miércoles, 2 de julio de 2014

el cuaderno de pintácora

¿Alguna vez habéis ido a un spa? ¿Os han dado un relajante masaje de pies? ¿Os han hecho la manicura y os han quedado unas uñas preciosas? ¿Alguna vez habéis hecho algo placentero del tipo que sea?
Bien, pues no se parece en NADA a lo que he hecho yo toda la semana pasada. Me he dado una paliza importante a pintar, limpiar, rascar pintura hueca y demás tareas poco gratificantes. Me he roto las uñas, me he quemado la piel con productos químicos, me he dejado las rodillas moradas y las piernas llenas de cardenales. Me he querido volver, he sufrido ansiedad, frustración, dolor, ira y ganas de morirme o de matar a alguien.
Y diréis, mujer, por qué no te volviste a tu casa. Pues porque ese no es el estilo Naar. El estilo Naar es dejarse la piel, literalmente, hasta que hace lo que se ha propuesto. No es un estilo recomendable, ni cómodo, ni fácil. Ni siquiera inteligente. Pero es el único que conozco. Yo lo llamo el “por mis cojones”.
Así que finalmente la casa quedó pintada, limpia y como yo me había propuesto dejarla.
Los que me seguís en Twitter y habéis leído mi cuaderno de pintácora y sabéis que he tratado de tomármelo con humor porque es mi defensa para todo, pero ha sido duro. Duro de verdad. Pero por mis cojones que eso quedaba hecho. Y por mis cojones ahora estoy contracturada, agotada, dolorida y delgada. Porque eso sí, es un plan de adelgazamiento y puesta en forma estupendo. Como un campo de concentración, duro pero efectivo, oyes.
En fin, que he vuelto. Ahora tengo dos semanas por delante para solucionar mil cosas de papeleos y coñazos varios, pero al menos son tareas más livianas físicamente. Eso y contentar al gato, que anda mosqueado con mi ausencia a pesar de que mis padres vienen a cuidarle y le consienten todo como buenos abuelos.

Tooooootal, que después de esta terrible y agotadora experiencia lo único que echaré de menos del pueblo es acariciar de vez en cuando a las salamanquesas del patio que sacaban a relucir mi vena reptiliana. 

2 comentarios:

  1. Pobrecica mi niña!!! Ea, ya pasó. Ahora a descansar y disfrutar de la satisfacción de haber conseguido algo más por tus huevos. Besotes!!!

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  2. La buena noticia es que ya está hecho. Ahora sólo tienes que descansar y recuperarte de todas las heridas y moratones. :P

    Y a recuperar laconfianza del gato. Aunque seguro que no te cuesta trabajo, gracias a tu entendimiento animal (eres como un personaje Disney, solo que en vez de relacionarte con pajaritos y pececillos, lo tuyo son los gatos y las salamanquesas, que molan más) :D

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