Hace muchos años ya, uno de los tipos más peculiares que he conocido, me contó esta historia. Y aunque en el momento me eché a reír, luego me he acordado de ella muchas veces a lo largo de mi vida. Y últimamente, muy a menudo.
Supongo que es sólo una especie de leyenda urbana, o de fábula que se inventó este tío o algo así, pero la contaré como algo totalmente veraz, tal y como me fue contada a mí. Porque hay cosas que tienen más gracia así.
Había una vez un grupo de amigos que llevaba unos días en una playa desierta. Llevaban ya días allí tirados sin hacer absolutamente nada, sin moverse apenas, casi sin comer y sin cambiarse ni el bañador. Nada. El tiempo pasaba y nadie hacía nada.
De repente, uno de los chicos de grupo, salió corriendo y se tiró en plancha encima de unas chumberas. Los amigos corrieron hacia él para rescatarle. Le sacaron maltrecho, lleno de espinas por todas partes, herido, sangrando, gritando de dolor. Tenía espinas clavadas muy hondo, otras en la cara, en las manos… todo su cuerpo estaba traspasado por pequeñas pero dolorosas espinas.
Los amigos le arrastraron fuera de las chumberas y le preguntaron:
- Pero… ¿¿POR QUÉ LO HAS HECHO??
Él, que seguía retorciéndose de escozor y con espinas clavadas por toda su piel, se encogió de hombros y dijo:
- Bueno, algo había que hacer.
Y lo primero que piensa uno tras esta historia es “pues qué gilipollez, vaya tío idiota”. Ahora, hay que darse un respiro y volver a pensarlo con calma. A veces en la vida, hay que hacer cosas. Hay momentos, que uno sabe que va a salir escaldado, pero aún así, hay que hacerlo. Hay que decidirse, hay que asumir riesgos, hay que dejar que las espinas traspasen la piel. Hay veces, que algo hay que hacer. Aunque sea tirarse a una chumbera.
Yo lo interpreto como que si no se sabe que hacer y se sigue un impulso, se puede hacer una tontería.
ResponderEliminarPues no está mal la moraleja. Siempre hay algo que hacer, desde luego. Aunque sea una bobada. Pero a lo mejor luego espabilaron.
ResponderEliminarANÓNIMO: buena interpretación. no se me habia ocurrido con tanto pensar en cosas que hacer. lo que pasa es que creo que a veces incluso una tontería puede ser positiva. o necesaria.
ResponderEliminarGOYO: claro, de todo se aprende. a no tirarse a las chumberas, por ejemplo. y aún así, insisto, a veces es mejor una chumbera que la nada. o yo lo veo así, al menos.
No puedo estar más de acuerdo. Es como cuando te dicen que no juegues con fuego, que al final te quemarás. Vale, si, me quemaré y me dolerá un huevo, pero... es que si no, todo es más frío!!
ResponderEliminarSin riesgo, sin aventura, sin "a ver qué pasa"... no pasa nada. Esa es la cuestión. Como he dicho "siene y siene de veseh": LA RUTINA MATA. Más que las espinas de la chumbera.
Besossssss
Pues ya bastante daño nos hace la vida como para tirarnos a la chumbera... si es que hay gente "pa´ to".
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