jueves, 30 de junio de 2016

Mala hostia y acero valirio

Estoy en crisis. Yo, yo misma y mi ombligo. Sé que nadie tiene la culpa, pero les salpica porque
estoy de mal humor. Muy mal humor. Así que digamos que mi crisis se va extendiendo como cuando intentas hacer un souflé y eso empieza a crecer como una masa alienígena, se sale del molde, se espurrea por la bandeja del horno, sigue creciendo informemente, lo pringa todo, se quema, sale humo, te apesta la casa y le dan ganas de dar de patadas al gilipollas que te pasó la receta y te dijo que quedaban muy buenos y que eran muy típicos franceses. Me cago en tu estampa y en la puta cocina gabacha. (Basado en hechos posiblemente reales. Presuntamente reales. Le pasó a alguien que conozco. Sí, eso. A alguien.)
En fin, mal humor, decía. Creo, y empiezo a pensar que me repito, que son las hormonas. Dejé el anillo hace unos cuatro meses porque me siento gorda cuando lo llevo. Es absurdo, estoy un poco hinchada pero me cabe mi ropa (de la talla 34) de sobra, o sea, que no es que me ponga como tonelete. Pero yo me siento gooooorda. Y las tetas me crecen una cosa loca. Eso sí es objetivo, no hay sujetador apto para Naar en esos momentos. Y a veces también me afectan psicológicamente tipo estar triste, muy triste, pensar que se avecina una desgracia todo el tiempo, sufrir episodios de obsesiones recurrentes e incontrolables y ganas de subir a un campanario con un fusil de asalto y liarme a tiros. Estados Unidos, qué bellas cosas aprendemos de ti. Si yo fuera americana, ni estatua de la libertad, ni banderita ni pollas. Yo, rifle, fusil y munición a cascoporro, encaramarme al campanario, torre o lo que fuera y venga a cargarme peña.
¿Por dónde iba? Ah, sí que me quité el anillo. Y ya sabemos lo que me pasa cuando me lo quito. Que sangro unos 25 días de cada mes, la regla me dura dos semanas, me duelen los ovarios como si fueran a explotar y me pongo de mal humor. No estoy preocupada por una imaginaria desgracia inminente, no estoy tan obsesionada por cosas locas, controlo mis pensamientos recurrentes y no estoy nada triste. Pero mala hostia, la que quieras. Tanta, que lo del campanario se me hace muy cutre. Me vuelvo más tipo Juego de Tronos, en plan pillar una espada y liarme a mamporros con la sangre salpicando y yo venga a cortar brazos y cabezas y a travesar peña con mi acero valirio. Vamos, que llego a estar yo ahí, en este estado e Invernalia había caído en media hora.
Supongo que me volveré a poner el anillo este mes. Me sentiré gorda, me pondré triste, cada vez que Ron se duerma me acercaré a contar cuantas veces respira y me lamentaré de mí misma por no haber nacido en Kentucky para poder hartarme de pollo frito y comprarme un rifle.
Y es una solución de mierda, pero es que si no, esto me cuesta el divorcio antes de llegar ni al año de convivencia. Porque yo antes, cuando pasaba estas rachas de crisis mental, me encerraba en mi casa, me ponía mis series y mis pelis, lloraba hasta hartarme si me apetecía o despotricaba por todo conmigo misma. Y punto. Ahora hay un tío aquí siempre. Que me despierto y ahí está, me acuesto y ahí está. Termino de comer y ahí viene de trabajar. Y estoy harta de verle. Porque a veces, viene y me habla. O me toca. Y a mí lo que me apetece es liarme a espadazos. Y el otro ahí, con su pachorra, tan tranquilo, roncando mientras los mil demonios del averno se apoderan de mí. Y a veces hasta me dice cosas bonitas. O me da un beso o me quiere abrazar. Y yo lo que quiero es mi acero valirio. Total, que le estoy tomando manía. Luego me siento culpable y cuando me acuesto le rasco un poco la espalda y le hago un cariñito. Y se da la vuelta y me pone su enorme brazo de oso encima. Y me da calor. O pone la cabeza en mi lado de la almohada y la deja sudada. Y vuelve a enfadarme porque esas cosas no se hacen con una mujer loca y con las hormonas revueltas si quieres seguir respirando. Que llego a tener mi espada y te decapito como a Ned Stark, chaval.
Igual el problema es que mi casa es demasiado pequeña. No puedo regodearme en mi propia mierda como me apetecería sin que él esté por medio. Igual tenía que haber asaltado Invernalia.
En fin, no sé. Espero que el anillo mágico traiga de nuevo la paz al sur del muro.


P.D. Se ha terminado Juego de Tronos. En un tiempo haré crónica al respeto, pero daré margen a los que aún no lo han visto para no espoilear demasiado. Y contaré los días hasta que vuelva. I'll miss you so much, Jon Snow. I'll see you next year.  

8 comentarios:

  1. jajajajajaja es que me encantas! Para estar así, la entrada te ha quedado de puta madre. Yo creo que estar así te inspira. Debe ser. Oye que a mí cuando me va a bajar la regla.........vamos que...te pillo.
    Yo sé que hay gente que las hormonas no le afectan, oye lo que me alegro por ellas, pero no es mi caso. Unos días antes de que me baje, muto. Pero muto en serio. Yo, de normal, soy dulce, cariñosa, todo sonrisa y corazón, paciente...(un asco de oso amoroso lo sé, pero soy así, culpa de la genética que mi madre es igual) pero esos días de antes, porque cuando me baja vuelvo a ser yo, pero Ay Diosito los días de antes...me vuelvo algo así entre la Masa y la bruja mala de La sirenita y no me aguanto ni yo, y también la pago con el que me tosa, o con el que respire, sin más.
    Así que, sólo se me ocurre decirte, que pasará. Paciencia y nena si puedes evitarte las hormonas yo lo haría, no sé si puedes tirar de otro método pero es que las hormonas son una puta ful.
    Besotes y te dejo que me odies y todo durante un rato. Yo si eso de aquí a un par de días te empiezo a odiar a ti ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Guay, odiémonos mutuamente en los días chungos, jajajaja
      La verdad es que odio las hormonas, pero no tengo solución :( es eso o hemorragias todo el mes, regla en plan ganar una competición, dolores y de todo. En fin, un gusto ser mujer. Admiro a esas que lo llevan genial todo, yo no soy una de ellas :D

      Eliminar
  2. Jajajajajaja cómo se te va la ollaaaa jajaja.
    La convivencia es fatal para el amor, a ver sí público sobre el tema mañana que lo tengo en mente desde hace días. La revolución hormonal es sólo un plus.
    No hay alternativa al anillo que te funcione mejor?, yo llevé durante años un diu hormonal pero a mi no me afectaba nada, igual liberaba menos hormonas. La regla duraba un día y de salva slip, una maravilla.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La convivencia es lo peor, pero con hormonas ya es la hecatombe, jajaja
      No tengo opción a lo del anillo, píldoras no puedo y diu no me quieren poner por los quistes y la endometriosis y no tener hijos y blablablá. No sé, me ponen siempre mil excusas. Lo de la regla de un día yo lo veo como un unicorno blanco y con alas. Para mí lo mínimo, mínimo es una semana y gracias a la copa menstrual, porque antes era ir encharcada siempre con compresas de noche todo el tiempo y fatal, que parece que he matador un gorrino :(
      En fin, un gusto todo :D

      Eliminar
  3. La virgen, qué de violencia. Es curioso, en cualquier caso, que en los Yunaitet esteits siempre sean señores los que andan matando a gente a tiros porque les da un aire, me imagino que deben tener una señora Naar hasta el culo de pollo frito en casa y que su única solución es liarse a tiros con el resto porque a ver quién sobrevive a eso en casa... :P
    Yo ando igual que tú en los días pre reglosos pero además se le suma el puto síndrome nido de mierda con lo que además de que todo me molesta, todo me parece que está sucísimo y desordenadísimo y mecagonsanBlastadeo que yo venga a limpiar y el mozo venga a ensuciármelo todo (que no, pero que para mí si porque entro en modo TOC).
    Que putada vivir así todos los meses, desde luego, vuelve al anillo único y si estás gorda (de sentirte, que una 34 es para darte algún cocidito) pues oye, al peo. Pantalones más anchos o vestiditos y a sentirte secsi con tu falsa gordez pelotuda.

    Mis animicos más sentidos al muchacho que te acompaña, santo varón. jajajajaj.
    Y a tí, que ole tú. Agree total con la chiquilla que te ha comentado arriba diciéndote que la mala hostia te inspira.

    Cuando vayas a matar, avísame y vamos juntas.

    Besos y chocolates.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de limpiar me da a veces, lo que pasa es que solía hacerlo de madrugada porque también tengo insomnio, pero ahora hay un tío que quiere dormir en vez de pasar el trapo a las 4 de la mañana. Locuras suyas, oye.
      Y no sé por qué es verdad que las matanzas locas suelen ser tíos, si no tienen síndrome premenstrual de este. En fin, en una de estas te aviso y nos liamos por ahí a tortas.
      Gracias por los ánimos y más aún por los chocolates :)

      Eliminar
  4. Yo es que en esos casos no me pongo de mala leche. Me pongo sensiblona y lloro por cualquier bobada, que no sé qué es peor... Ni siquiera el desahogo del acero valirio me queda.
    Un besote, guapa, y a ver si un día tomamos unas cañitas y se te pasa el disgusto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Casi mejor la sensiblería, creo que no lleva al divorcio de forma tan inmediata, jajaja.
      Las cañas cuando quieras!! :D

      Eliminar

Estás aquí, has leído... así que comenta hombre ya!!