miércoles, 5 de enero de 2011

¿qué fue del morbo?

Por alguna razón más o menos estúpida a los humanos nos gustan los retos. Nos gusta “ganarnos” las cosas. O al menos la sensación de habérnoslas ganado. Y seguramente sea sólo una paja mental, pero si no cuesta un poco, es que no vale nada. Yo lo sé bien, trabajando en lo social te das cuenta de que si das un servicio totalmente gratis la gente se pitorrea de él, mientras que si cobras aunque sea unos céntimos, el servicio de pronto se dignifica y cobra importancia, de repente, una cantidad irrisoria hace que la gente lo tome en serio.
Pues creo que ocurre algo parecido con todo. Los tíos siempre se andan quejando de que las chicas nos hacemos las estrechas y que si no se lo curran un poco, no nos consiguen llevar al huerto. Al parecer a todos les gustaría que un día llegara una pava y así, sin mediar más palabras les dijera: ¿te apetece echar un polvo? Y santas pascuas.
Al menos esto es lo que dicen. Yo difiero un poco de este pensamiento, creo que si haces eso, o les asustas o creen que eres una golfa y posiblemente te hagas mala fama sin ni siquiera echar el consabido polvo.
No es que me esté planteando hacer algo así. No está tan necesitada una, a ver qué se va a pensar. Últimamente hablo más de sexo de lo que hablé nunca en tres años del blog anterior. Pero es un efecto rebote. Es el salir del celibato, es el hecho de hacer todo lo que antes no podía, hablar de lo que antes no estaba bien, decir lo que antes me callaba.
En cualquier caso, lo pensaba ayer por la tarde mientras estaba aquí haciendo floripondios de fieltro para mi abuela y hablando por el Messenger. Lo que está conseguido de antemano se convierte en un muermo. Si la mejor parte de una relación es el flirteo. Para qué puñetas quiero yo acostarme contigo si no me haces caiditas de ojos y jugamos un rato antes al ratón y al gato. Y es que hay un chaval que me tira los trastos descaradamente. Un chico que es amigo de un antiguo amigo de Leganés (pueblo de la periferia de Madrid). El menda no hace más que decirme de quedar y de irnos de fiesta y de lo mucho que le gusto. Y ayer ya dije, por probar, que sí, que quedábamos. Y de pronto empieza a hacer planes, que si vamos aquí, vamos allá, hacemos esto y lo otro. Y yo en plan sí-sí-québientodoloquemecuentas. Hasta que de pronto intuyo que esta dando por sentado que nos vamos a liar. Y se me disparan las alarmas. Bip-bip salido en un radio cercano. Y es que la desesperación se huele. Le sonsaco y efectivamente, está claro que nos vamos a liar y sólo falta por decidir a qué acampado me llevará para echarme un casquete en el asiento de atrás de un coche. Y a mí se me corta el rollo. Aunque el chaval sea guapo. Aunque en el fondo me apetezca salir de la rutina. Aunque necesite un beso más que comer. A pesar de todo esos aunques, ya no me apetece quedar con él. ¿Dónde está lo interesante? ¿Dónde el morbo, el picor de estómago? ¿el me besará o no? Para liarme así en frío, pongo un anuncio en el periódico y me saco un dinerillo que me vendría de lujo. Total, que he cambiado planes y ahora me voy el sábado al Ikea con I y G a comprarme un escritorio que es mi autoregalo de reyes. Hala, toma picante a la vida. Debo ser la persona más aburrida del mundo.

4 comentarios:

  1. El problema es "idealizar" una relación, y más si lo q andas buscando ahora no es una relación-seria (tal y como dijistes en un post anterior) y sí un ratito de "algo diferente al día a día".

    joe, q mal suena. pero es así.
    buscas una chispa en la vida pero no una relación.

    pues... ve a por esa chispa.
    el q pienses q se va a acabar el morbillo no quiere decir q vaya a ser así.
    además, q por mucho q él piense por adelantado algo no quiere decir q vaya a pasar no?
    puedes llevar tú la dirección de cómo van a ir las cosas... así q ... ponle tú morbo, no te dejes llevar sólo porq él cree q en la primera cita os vais a enrrollar.

    ¿q luego os enrrollais? pues mira, genial, eso q os llevais.
    pero... y si pasais la noche charlando riendo y pasándolo bien sin más?

    no cierres oportunidades a ser feliz.

    besos


    alma

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  2. Yo entiendo lo que dices del morbo, del encanto de la incertidumbre, con un chico que te guste de verdad, como el que te acelera el pulso con un simple roce o el que podrías estar mirando horas. Con un chico guapo con el que surge la posibilidad de sexo... ¿por qué la necesidad de cortejo? Yo creo que las mujeres, casi todas, tenemos algún prejuicio metido en la mente que no nos deja disfrutar del sexo a secas. Creo que muchas nos sentimos culpables si no hay antes los pasos que se dan en una relación "normal". ¡No lo digo por ti! No te conozco tanto como para saber qué piensas, es algo que a mí me ha pasado, simplemente.

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  3. La verdad es que a veces lo fácil viene bien, pero yo creo que es mejor kurrárselo un poquito, que si no se pierde toda la emoción.

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  4. Lo que nos gusta es sentir el gusanillo de no saber lo que va a pasar... pero si ya lo sabes, o lo crees saber, no es lo mismo. Es como ver una película sabiendo lo que va a pasar al final.

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