Hace poco me contaba una amiga que
tiene ganas de experimentar cosas fuertes. Cosas como hacer puenting
o descenso de cañones o depilarse el chirri con lava candente.
Bueno, lo último lo añado yo, pero para el caso, me vale lo mismo.
Conste que yo paso de lo que haga cada uno con su vida siempre que no
dañe a ningún animal o persona por el camino. Otra cosa es que yo
tenga una opinión al respecto o sobre el grado de estupidez del
asunto, pero oye, ¿que quieres tirarte por un terraplén envuelto en
plástico de burbujas? Pues nada, al lío. Seguro que es bueno para
la industria de plástico de burbujas, que últimamente no pasa por
su mejor momento.
Luego me dio por pensar. Esta chica no
está en su mejor momento personal por asuntos que no vienen al caso.
Igual lo que quiere es sentir algo a toda costa y está buscando en
el lugar equivocado. A mí me ha pasado. Hace cosa de tres o cuatro
años (o quizás cinco, yo qué sé) cuando me quedé acorchada. Lo
pasé tan mal con mi separación, una movida que tuve con el Ross y
demás historias que el corazón se me hizo corcho. En serio. Pasaban
las semanas, los meses y yo no sentía nada. Y llegó el día que me
acojoné y pensé que había muerto por dentro. Luego no, resultó
que sólo estaba en un sueño muy profundo como el de la Cenicienta.
Sólo que como yo no soy muy romántica, en lugar del beso del
príncipe lo que necesitaba era un revolcón con un maromo
cualquiera. O algo así. No recuerdo bien lo que me hizo despertar.
Pero sí recuerdo que supe que seguía viva una noche que hablé con el Dueño de mis sábanas y algo se me movió por dentro.
De todos modos, yo siempre he sido de
cosas más de pa´dentro que de pa´fuera. Es decir, que no tengo
ningún interés en atarme una cuerda y tirarme por ahí a ver si me
doy un barrigazo o no. Nunca me ha llamado la atención poner en
riesgo mi escasa salud. Yo soy más de chutes emocionales. Así se lo
hice saber a mi amiga. Le dije, “oye, ¿tú te has planteado hacer
cosas como follar en un baño público o liarte con un tío lleno de
piercing y rastas en una manifestación de Podemos? ¿Pasarte una
noche revolcándote con un fornido policía que te cachee en
condiciones? ¿Con un bombero de larga manguera? ¿Con un soldador
con chispa? ¿Con un mecánico con el esculpido torso lleno de grasa
y el mono atado a la cintura y una llave inglesa enorme? ¿Has
valorado la idea de frungir hasta las seis de la mañana o
recorriendo todas las habitaciones de la casa?” Mi amiga me dijo
que no, que quería un subidón físico de adrenalina. Y yo qué sé,
yo soy rara, pero sigo pensando que hay más chute de endorfinas en
que te besen por sorpresa, en que te cojan con un brazo por los
riñones y te levanten del suelo, o en saber que estás haciendo algo
un poco prohibido que en poner en riesgo tu vida. Llamadme loca, pero
lo que me gusta es vivir con intensidad, no jugarme el no cumplir más
años. Además, empiezo a sospechar que mi amiga ha frungido poco y/o
mal para pensar que va a liberar más tensión saltando de no sé
dónde que sudando con otra piel que no sea la suya. Eso, o yo soy
una golfa que te cagas, que también podría ser. Porque hace ya un
tiempo, una conocida que es una moñas de cojones (a parte de la
reina del drama) me dijo que ella no sabía vivir sin amor y le
contesté “¿Sin amor? ¿Has probado a vivir sin sexo?” A lo que
ella me insistió que el amor mueve el mundo. Mira, no. El mundo se
mueve por la gravedad, las leyes físicas, las fuerzas centrífugas o
yo qué cojones sé. El amor está bien, pero tampoco hace falta
para respirar. Que el sexo tampoco, ya lo sé. De hecho, yo he pasado
largas rachas sin frungir por diversas razones que incluyen la
abstinencia voluntaria. Pero mira, qué quieres que te diga. El sexo
no mueve mi vida, el amor no mueve el mundo, nada mueve nada más de
lo que tú quieras. Ahora bien, un empotramiento en condiciones igual
sí que menea un poco el cabecero. Y total, saltando de un puente no
meneas nada de nada.
En fin, que cada uno se desfogue como
quiera, pero a mí que no me esperen para saltar de un puente, a mí
que me busquen teniendo aventuras de piel para dentro que poder
contar cuando sea vieja para escandalizar a mis gatos.
P.D. Si estás chunga emocionalmente no
te rapes la cabeza, no hagas puenting, no te enamores de quien no
debes y no, no frujas con el primero que pase. Que yo me tome las
cosas a broma no significa que las ponga siempre en práctica. Si lo
estás pasando mal por lo que sea, igual lo mejor que puedes hacer es
estarte quietecita, lamerte las heridas, buscar soluciones o
autoanalizarte un poco e ir a la raíz del problema. Digo yo, vamos.