domingo, 15 de enero de 2023

1 de 2023

 ¿Recordáis cuando escribía(mos) post especiales de navidad, de año nuevo, de aniversario del blog, de cumpleaños y del día que te hacían descuento en el súper? Ah, qué tiempos.

El caso es que ha empezado el 2023 y yo aún no doy crédito. No sé si ha sido por la pandemia que me ha trastocado la noción del tiempo o simplemente por la edad. Pero tengo la sensación de que los últimos muchos años han pasado demasiado deprisa y envejezco a marchas forzadas, a pesar de seguir sintiéndome una jovenzuela y de estar deseando que se acabe el frío para ponerme mis pantalones de tiro bajo. Pero ya ves, aquí estamos. Feliz año, por cierto.


He estado unos días dándole vueltas a qué escribir para empezar el año. Soy un poco supersticiosa con esas cosas, pero al final sólo he llegado a la conclusión de que mi vida es una constante lucha entre el condicional y el presente de indicativo de los verbos. “Debería” o “tendría” siempre están a la gresca con el “voy a” o “quiero”. Porque yo debería escribir un post dando gracias por el año pasado, haciendo balance o quizás nuevos propósitos que no pienso cumplir. Pero lo que quiero es hablar del sueño que tuve anoche o de la cena con los Satánicos o de lo mucho que me gustó la peli de Elvis y de que ahora Austin Butler es mi novio. Y lo que voy a hacer es... nada. Voy a escribir lo que me salga de allí, pero no lo voy a publicar. Voy a comerme un trozo de bizcocho de chocolate que he hecho esta tarde, voy a seguir leyendo Brujerías de Prattchet y voy a coger a Ron y a decirle lo muchísimo que le quiero. Y así ni una cosa ni la otra.


Y quizás la semana que viene o mañana o dentro de tres semanas, escriba algo que realmente me apetezca sin la presión del primer post del año.

Feliz Año de nuevo, a todos los que aún pasáis por aquí, a los que me leen desde la oscuridad, a los que se fueron, a los que se mudaron y ahora hablamos por whatsapp o por twitter. Que nosotros y los nuestros tengamos salud para afrontar el resto de las cosas de la vida, ese es el único deseo posible. 



3 comentarios:

  1. Yo con los años he hecho una limpia de "deberías", que me he quedado solo con los imprescindibles para vivir una vida adulta medio reponsable. Los demás, a tomar fresco.
    Besitos.

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  2. Me acuerdo, jo que si me acuerdo. En esa época, ni era consciente de cuánto estaba disfrutando ni me imaginaba que las cosas iban a evolucionar como lo han hecho en las redes. Ahora prima la imagen, los likes, el mensaje corto y el preocuparme lo que piensen de mí unos terceros que no conozco de nada en vez de molestarte en escuchar a gente tan interesante como tú. Me temo que como me da la impresión que visitas este blog cada cierto tiempo, te vas a encontrar algunos mensajes míos con retardo :-)

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  3. Por cierto, como tienes desactualizado en el enlace de mi blog (en su día lo cerré y lo he tenido que crear de nuevo) lo dejo aquí, por si quieres pasarte a recordar viejos tiempos: https://tablonamaranta.blogspot.com/

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Estás aquí, has leído... así que comenta hombre ya!!