Hace ya tres años mis amigos decidieron hacer una capea por
el cumpleaños de Gordito. Vaya por delante que a mí no me gustan las capeas
porque no me gusta implicar a animales en el divertimiento humano. Luego cuando
lo vi en directo me pareció que se divertía más la vaquilla que mis amigos,
pero aún así sigo sin ser fan del asunto.
El caso es que hace un par de meses Bombita nos anunció que
iba a hacer una capea (again) por el 30 cumpleaños de su novia. A mí me parece
un rollo patatero y cateto, pero la verdad es que necesito desconectar de
ciertas cosas y decidí apuntarme.
Cuando se hizo la capea original yo estaba levantando cabeza
de una de las peores rachas de mi vida. Al fin en agosto había visto la luz
después de meses de oscuridad, dolor y cosas feas. Y en noviembre, en el
aniversario de mi separación del desequilibrado, estaba tan feliz y llena de
vida que me puse unas botas altas y un jersey gordo y me fui de capea. Estuve
rodeada de mi gente, de algunos amigos fundamentales que me sujetaban en
aquellos momentos y tenía las pilas muy cargadas. Bailé, canté, me reí e hice
fotos a porrillo. Lo único un poco
desagradable fue encontrarme de morros con el Ross y su novia de entonces. Sin embargo
lo pasé muy bien.
En la capea again las cosas están muy diferentes. No estoy
tan tocada y hundida como antes de aquel agosto del 2011 pero tampoco tan
pletórica como en noviembre de ese mismo año. A esta capea no vienen algunos de
esos amigos que te sostienen en pie con sólo mirarte y guiñarte un ojo. Tampoco
viene ninguna novia poco deseable. El Ross y yo nos llevamos bien y de hecho
vamos juntos en el coche. Sin embargo tengo pocas ganas de buscar las botas, de
sacar los jerseys y de ir a ninguna parte.
Supongo que simplemente estoy cansada. Y que no me he
pintado las uñas del color adecuado para el único jersey que tengo a mano. Y que
está lloviendo. Y que prefiero quedarme en casa y comer fideos chinos de sobre
que carnaza de barbacoa. Yo qué sé.
Sólo me queda la duda de cómo estaré para la próxima capea,
porque mira que mis amigos son reincidentes, coño.
¿Irás con el Ross like Bonny and Clark? ¡Qué salaos!
ResponderEliminarHija, yo hoy no estoy para darte ánimos. Llevo dos o tres días hecha lo que se viene llamando una mierda. Si quieres te mando a Ferny...
21+6
Pues siento que tú también andes alicaída, pero ya se nos pasará :)
EliminarDe momento no mandes a ferny, jeje!
Creo que lo que describes se llama apatía. Será una etapa y pasará.
ResponderEliminarIntenta pasarlo bien, que para los fideos tienes muchos días.
Un beso
Es un poco más que apatía, es un poco de tristeza... Aunque no mucho. a ver si saco fuerzas y lo cuento en un post... Pero claro que pasará :)
EliminarSeguro que al final allí te lo pasas bien. Todo es cuestión de dejarse llevar... Un besote!!!
ResponderEliminarBueno, he achuchado a un montón de bichos, he cogido una ovejita muy pequeña y acariciado caballos... Así que algo es algo :)
EliminarYo nunca he estado en una capea, pero me alegro de que la vaquilla se divirtiera también. Tocar una ovejita debe haber estado guay. Me alegro que hayas ido. Cuando uno no está animado, es bueno que se distraiga.
ResponderEliminarBesos!!
Las vaquillas de las capeas están mas resabiadas que todas las cosas y lo único que hacen es perseguir un poco a la gente a modo de juego... aún así yo preferí ir a mi bola. Y no es que tocara la ovejita, es que la cogí en brazos porque era muy, muy pequeña y la tuve encima un montón de rato! :)
Eliminar