martes, 3 de mayo de 2011

calimeradas

A veces las nuevas tecnologías son una putada. Y no me refiero a cuando el ordenador se queda colgado justo cuando tienes un trabajo casi terminado o cuando el Messenger se corta en mitad de una conversación erótica interesante.
No. Me refiero a cuando, los astros deciden alinearse para terminar de tocarte los cojones en unos días depres. Debo estar con un síndrome premenstrual adelantado o algo, porque no es normal la hipersensibilidad y la gilipollez que tengo encima. Yo estos días en los que siento que el mundo me odia y estoy sola y perdida en mitad del caos, los denomino momentos Calimero. Quién no recuerda a ese pollito negro y dramático que iba llorando sus penas por el mundo con medio huevo por montera. Un pollo bipolar que pasaba de la felicidad al llanto y de cantar a mostrarse envuelto en un mar de penas. Pues esa soy yo muchas veces. Que quiero ser feliz, pero el mundo no me deja.
El caso es que hoy abro el puñetero feisbuc, que cada día le tengo más manía y me encuentro con el cartelito de “gente que quizás conozcas” en una esquina. No le suelo hacer mucho caso, porque o es gente que no conozco de nada o es gente que conozco y paso trillones de agregar. Pero hoy estaba él ahí. Un chico al que quise tanto y tan a lo tonto que no me permito pensar en él.
Para colmo, los días que estoy así, mitad tonta, mitad subnormal profunda, pues no tengo voluntad, ni autocontrol, ni razono con claridad ninguna. Que el resto del tiempo no es que lo haga muy bien, pero mi parte racional habla. Y a veces la escucho y a veces no, pero ahí está y al menos sé lo que opina. Sin embargo estos días que me siento así en plan Calimero, depresiva y abandonada del mundo no tengo parte racional. La cáscara de huevo de mi cabeza me impide recibir las ondas de relativa sensatez.
Así que he pinchado en el perfil de ese chico. Del cantautor progre y greñudo que me robó el corazón en la universidad, que me besó bajo la lluvia, que me cantó una noche de verano por teléfono… y que nunca pasó nada más porque el destino no quiso. Y está guapo y feliz, con novia, cantando en sitios cutres de esos que tanto le gustaban y que tantas veces planeamos ir, aunque no fuimos nunca.
Y como mi parte racional no funciona, le doy a solicitar amistad. Y según le doy me arrepiento… ¿pero qué hago? ¿qué pretendo? ¿qué calimerada es esta? Pero el feisbuc es un sitio cruel, en el que deshacer tus propios entuertos es complicadísimo. O al menos para una tipa tan torpe como yo.  
Para colmo, el tío va y me acepta. ¿pero qué haces, desgraciado? ¿no ves que estoy calimera perdida? ¿no ves, a través de las ondas internáuticas, que estoy vulnerable y estúpida? ¿no intuyes mi huevo sobre la cocorota? Pues vaya con el poeta sensible de las narices.
Así que ahora somos amigos, mira qué bien. Así podré ver sus fotos con su novia, podré revolcarme en mi dolor de haberle dejado pasar, podré saber que aquello fue sólo el sueño de una noche veraniega y podré pensar cada día que él ya no lo recuerda con ese sabor extraño que lo recuerdo yo.
A ver si me pego un golpe que me casque el huevo para volver a pensar con claridad y dejo el modo calimero de una puñetera vez, que hago cada parida que no me la creo ni yo.

8 comentarios:

  1. Creo que a todos nos ha pasado. De hecho, yo tenía a un ex que también toca ahora por ahí con su grupo de música, cosas que, cuando nos conocimos, sólo eran sueños imposibles. No le di nunca a pedir amistad porque tenía el perfil abierto y podía verlo, pero un día ¡lo cerró! Me costó horrores romper la cáscara de mi cabeza y reprimir el deseo de darle a pedir amistad. Por cierto, muy buena la metáfora calimeril.

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  2. a ver, Calimera mía (cómo me ha gustado la comparación), pues ahora, igual que le diste a "solicitar amistad", lo eliminas. Si es que de verdad quieres... claro.
    Me encanta cómo cuentas las cosas. Qué tontadas digo, eso ya lo sabes.
    Un beso!!

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  3. Hola Naar:
    Tienes razón. El facebook es un invento del infierno. El otro día me pasó algo, si no similar, sí parecido. Entre esos amigos que quizás conozcas apareció mi exmujer. Pues como que me dio una cosilla ahí donde duele. Sobre todo porque cuando nos separamos ella desapareció de mi vida y, además, de un montón de redes sociales. Así que ya ves, espero que pase pronto tu momento Calimera. Menudo pollo.

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  4. Seguro que esto es cosa del cosmos... el otro día yo me acordé de un chico con el que me pude liar y no lo hice porque era más desagradable que todas las cosas. Menos mal que no le encontré en el facebook, jajajajaja.
    Un besote


    Ana

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  5. genial, genial, genial la entrada, me he reído un monton! :)

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  6. Jajajajajaaja!!! A mi, a veces, el síndrome premenstrual me dura también postmenstrual, así que me tiro todo el mes con crisis emocionales de los más variadas, jajajajajajaa!!! pero creo que a partir de ahora las llamaré Calimeradas, me ha encantado :):)):):!!
    Y ánimo mujer, que todo se pasa. En cuanto a lo del facebook, limítale el acceso a lo que puede ver de ti, se puede hacer para personas concretas. Existe también la posibilidad de "ocultar todas las publicaciones! de una persona, con eso te ahorras el borrarlo pero no te enteras mucho de su vida :):):)

    Un beso!

    PD Seguro que cuando se te pase el momento "Calimera" lo ves todo de otra forma

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  7. te podrás quejar, te podrás mosquear, te podrás fijar en puntos nuevos... pero ... ¿t has dado cuenta de lo interesante q está tu vida desde hace unos meses?

    Si es q con tan sólo pararte a pensar en esto te tiene q entrar un subidón por el cuerpo increible !!!

    besos para Ron y para tí


    Alma

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  8. Ains, el facebook... mi único ex me envió una solicitud de amistad. Me quedé blanca... no sé si luego se arrepintió. Yo lo rechacé, por si acaso.

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