Este año será recordado como el año del fracaso. Estoy segura. El año en que todo lo que he intentado me ha salido mal. Pero no importa. Fracasar es la oportunidad de volver a intentarlo.
He dicho varias veces en estos días que estoy dando vueltas a si hacer repaso del año, o propósitos de año nuevo o algo, ya que se supone que es lo que procede en estas fechas. Pero para acabar de rematar el año, me he cogido un catarro de esos que hacen afición y ando cabizbaja y desganada.
La verdad es que ha sido un año duro. Sin un minuto de tregua. Y es que la vida con el desequilibrado de mi ex era así, a salto de mata, siempre con planes y siempre metidos en algún embrollo. Aún trato de solucionar los que dejó a medias.
Decía, por tanto, que ha sido un año agotador y difícil. Pero el lado bueno es que no hace falta mucho para que el siguiente sea mejor. Como es tontería hurgar en las heridas y más aún cuando están tan recientes, lo mejor es dejarlo ahí y pensar en el Año Nuevo. En lo que vendrá, en lo que puedo hacer a partir de ahora. Como yo no hago propósitos porque luego se me olvidan y no suelo cumplirlos, haré una comparativa para ver en lo que salgo ganando.
- Este año no voy a tener apenas regalos. Pero el año pasado tampoco tuve muchos. Al menos creo que ahora los Reyes me traerán una caldera nueva que funcione. Y año pasado el desequilibrado me regaló un puf, a pesar de pedir encarecidamente que no fuera nada para la casa. Lo más gracioso es que cuando vino a recoger sus cosas, se lo llevó. Total: empate.
- Este año paso las navidades sola. Pero el año pasado las pasé repartidas entre su familia y la mía, soportando a la maleducada de la suya. Y siempre vale más estar solo que mal acompañado… creo que salgo ganando.
- Este año tengo la casa a medio amueblar, tengo una banqueta plegable en vez de mesilla de noche, las cosas del baño de arriba en cajas y el baño de abajo está estropeado. Pero el año pasado vivía en una casa de alquiler que daba fallos por todas partes, a broncas con el casero y esta casa parecía un solar de Kosovo. Al fin y al cabo, salgo ganando.
- El año pasado tenía trabajo y aunque fuera sólo algo temporal me hacía sentir útil y ocupada. Este año no tengo nada, estoy haciendo un curso de posgrado y de momento hay pocas expectativas de que este año lo del trabajo remonte. Salgo perdiendo.
- El año pasado estaba embarcada en una relación abocada el fracaso, llena de altibajos y que me hizo realmente infeliz. Este año estoy sola, tengo cierta sensación de fracaso pero saboreo la libertad y la posibilidad de hacer lo que quiera. Tengo el convencimiento de que podré hacer algo mejor con mi vida que ser la chacha de alguien que me humilla y me llama mantenida. Salgo ganando. Y mucho.
Seguro que se me olvidan muchas cosas, pero quiero insistirme a mí misma en que el balance es positivo. En que a pesar del moqueo, del mal cuerpo y del proceso catarral en general, estoy bien. Y que lo que viene por delante seguro que será mejor. Quiero creer que dentro de un año estaré aún mejor, estaré más segura, más fuerte, más viva y con más proyectos por delante.
En fin, puede que escriba antes, pero por si acaso, espero que todos vuestros deseos se cumplan el año próximo, que el 2011 sea el gran año de la gran remontada y que poco a poco todos veamos la luz. Y sobre todo pido salud, como siempre. Salud para superarlo todo, salud para crecer y equivocarnos y volver a empezar. Salud para el año que viene volver a hacer balance.