Como es normal, paso días mejores que otros. Y momentos también mejores que otros. Pero no es por nada raro. Es mi cuerpo, que es estúpido y no responde. Me faltan las fuerzas, me tiemblan las piernas y se me encoje en estómago. Pero respiro hondo, una dos, veinte veces. Bostezo, a ver si me hiperventilo o algo.
Pero bueno, en general bien. Me alegro tanto, pero tanto, de este paso, que no me lo puedo creer. Hace tanto tiempo que ya no quería a mi ex desequilibradomental, que la vida era muy difícil. Y no sé si él me quiso alguna vez o no, pero tampoco me importa.
El cualquier caso, siempre creí que el amor está sobrevalorado. Estar enamorado no es fundamental. Es más importante sentirse bien con uno mismo, aprender a estar solo y hacer lo que se quiere, luchar por los sueños y por los objetivos a corto plazo. Ir pasito a pasito, caminando firme y seguro.
De todos modos, digo esto a la vez que me sujeto el corazón porque acabo de hablar con amordemivida. Soy contradicción en estado puro. La verdad es que nunca he dejado de estar enamorada de él. Y ahora me planteo intentar recuperarle. Puede que no lo tenga fácil, pero no puedo quedarme con las ganas de intentarlo. Estar con desequilibradomental me ha ayudado más aún a darme cuenta de lo que tenía y he perdido. Incluso en todo este tiempo he seguido sintiendo que amordemivida era eso, el amor de mi vida. No ha habido un día que no haya pensado en él y que se me haya ido la idea de que terminaría los días a su lado. Por eso ahora sólo con escuchar su voz se me calman los males y me digo que puede ser.
Recuerdo un capítulo de los Simpson en el que Homer está llorando porque Marge ha ido al baile con otro. Ella se acerca y le pregunta qué le pasa y Homer dice: “cuando pienso una cosa hay algo que me dice sí, algo que me dice no… ¿cómo es posible que la única vez que estoy completamente seguro de algo esté equivocado?” Pues eso es lo que me ha pasado siempre con amordemivida. Que siempre he estado segura de que era él. Sólo que yo era estúpida e inmadura y le perdí. Pero siempre ha sido él. Como aquí tengo libertad absoluta de movimiento, ya contaré qué pasa.
Mientras, sigo con Roncito ronroneando encima de mis piernas. Al principio estaba extrañado de que no hubiera muebles, pero conmigo se conforma. Ron y yo con estar juntos lo tenemos todo hecho. Además no echa de menos nada. Total, estaba siempre conmigo y su examo no le hacía demasiado caso si no era para regañarle. Así que mi gatito y yo estamos genial en nuestro sofá nuevo, queriéndonos tanto que por ahora no necesito más.
mmmm... ¿a quién me recuerdas? ;D
ResponderEliminarNo sabes lo que me alegro. Bueno, si lo sabes, al fin y al cabo eres CONTRADICCIÓN pura. Como yo.
Mil besos.
Yo te diría que frenaras un poco, y disfrutes de ti misma, pero quién lo sabe mejor eres tu.
ResponderEliminarLo digo para que no te hagan daño de nuevo.
Bueno ya nos irás contando como va todo, besos guapa