miércoles, 23 de noviembre de 2011

equilibrada y/o casta

Mi madre me conoce muy bien, obviamente, para eso es mi madre. Y a veces hasta es capaz de ver cosas de las que yo misma no soy consciente. El problema es cuando me dice algo que no me gusta, pero que, en el fondo y aunque me joda, sé que tiene razón.
El otro día me dijo que desde principios de verano estoy muy bien, mucho más equilibrada de lo que suelo ser. Lo cual no significa exactamente equilibrada como una persona normal. Sólo menos bipolar extrema, menos pirada, menos montaña rusa emocionalmente peligrosa. Y mi madre no sabe la razón, pero yo sí. Y esto es algo desconcertante, cabreante y asquerosamente cierto: estoy más equilibrada porque no hay ningún hombre cerca de mi vida a parte de mi padre y de Ron.
Además he descubierto que el sexo, el amor y hasta los besos son una adicción como otra cualquiera. Que la curiosidad te lleva a probar. Y luego pruebas y la primera vez no te gusta, pero repites. Y al final le coges el gusto. Y cuando le has cogido el gusto, no sabes vivir sin ello. Hasta que las circunstancias te obligan a renunciar. Y cuando renuncias, lo pasas mal. Fatal. Un mono de cojones, vaya. Pero el síndrome de abstinencia supera. Y cuando lo has conseguido, te das cuenta de que vives casi mejor sin ello, pero lo echas de menos.
Yo estoy en esa fase en la que he aprendido a vivir sin nada de esto y el mono se ha pasado. Ya no siento esa imperiosa necesidad de antes, apenas lo echo de menos. Vivo sin sexo desde hace muchos meses. Sin un maldito beso desde aquel que me robó un macarrilla en la boda mi amiga a finales de agosto. Y es cierto que estoy más estable, más equilibrada y más tranquila. Pero también mucho más aburrida.
Ahora el tema es ¿merece la pena ser una loca a cambio de orgasmos? ¿o es mejor estar equilibrada y estable mentalmente a precio de soledad absoluta?
En fin, seguiré investigando al respecto. Qué chungo es ser yo a veces.

4 comentarios:

  1. Equilibrio... Puff, pues no sé. A veces te apetece estar demasiado tranquilo y en otras ocasiones te dan ganas de liarla como amancio. Aprovecha el momento, y punto.

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  2. Pues depende... Si el que provoca los orgasmos merece la pena, pues bienvenida locura.

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  3. Pues yo créo que se le da demasiada importancia al sexo, cuando es algo que ocupa muy poco tiempo en el día de una persona,claro que esto lo digo yo a mi edad ,lo que si me falta, es el cariño ,la ternura y ese abrazo de "oso"de cada día.
    Un beso.

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  4. Qué identificada me síento..ya casi ni pienso en ello, pero cuando lo hago siento algo de pena. Y miedo de que esto dure para siempre.

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