lunes, 24 de octubre de 2011

qué será, será...

He tenido un fin de semana… complicado. Sí, eso. “Complicado”. Eufemismos al poder. El caso es que, en tiempos difíciles es cuando más cuenta me doy de que tengo suerte. Suerte de ser quien soy y de tener lo que tengo. Y suerte, sobre todo de la gente que me rodea. Son poquitos, pero porque son tan valiosos, que son como un millón de amigos concentrados. Una vez más tengo que decirlo: Anita, te quiero. Gracias a ti el domingo no ha sido un infierno y he podido hasta sonreír. Sé que tú no crees mucho en Dios, pero yo sí y por eso sé que eres un ángel. Espero que nunca me necesites tanto como yo a ti, pero si es así, sólo deseo estar a la altura.
Tras esta reflexión, me asaltan las dudas, para variar. Si ella es un ángel y yo… bueno, yo soy un petardo, pero tampoco soy una mala persona, ¿por qué sólo damos con tíos tan gilipollas?
Así, haciendo cálculos, entre las dos juntamos a un buen puñado de imbéciles, locos, desequilibrados y pirados diversos. ¿Somos nosotras que los atraemos? ¿Tenemos un puñetero don? ¿Nos ha mirado un congreso de tuertos? ¡¡Pero qué mierda nos pasa!!
La otra opción es que el número de capullos por metro cuadrado sea tan elevado que todo se reduzca a un tema de probabilidades. Pero aún así, es una jodienda que nos toquen tantos a nosotras y haya tías lerdas que dan con uno majo a la primera de cambio.  
Ahora la cuestión es: ¿quedará algún hombre medio normal para nosotras? ¿alguno no loco, no cerdo, no gilipollas? ¿alguno que nos quiera y nos trate como nos merecemos? ¿o será el celibato y las manadas de gatos nuestra única salida? ¿somos carne de soltería y vejez solitaria y amargada? ¿nos daremos al lesbianismo cuando encontremos una solución al tema del gusto por los penes?
En fin, me temo que sólo queda aquello de seguir caminando, que es el lema que me repito cada día y el espíritu con el que le puse el nombre al blog. Aquello, del qué será, será. De confiar en que, quizás, más adelante estará lo mejor.

Y mientras, a recuperarme del último envite de la vida. Y gracias a las galletas y la sopita de Ana, será más fácil. Gracias, nena. Gracias por todo.

3 comentarios:

  1. Yo estoy contigo, todas las lerdas encuentran novio, sólo que la mayoría de las veces, ellos también son lerdos, ya sabes, dios los cría...yo estoy empezando a creer que soy carne de soltería pero sin gato, encima! En fin, menos mal que quedan las amigas.

    1besico!

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  2. las que tú tienes hermosa! mis padres dicen que desde que era chiquitita tiendo a normalizar todo mucho, demasiado... será eso, que a todos los raros los veo normales hasta que me tocan la moral, jajajajaja
    guapa!!!!!!!, hombre, cuando yo he estado pachucha tú conseguiste que no me comiera la nevera entera! jajajajaja
    un besote


    ana

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  3. Aunque no descarto lo del congreso de tuertos, no creo qeu hayan tantos gilipichis por metro cuadrado. Lo que pasa es que no somos lerdas, tenemos algo dentro de nuestra cabecita. Seguro que si fuesemos lerdas al 100% otro gallo cantaria... estaríamos 'felices' con alguno de esos individuos que andan por ahí, peeeeeeeero seguiríamos siendo lerdas.
    Ponlo en una balanza:lerda acompañada vs tu misma sola.

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