domingo, 6 de diciembre de 2015

lo cuento y ya está

El otro día estaba intentado escribir algo súper positivo para lo de las quince cosas y me quedé un poco en blanco. El 2015 ha sido un año raro. Se ha pasado muy rápido, me he enterado de la mitad y casi todo lo que ha pasado ha sido o realmente bueno o realmente malo. No sé muy bien cuál es mi valoración global del tema a estas alturas.
El caso es que hasta verano todo fue bastante bien, pero en cuanto volví de las minivacaciones con los blogguers, todo se torció. La muerte del chico de mi pueblo me afectó más de lo que pensaba y me hizo replantearme muchas cosas. Tanto, que una vez más en la vida, lo mandé todo al traste. Fue un mes muy triste, la verdad. Septiembre también fue una caca, no vamos a engañarnos. Pero luego las cosas empezaron a cambiar. Y a cambiar, cambiar y cambiar. Y en octubre todo pegó un giro de 180º y aún estoy asumiendo las consecuencias.
Lo que quiero decir desde hace tiempo y no sé cómo es que vuelvo a estar con el Ross. Así lo suelto, BUM.
Me cuesta mucho últimamente contar ciertas cosas en el blog y no sé muy bien por qué. Creo que en parte es porque me lee más gente de la cuenta o porque cuando las escribo se hacen extrañamente reales.
Todo empezó con el viaje a la playa con mis amigos. Unos días antes el Ross y yo nos habíamos vuelto a liar, pero no le dí importancia porque estoy acostumbrada al rollo de los últimos años de liarnos y luego nada. De hacerme ilusiones y luego pegarme el batacazo. Sin embargo, había una diferencia sustancial y es que esta vez, no fui yo la que dió ningún paso. Fue él el que quiso acercarse, el que me dijo muchas cosas y el que decidió que ya era suficiente tiempo mareando la perdiz, que teníamos que estar juntos porque es lo que en realidad queríamos. Era él el que quería un futuro, el que quería una estabilidad, el que quería estar conmigo publica y oficialmente, para siempre si hacía falta. Yo flipé muchísimo, pero me dejé querer, la verdad. Con él siempre me ha resultado fácil dejarme llevar. Él es una parte de mí, él es como respirar.
¿Qué es lo que le hizo cambiar de opinión? Pues sólo él lo sabe. Dice que se ha cansado de ir y venir, de fallarme, de hacernos daño y que se había dado cuenta de que no quería estar sin mí. Creo que cuando estuve con el Niño Chico pensó que me había perdido. Es normal, es el único otro hombre al que de verdad he querido a parte de a él. Por eso al dejarlo, debió pensar que era una especie de última oportunidad para cazarme al vuelo. Y no se equivoca. Yo ya estaba convencida de que no sería nunca y lo había asumido, lo había aceptado y estaba bien, estaba en otro camino de vida. De hecho, no había vuelto a pensar en él de esa forma desde hacía tiempo. Pero mira. Cosas que pasan. Por fin nos hemos puesto de acuerdo para querernos. Porque el problema del Ross y yo es que nos hemos pasado la vida queriéndonos a destiempo. Y esta vez nos la jugamos a todo o nada. Ya es hora de ver si realmente somos el uno para el otro o no y lo zanjamos de una vez por todas.
Por ahora todo va muy bien, la verdad. Estoy muy contenta. Él está muy feliz. Y Ron está encantado de que un tipo grande y calentito le coja en brazos por las noches en vez de tener que acurrucarse en mis manos heladas. Así que todos bien.

Y ahora le voy a dar a publicar antes de empezar a asustarme por estar contando esto, por darme cuenta de que estoy en una relación seria y por asumir que el destino me ha cazado por sorpresa. Que si lo pienso mucho me da el yuyu.  

10 comentarios:

  1. Me alegro mucho por vosotros!. Siempre te he leído hablar de él con mucho cariño.
    He de confesar que lo sospechaba, por algún tuit que te leí.
    Un beso hermosa y disfruta la buena racha

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  2. Algo sospechaba :) Que todo siga así de bien, y mejorando!

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  3. Si se pone empeño todo saldra bien.

    Abrazos

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  4. Pues qué te voy a decir, si ya lo sabes todo... Un besote y ya sabes que me alegro un montón.

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  5. Ays ays ays.... Mucho Ross veía escrito por aquí en las últimas entradas... jaja
    Lo siento, pero me súper-emocionan estas cosas... Y yo solo espero que dure lo que dura (para siempre, incluso) que los dos sigáis igual de felices... y Ron también! =)

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  6. Hola. la vida está llena de luces y sombras y aunque leo que tu año tuvo un poco de todo me alegra comprobar que está en un buen momento. Me alegro que hayas vuelto con Ross. Seguimos en contacto

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  7. Sé muy feliz, nena. Sé que ya lo eres :)

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  8. Mamá dice que se alegra que os estéis queriendo a tiempo y que sea ya pa siempre.Que el Roni debe estar encantado de tener papi humano mujé.

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