Este fin de semana decidí ver 50
sombras de Grey. Por que la vida es larga y puedo permitirme perder
dos horas, al parecer. O quizás porque a mí sí que me gusta el
sado. Yo qué sé. A ver si soy capaz de llegar a transmitir, aunque
sea remotamente, el horror que me ha producido esta película.
Empezaré por decir que no he leído
los libros. Me bajé un par de capítulos de internet (igual que la
peli, por cierto, no penséis que me he gastado pasta en el cine)
para ver de qué iba el tema. Además busqué los que se suponía que
eran más subidos de tono para ir directa al meollo. Pero claro,
estoy acostumbrada a leer al Marqués de Sade desde la adolescencia,
no va a venir ahora la tía esta a escandalizarme con su erotismo
light de medio pelo. Eso, y que a mí la mala literatura me
deserotiza la vida misma. Total, que leí un poco y viendo que no
estaba ni interesada ni cachonda, desistí por completo del tema.
Ahora está la peli. Que yo, inocente
de mí, creí que era una y ya. Pero no, claro, cómo va Hollywood a
perder la oportunidad de enriquecerse con varias películas de
mierda. Así que creo que es sólo la primera parte de una trilogía
que con un poco de suerte, alargarán un poco más aún como con los
vampiros crepusculeros, aunque no es seguro. El caso es que cuenta
sólo el primer libro.
Si no la habéis visto os la voy a
resumir fácilmente: no trata de NADA. Una sosaina y un psicópata
que a veces follan, pero no se vé. Eso es todo. O sería todo de no
ser por el mensaje tan chungo que una vez más se envía a través de
estas películas de mierda.
Empezaré diciendo que no tengo nada en
contra del tema sexual que es lo que más fama ha dado a esta saga de
mierda. Me parece bien que cada uno folle como, donde y con quien
quiera. Incluido el bondage, el sado o lo que a cada uno le parezca
bien. Sólo hay una premisa: que los dos quieran. Si ambos lo aceptan
y lo disfrutan, por mí como si se meten petardos encendidos por el
ojete. Además, francamente, a mí tampoco me parece para tanto. Será
que vengo de Sade, pero a mí los azotes y las cuerdas como que me
saben a poco.
En fin, lo que sea. A mí lo que me
preocupa, y mucho, es el comportamiento de él fuera de la cama.
Porque te lees la descripción del personaje y dicen que es un obseso
del control. Y a no ser que eso signifique que es un puto sociópata
que te acosa y te maltrata por todos los medios posibles, me parece
que se queda muy corto. El tal Grey prepara un contrato para que la
tía firme, donde acepta todos sus jueguecitos sexuales y demás,
añade clausulas como que ella comerá de lista de alimentos que él
le proporciona, que no beberá, ni fumará, ni saldrá hasta tarde y
que tomará pastillas anticonceptivas que le recetará el médico que
él elija. Eso no es control sexual. Eso no es un juego cachondo en
tu cuarto rojo de la mierda. Eso es creerte dueño de la vida de
alguien e interferir en asuntos que ni te van ni te vienen. Eso,
queridas, es maltrato. Con todas las putas letras. Porque este tipo
es un maltratador. Que la sigue vaya donde vaya. Le habla
constantemente con imperativos. Que no le permite ir a visitar a su
madre. Que la pega, con la excusa mala del sexo, pero la pega. A mí,
de verdad, se me ponen los pelos de punta. Y no sé si seré sólo
yo, porque al parecer hay un buen montón de tías cachondas perdidas
con la historia. Supongo que porque el tipo es guapo, joven y rico. Si el menda se pareciera a Torrente, sería un
acosador de mierda. Y a mí, bicho raro, me parece que el físico no
importa tanto cuando un tío te hace la vida imposible. Me parece que
no hay quien se ponga a tono si sabes que te va a zurrar la badana.
No hay quien moje bragas con un menda que te controla hasta cuando te
tiras pedos. De verdad que no veo el erotismo, la liberación sexual
ni nada de nada en el asunto.
Y es que soy gilipollas. Sabía que la
película no me iba a gustar. Sabía que el mensaje me espanta. Pero
aún así pensé que quizás fuera amena, sensual o algo. Pero lo
único que hizo fue revolverme las tripas. Hablé del tema con los
vampiros de la picha fría, pero en este caso es llevarlo al extremo.
Y yo lo único que pensaba y lo único que repetía durante toda la
película era ¿pero por qué esta tía no sale corriendo? ¿por qué
se queda ahí? ¿porque el tío es joven, guapo y rico, sobre todo
muy rico? ¿es que nadie le ha dicho que hay que alejarse de la gente
así?
No puedo, no lo soporto, no lo aguanto.
Hay algo dentro de mí que sangra con estas cosas. Porque lo he dicho
mil veces, el feminismo no es sólo educar a los hombres para que nos
traten con respeto, es educar a las mujeres para que se hagan
respetar, para que se den a valer. No eres un trapo, no aceptes lo
que no quieres, no tragues con mierda, no aguantes, no pases miedo,
no te vendas, no te regales.
Y no me digáis la mierda de “al
final de la película ella se va porque no acepta las normas”. NO.
Se va, pero vuelve. Y es más, al final de la trilogía, se casan y
tienen hijos. ¿¿Qué cojones me estás contando?? Me asquea hasta
la nausea ese mensaje de que el amor lo puede todo. Porque no es así.
El amor no va a cambiar a un loco, a un pirado, a un puto maltratador
de mierda. Que se lo digan a todas las mujeres muertas y seguramente
muy "enamoradas" que mueren cada año a manos de sus parejas,
posiblemente muy “enamorados” también. El amor es otra cosa muy
distinta. Y no hay que cambiar a nadie. Y no hay que hostiar a nadie.
Y no hay que firmar contratos absurdos. Y no hay que dejar que te
peguen, que te vejen, que te humillen, que te vapuleen, que te
controlen, que te pongan normas. No, no y no. Que luego nos
sorprendemos de que en las encuestas los adolescentes vean como
normal comportamientos que asustan. Que nos han dicho que los celos
son parte del amor y que controlar un poco al otro es normal e
incluso bueno, porque significa preocupación, interés, yo qué sé.
Y no, joder, no. Todos esos vicios de las relaciones que hemos
aceptado como normales pueden llevarnos a extremos chungos. No
siempre, está claro, pero tampoco son un buen comienzo.
Y digo más: no sé en qué mundo de
mierda vivimos en el que cuando dices que puedes ser feliz con tu
pareja, que no te pone límites, que tú haces lo que quieres y no
das explicaciones, como él lo hace y no se las pides porque
simplemente hay confianza, la gente te mira raro. Sin embargo, cuando
una pareja discute cada dos por tres, tienen celos, se obligan a
llamarse o a wasapear cada cinco minutos, es normal.
Y yo... yo de verdad que no entiendo
nada.