domingo, 17 de abril de 2011

el instinto anti maternal

Últimamente en varios de los blog que visito casi a diario, han hablado de juguetes y de cosas de cuando uno era pequeño. Los que me seguían en el otro blog, saben de sobra que no me gustó nada ser pequeña. En el cole era la marginada y como no tengo hermanos, ni primos ni nada, mi vida era un rollo. Además que yo ya era yo, sólo que más bajita.
El caso es que yo de pequeña no jugaba como la gente normal. A mí los mercaditos, cocinitas y casitas me la pelaban mogollón. Siempre intuí que me hartaría de limpiar, cocinar y comprar cosas de verdad cuando fuera mayor. Las barbis y yo siempre tuvimos muy mal feeling. Tan rubias y sonrientes, tan perfectas a la vez que idiotas. Además, no tener nadie con quien jugar te hace parecer un poco estúpido, hablando solo y desplegando todo tu arsenal de cacharros que ya conoces a la perfección. Total, un rollo.
Yo era más de leer y de escribir, de montar fortalezas con los legos y los cliks y de hacer un poco el bruto si se podía. También dibujaba y me inventaba historias mirando las fotos viejas de la familia. A veces hacía cosas menos inocentes, como disfrazar al perro o maquillar y depilar con las pinzas de las cejas a mi resignada madre.
Desde luego, lo que no hice nunca fue jugar con muñecos. Y eso que me regalaron unos cuantos, tipo nenucos y semejantes. Pero a mí me daban un mal rollo que te mueres. Con esos ojos de cristal que te miraban fijamente, con esas ropas recargadas, con esos pelos rizados, tan rubios, con las mejillas tan brillantes. Incluso me regalaron uno vestido como de época, con un sombrerito y un cestillo, así en plan antiguo y a mí me parecía un niño muerto de esos que se fotografiaban antaño. Y le tenía una tirria terrible. Además creo recordar que decía “mamá” o algo así con una voz de ultratumba que no ayudaba nada a quitarme las ideas macabras de la cabeza.
Para colmo, mi idea de la maternidad siempre ha sido algo terrible y cuando la gente (abuelas, tías y demás familiares que no comprendían porqué yo pasaba de los engendros que me regalaban) me instaban a jugar con ellas y con los muñecos, yo accedía de mala gana. Y entonces me decían “este es tu bebé” y yo negaba con la cabeza. No, mío no, mío ni de coña. “¿Entonces de quién es?” yo solía decir que de mi madre. “¿Ah, es tu hermanito?” No, de hermanito nada. De mi madre, de cualquiera, yo qué sé, qué más da, si está muerto.
Pero el colmo de los colmos fue una vez, que jugando con alguien (creo que tía materna), tenía yo un nenuco en las manos y me dijo: “huy, está malito, tienes que curarlo y cuidarlo para que se ponga bueno”. Pero yo lo que hice fue tirar el muñeco al suelo y retroceder como si me hubiese dicho que estaba poseído por el mismo lucifer. Yo pensé algo como “¿malito? Una de dos, o me vomita encima o me pega algo”. Así que la mejor opción fue tirarlo como una granada de mano sin anilla y alejarme lo máximo posible.
Mi madre dice que ha tenido siempre bastante asumido que no será abuela porque mi instinto hacia los bebés siempre ha sido más de miedo y de repulsa que de ninguna otra cosa. Puede que en parte sea porque no ha habido nunca bebés cerca de mi vida de forma directa, pero he huido de ellos como de la peste hasta en forma de muñeco. Y no ha habido ni un solo día de mis 28 años que haya pensado algo distinto. Ni un momento en el que me haya planteado ser madre. Ni un solo segundo en el que ese instinto maternal, o de protección, o de ternura se haya apoderado de mí al ver un crío. Y quiero a mis sobrinos y a los hijos de mis amigas, les cuido y juego con ellos. Les trato bien, ya no les tiro al suelo y salgo corriendo, lo cual es un triunfo. Hasta a ratos me divierto con ellos y me hacen gracia su media lengua y sus trastadas. Pero… sin abusar, sin ponerse malitos, sin tener que darles de comer, sabiendo que después me volveré a mi casa y no habrá ese olor que todo el mundo dice que es maravilloso y a mí me revuelve las tripas.
Y no sé por qué siempre que digo esto, me siento una mala persona. Una persona horrible y una mujer aún peor. Me siento lo peor del universo, pero no lo puedo evitar, me enternece más un gato, un perro callejero o un hámster que un niño. Tengo una tara grave, ya lo sé.

10 comentarios:

  1. Ay, qué iguales somos, nena!!!
    No, no eres horrible y no tienes una tara grave. Eso es lo que nos han inculcado porque se supone que todas las mujeres debemos ser esposas y madres amantísimas, pero... A ver dónde pone que nosotras tengamos que ser como las demás...
    Miles de besos.
    (Sabes que te quiero, no?)

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  2. Qué inspirada estás hoy, me ha encantado este post, no se me ha borrado la sonrisa desde el inicio hasta el final, y aún me dura. Imagino que te sientes mala persona por lo que dice CQM. Toda la sociedad gira con la idea de que somos un gran rebaño de borregos que hace y quiere lo mismo. Pero cada persona es diferente, y es eso lo que nos salva. Sino te gustan los bebés, pues no te gustan, y ya está, y al que sí le gusten que los aguante. Beso.

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  3. Hay personas q tienen el instinto maternal desarrollado desde q son chiquitísimos, a otras personas les surge ya en la adultez y hay otras q no les sale.

    ¿y q hay de malo?

    En esta vida tiene q haber de todo.
    La cosa es q si es lo q tú quieres, q l@s demás te respeten y ya está :D

    no tienes tara grave :D nada de eso.

    besotes


    Alma

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  4. Yo también fui así de pequeña. Tuve un nenuco al que le hice caso un rato nada más y las barbies... bueno, me gustaban más los cacharritos que traían que las muñecas en sí. Nunca me acerqué a un niño bebé, me daba pánico cogerlos o hacerles gracias, veía muy absurdo la forma en que la gente habla a los niños, como si fueran tontos y no personas... vamos, que de instinto maternal, nada de nada. Y de repente, con el tiempo, ha surgido de mí, hasta el punto de que ya llevo muchos meses planteándome que quiero ser madre. Yo soy, como dice Alma, de las que el instinto maternal les surge en la adultez (qué palabra tan fea). Quizá a ti te surja algún día, o quizá no, y no pasa nada. Además, ¿para qué tienes a Ron? No necesitas ningún instinto más!!!

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  5. Ufff, yo también tengo instinto cero, como yo digo, en vez de instinto maternal algunos críos me despiertan el instinto asesino! xD

    1besico

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  6. Si tiene que salir, saldrá. Si no, no saldrá, ¿y qué? A mi me salió mucho después de casarme, y hasta ese momento tampoco creía que lo tenía.

    La vida da demasiadas vueltas como para pensar en si será o no será, si pasará o no pasará.

    Abrazos!

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  7. Es complicado encontrar a una chica que no quiera tener hijos... en mi caso me niego "casi" en rotundo a tenerlos, y explico en mi blog porqué

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  8. Yo instinto maternal... como que no tengo mucho. ¿Paternal? Puede que sí, pero por ahora no lo he sacado a pasear demasiado.

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  9. Querida Naar,por circunstancias que no vienen al caso, he leído tu entrada con retraso y la verdad es que no creo que no tengas instinto maternal, una persona que como tu le gustan tanto los animales los cuidas y los mimas ,con los hijos mucho mas,No te pierdas la experiencia de ser madre ,es algo maravilloso.Un beso.

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  10. ¿Mala persona? Ni hablar. Mala persona es la que tiene un hijo sabiendo que no lo quiere o que lo trata mal. Debería haber más gente con las ideas claras en este mundo.

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