domingo, 14 de agosto de 2011

los caminos de la vida a través de facebook

Puede que yo sea una inmadura. O que sea sumamente insoportable. O que mi abuela paterna tenga razón y soy como toda su familia y he nacido para morirme sola.
Me la pela, en cualquier caso. Puede que sea lo peor, pero yo a mí misma no me parezco tan horrible, por lo que no me preocupa el resto.
El asunto es que ayer me tiré todo el día durmiendo. Y claro, por la noche me dieron las mil y monas con los ojos como platos. Las mil y monas más una, me refiero, porque lo de acostarme a las 3 de la mañana ya no es novedad.
El caso es que estaba hasta las narices de leer, de escribir y ver Perdidos me da miedo porque Sawyer me trastorna y no está una para tonterías. Así que me puse a cotillear los facebook de la gente. Maldito invento del demonio. No sé cómo me puede enganchar tanto algo que en realidad va en contra de todos mis principios morales. Es cosa del lado oscuro, sin duda.
Bueno, pues andaba curioseando y mirando páginas de la gente que vino conmigo al colegio. En su mayor parte, es gente que me hizo la niñez imposible. Y claro, los que yo conocí como pequeños hijosdeputa ahora han crecido. No sé si ahora serán grandes hijosdeputa o sólo imbéciles en distinto grado. Algunos se siguen tratando entre sí, cosa que me sorprende cuando hace años se odiaban. Otros sólo son amigos por facebook pero no se molestan ni en darse la enhorabuena cuando uno de ellos tiene un hijo o se casa o algo así. Seguro que por la calle ni se saludan, pero bueno, vale, ahora son amigos de la muerte. O al menos de facebook, que para el caso es lo mismo. A mí me suena a falseo en estado puro, pero claro, yo soy una rara y precisamente por honesta fui la marginada.
El asunto es que me divierte mirar las fotos de gente a la que en el fondo de mi ser guardo un extraño rencor. O quizás no sea esa la palabra correcta, pero lo que sé es que me amargaron la infancia de un modo deliberado y la niña sensible que quería ser aceptada que un día fui aún siente ese dolor que me provocaron.
Algunos de ellos parecen gente súper divertida que sale mucho de fiesta y se lo pasa en grande. Lo primero que siento al verlo es un punto de envidia. Yo también quiero ponerme monísima y salir de fiesta. Luego lo pienso otra vez y me pregunto si tienen una vida social tan estupenda como aparentan o es que cada vez que asoman las narices a la puerta llevan la cámara de fotos para mostrar al mundo lo súperguays que son. Que hay gente que parece que sólo sale y viaja y hace las cosas para luego colgarlas en el face. Ahí queda la duda.
Otros se han convertido en esposos, esposas, madres y padres de familia. Me descojono, lo reconozco. Ver a las tías más guarras e irresponsables de mi colegio darse consejos sobre biberones y pañales me hace temblar. ¿Tanto hemos crecido? ¿Tan mayores somos? A mí ya me parecía una locura vivir con un tío. Como para pensar en bodas, hijos y demás. Y eso sin contar las que tienen hijos de soltera (varios, de distintos padres incluso). Flipo. Flipo en colores. 
En cualquier caso, reflexiono sobre los caminos que puede tomar la vida. Puede que todos sean correctos, cada cual para la persona que los elige. Puede que todos nos equivoquemos. O puede que nadie elija nada y la vida nos lleve por donde le da la gana. Sólo sé que no me parece tan mal como estoy ahora. Aunque no salga de fiesta cada fin de semana, aunque no tenga alguien a mi lado que me quiera. Aunque a veces me sienta sola. Aunque a veces la imagen de la loca de los gatos se acerque más y más. Aunque la sobra negruzca de mi abuela paterna se cierna sobre mí. Aunque haya muchos aunques, me gusta quien soy. He tardado toda una vida en conseguirlo. Y unos cuantos meses en recuperarme. Pero soy quien quiero ser. Y los años me han hecho ganar seguridad, no necesito sentirme aceptada, ni comprendida, ni siquiera amada. Sólo respetada. Soy yo, soy Naar, soy la indómita, para los que me recuerden como tal. Y esta vez, nada ni nadie podrá hacerme cambiar de idea.

3 comentarios:

  1. Es todo mentira. ¿Fiesta? La foto es de la 1.30, a las 2 estaban todos en casa porque se aburrían. ¿Súper viaje a la playa con siete amigos? Un minuto antes de la foto la mitad de ellos pensaban qué puñetas estaban haciendo allí, querían irse a casa. Pero la que luego se dedica a colgar fotos de todo les obliga a juntarse y a sonreír como si estuvieran teniendo las vacaciones de sus vidas.
    En facebook la gente es una fantasma, así que tú a lo tuyo, que parece que te va bien :)

    p.d. Me parece que mi blogroll avisa de tus nuevas entradas sólo cuando le da la gana, porque las dos anteriores a ésta no me suenan...

    ResponderEliminar
  2. A veces me encuentro teniendo pensamientos muy parecidos. Nunca me gustó demasiado salir de noche así que cuando veo las fotos de los demás, riendo, con la copa en la mano, pasándose el brazo por encima de los hombros unos a otros, bromeando y haciendo payasadas pienso... ¿Y si por no querer conocer ese mundo me he perdido un montón de buenas experiencias? Pero como tú dices, acabo por aceptarme tal cual soy, no me gustan las multitudes, ni demasiado ruído, y todas esas luces haciendo chirivitas acaba por hincharme el cerebro, además de que odio a la gente que no sabe más que salir única y exclusivamente para emborracharse. Así que... no, yo no encajo ahí, como tú no encajas (por lo menos ahora mismo) en una vida con un maridito y cinco hijos. Lo has resumido de una forma magistral "Puede que todos sean correctos, cada cual para la persona que los elige." Besos.

    ResponderEliminar
  3. Muchas fotos publicadas en facebook son más bien "fachada" e "hipocresía".

    A mí la verdad es q tampoco me ha llamado mucho la vida nocturna o estar hasta las 7 de la madrugada cada fin de semana...
    me gusta más salir en plan más tranquilo y poder tomarte una copa o ir a cenar con los amigos y poder tener una conversación.

    besos


    alma

    ResponderEliminar

Estás aquí, has leído... así que comenta hombre ya!!