por el momento al menos. Que lo mismo sigo viendo vídeos de estos y me flipo en colores y termino siendo una fashion-beauty victim del coño que lo flipas. 

sábado, 1 de marzo de 2014

Defender la sumisión... ¿pero estamos tontas o qué?

Todas las mujeres, en mayor o menor medida, hemos aguantado a lo largo de nuestra vida a un tío que nos quería dominar. Yo la primera, ojo. La diferencia es que algunas huyen rápido y a otras, por desgracia esos tíos se las llevan por delante. Entre esos extremos, hay un amplio abanico de aguante.
A mí me costó un año. Un año de vivir en el puto infierno, eso sí. Desde entonces, me volví un radar humano de tíos peligrosos y tóxicos en general. Y aunque después haya aguantado cosas, porque en una relación hay que pasar cosillas y hay que ser tolerante, no me han vuelto a atar en corto. Ni en largo. A mí no hay quien me ate y cada vez menos. A mí un tío no me dice a qué hora tengo que llegar, ni con quién tengo que quedar, ni me pide más explicaciones de las que quiero dar.
Y vivir así no es fácil, os lo puedo asegurar. Entre otras cosas por eso voy a cumplir 31 años y estoy soltera. Yo soy de esas tías que se pasan la vida haciendo todo lo que pueden por ser independientes, peleando con uñas y dientes por no necesitar a un tío. Yo no consiento que me paguen cosas. No pido ayuda a no ser que sea imprescindible. Soy de las del “aparta, que ya lo hago yo”. Aprendí a usar el taladro, el martillo y la llave inglesa. Aprendí a cambiar la batería del coche y las escobillas de los limpiaparabrisas. Aprendí a subirme la compra en cuatro viajes. Aprendí a conducir durante horas, a volver sola por la noche, a no tener miedo. Aprendí a montar muebles y a ir a los sitios sola. Aprendí a ser la única soltera en los grupos de amigas. Aprendí a hostias.
A cambio de todo eso, hago lo que quiero. Y nadie me dice si está bien o mal. Nadie me pone pegas ni cortapisas. Y eso mola. A veces duele un poco, a veces te cansas y a veces te asustas. Pero mola salir adelante sola.
Lo malo es que a los hombres no les suele gustar mucho esto. Suelen asustarse ante mujeres que no les necesitan. No les entra en la cabeza que les quieras, pero no les necesites absolutamente para nada. Les cuesta renunciar a la pose de macho dominante, de ser el protector, el defensor, el fuerte y el valiente. Les cuesta, pero que se jodan.
Y a mí, que llevo media vida peleando y luchando por esto, que me he dejado la salud y los nervios en defender mi espacio y mi derecho a decidir y a ser quien soy, me da veinte patadas que de vez en cuando llegue alguna inspirada y se ponga a decir gilipolleces. Que entiendo que ser famosa no te hace ser lista, ni perfecta, ni te obliga a ser ejemplo de nada, pero coño, debes saber que por suerte o por desgracia, eres modelo para muchas niñas que te siguen. Así que al menos un poquito de cuidado. Que mejor darse un puntito en la boca que soltar imbecilidades de semejante tamaño.
Lo digo por Shakira entre otras, que ahora les ha dado por defender el ser sumisa. Leí esto y casi echo las tripas. Porque encima de que se están dejando pisar, lo defienden, lo justifican, se sienten orgullosas de que su hombre las vigile. Pero mira que sois gilipollas. A mí es que estas cosas me duelen en lo más hondo. Porque eso es retroceder, es perder todo lo que se ha ganado en los últimos años de lucha, es mandar a tomar por culo aquello por lo que sufrieron nuestras antecesoras. Es volver a lo que tanto se detestó. Vaya mierda de evolución a la inversa. Vaya mierda de mujeres que les gusta que los hombres las tengan en casa con la pata quebrada. Vaya mierda de todo, joder. Y qué estupendas y superiores se creen, pregonando que sus machos las quieren tanto que no les dejan hacer ciertas cosas. Capulla, si no te deja ser quien eres, hacer lo que te gusta, trabajar de lo que quieres, ver a quien te apetezca… NO te quiere. Si te quisiera de verdad, te ayudaría, te potenciaría, te daría fuerzas para ser mejor. Te apoyaría y valoraría. Te daría alas para volar mejor y más alto. Porque quien te quiere, te quiere libre y fuerte. No te quiere pequeño y asustado, temblando como un chihuahua a sus pies. Eso no es querer, eso no es amar. Eso es poseer. Eso es hacerse fuerte él a costa de tu debilidad.
Y me parece mentira a estas alturas de la historia estar explicando estas cosas que son de Perogrullo. Que aún haya quien crea que los celos son parte del amor y que son algo bueno. Que aún haya quien defienda que el hombre te ponga pegas porque te quiere y eso le hace posesivo. Que aún te digan que debes ser sumisa. Que aún te digan que si quieres que el matrimonio funcione, tragues y obedezcas. Nadie se plantea de que en ciertas condiciones, igual es mejor que no funcione. Que si un hombre no soporta que tengas fuerza y personalidad, que se busque una muñeca hinchable que esa no le contradice. Y tú le cambias por un consolador a pilas, que es del tamaño que quieras, no deja pelos en el baño y no te obliga ni a ver el fútbol.
Así que mujeres del mundo, haceos un favor y no seáis lo que otro quiere, sed quien os de la gana ser. Quizás estéis solas, pero os sentiréis orgullosas. Quizás el camino sea difícil, pero lo habrán recorrido vuestros pies.

Coño con el feminismo mal entendido, coño con darle vueltas a lo que no es, coño con las manifestaciones chungas de amor y coño ya con toda esta mierda.