sábado, 12 de enero de 2019

Oda al desorden


Sabéis que adoro a Netflix y que contratarlo está en el top five de mis mejores decisiones en la vida. Pero en este caso son los culpables de mi cabreo. Bueno, los intermediarios de mi cabreo.
Han estrenado una “serie” de una japonesa que se llama Marie Kondo y que ordena cosas. Y a la gente le ha dado la fiebre del orden. Ahora resulta que si lo dice la marikondo pues bien, pero si lo decía tu madre, pues pasando. De verdad que la gente descubre la Luna todos los días.
El fundamento de mi cabreo es que a mí no me gusta el orden. Así como suena. Me gusta vivir en cierto caos. Me gusta mi mierda, me gusta mi desorden, me gustan mis cosas por medio. Me gusta la pequeña diógenes que tengo en el interior. No me gustan las casas minimalistas, las paredes vacías, las estanterías con apenas dos cosas, las librerías son una sola colección de libros iguales para decorar. No me gusta, no es mi rollo. Yo soy muy de vida real, de día a día, de casas con cosas, de fotos en las paredes, de recuerdos de viajes, de libros amontonados en las estanterías, de mantas en el sofá, de vivir con animales que obviamente ensucian y desordenan. A mí me importa una mierda que mi gata esconda cosas bajo el sofá, que espurreé juguetes por el suelo, que haya ropa en la silla o que se acumulen cuadernos en el escritorio. Me da igual. De hecho, me gusta. Si está todo recogido, tengo la sensación de que la casa no está viva y además, no encuentro nada.
Para colmo, la marikondo tiene unas normas que me tocan mucho el coño. A ver, las normas por lo general no me gustan y siento el deseo irrefrenable de incumplirlas según las oigo, pero estas me llevan los demonios. Dice que no se deberían tener más de 30 libros. Mira, payasa, te daba yo 30 librazos en tu cabeza oriental. Y que sólo debes tener la ropa que te haga feliz. Vale, pues me quedo con los pijamas y las camisetas de juego de tronos. Mis jefes iban a ser super felices viéndome llegar cada día con el pantalón de franela y la camiseta de “you know nothing, Jon Snow”. Porque además eso, yo no tengo pijamas de esos que ahora la gente lleva a la calle o a los premios de no se qué, de seda, monísimos y todo glamurosos. Mis pijamas son de pelotillas, con dibujos absurdos, con la goma de la cintura un poco pasada y llenos de pelos de gato. Y diréis, ¿el resto de tu ropa no te hace feliz? Pues a ver, no me desagrada, obviamente, pero me la pela un poco. Lo considero algo de uso, algo que me tengo que poner para salir a la calle. Pero no es una cosa que me “haga feliz”.
Y a ver, que de vez en cuando me da el perrenque de limpieza y me deshago de mierda acumulada, sí. Pero que tenga que pasarme media vida colocando, ordenando y pensando si este jersey beige me hace feliz o no, pues como que me mosquea. Yo tengo muchas cosas que hacer. Cosas que me gustan. Y no me da tiempo a la mayoría. Yo con trabajar y dormir lo tengo casi todo hecho a diario. Lo siento, soy así de inútil. Yo de lunes a jueves duermo, trabajo, como, duermo otra vez, me ducho y vuelta a empezar. No tengo tiempo para más. Apenas veo un capítulo de una serie mientras ceno o leo un ratín antes de dormir. Mis compañeras de trabajo dicen que hacen más cosas porque le quitan horas al sueño. Pues mira, allá tú. Yo necesito dormir. No le veo ningún sentido a restarme salud y a estar cansada y malhumorada siempre para invertir esas dos horas que “ganaría” en ordenar cajones de bragas y hacer la colada de forma concienzuda. Me pegaría un tiro y dejaría mi piso minimalista, ordenado y cuadriculado hecho unos zorros. Prefiero mi caos en el que soy razonablemente feliz.
Como decía Roxanne en la mítica serie de los 90, “perdona el desorden, pero es que vivimos aquí”.

2 comentarios:

  1. Jajajajaja me encanta!!!
    A mí me pone nerviosa mi desorden constante. Pero soy así. La marikondo no va a cambiar mi desorden de 30 años...
    De hecho... de las mejores cosas que he hecho en la vida son:
    - vivir sola (así no tengo que padecer por ser ordenada en las áreas compartidas y sentir vergüenza si abren mi habitación)
    - tener Netflix (obvio)
    - Tener dos ucranianos que me limpian la casa una vez por semana (según mi novio podría hacerlo yo y ahorrarme los 20 euros... y para qué mierda quiero yo 20 euros si puedo no tener que limpiar ni baño ni cocina? )

    Me ha encantado lo de la ropa que te hace feliz jajajajaja (yo también tengo esa camiseta...) Lo mejor de todo es que tengo un pijama de juego de tronos... supera ropa que te hace feliz! !!!!! Jajaja

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  2. A mi me gusta el orden, tener cosas pero ordenadas. A la marie kondo la descubrió mi suegra hace un par de años porque leyó su libro. Le duró la venada una semana tirando por lo alto. Y eso que a ella sí le vendría bien aunque fuera una leve inspiración.

    A mi no me gusta lo de la kondo no me gusta, sería incaoaz de tener solo 30 libros, y la ropa, en general no me hace feliz, pero es necesaria.
    Se puede tener cierto orden y no acumular como salvajes (como hacen mi marido e hojos), sin ser tan histrionisca del minimalismo como la Kondo.
    Un beso

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