Siempre he dicho que si en la próxima vida me dejan elegir, no soy mujer ni de coña. Y hombre en realidad tampoco. Tendría que hacerme gay para no aguantar a una tía a mi lado y a mí el rollo del culo no me excita nada. Bueno, el tema, que no me gusta mucho ser humana. Menudos líos que montamos, oyes, con lo tranquilito que está Ron, con sus horas de comer, su ama todo el día pendiente de él y con sus miles de sitios donde dormir una buena siesta.
El caso es que hoy yo no estaba de buen humor. Las hormonas controlan mi vida y me la hacen muy difícil, las perracas. El caso es que cuando estoy con la regla suelo tener el humor variable. Igual estoy muy eufórica, que muy triste, que muy, pero que muy enfadada. Y no, no es que me dure la regla todo el mes, es que yo soy así, sólo que en esta semana, las cosas se vuelven más extremas. Aún.
Además la regla me provoca efectos secundarios extraños, como por ejemplo:
- Me quedo dormida en todas partes y circunstancias. Hoy me he levantado, he desayunado y me he dormido, inexplicablemente, cuando me iba a vestir. Me he despertado una hora después, confusa y dolorida, hecha un higo en el sofá.
- Tengo calor. Mucho, mucho calor. Yo, la persona más friolera del mundo, que en pleno agosto se le quedan los pies helados si no lleva calcetines. Yo, que duermo sobre una manta eléctrica tamaño cama y que necesito mantas hasta que apenas pueda moverme. Pues yo, esta semana, muero de calor. No puedo ni acercarme a una estufa, un solo jersey me agobia, duermo destapada y tengo que quitarme a Ron de encima porque su calor me mata. Sudo, cosa que no hago nunca y siento como el calor emana de mi interior. Es raro, pero mi madre dice que es lo que se siente con los sofocos de la menopausia. No sé si alegrarme y todo.
- Me obsesiono con los olores. Todo huele raro. Y no es mal, ni bien. Es “raro”. El aceite de la freidora: raro. El aliento de Ron: raro. El pasillo de los detergentes del mercamoñas: raro. Yo misma huelo raro y me lavo y perfumo compulsivamente, pero el jabón y la colonia también huelen raro.
- Me hincho como un globo. Y no es la tripa hinchada normal, no. Toda yo soy una enorme burbuja a punto de explotar. Las piernas, las caderas, los brazos… todo se me hincha.
Y eso sin contar con los dolores propios de asunto. Me he llegado a desmayar por un dolor de ovarios. El médico llegó a la conclusión de que cuando se me revientan los quistes mi cuerpo me protege del dolor desmayándose. Al parecer mi cuerpo es estúpido, porque para protegerme de un dolor, me expone a caídas, coscorrones, choques de toda clase y accidentes de diversa gravedad según la situación. Gracias a Dios nunca me ha dado por desmayarme en una escalera o conduciendo por ejemplo.
En fin, es todo una gracia. Y eso, que desde que estoy hormonada y uso el anillo mágico (al estilo de ese de la peli) estoy mejor. Mejor que antes no significa necesariamente bien. Solo es que no estoy al borde de la muerte.
Luego, claro, veo esos anuncios en los que las pavas se han fumado la compresa y se preguntan a qué huelen las nubes y yo pienso, “pues raro, ¿a qué van a oler? ¡Si todo huele raro!”. Y esos otros, de tías que se alegran de ser mujeres, tan felices ellas haciendo cosas estupendas que yo no hago ni en los días que no tengo la regla y me dan ganas de matarlas. O de que prueben mis ovarios un mes. Hala, guapa, ahora ten narices a decirme que mola mil ser tía.
Y eso sin hablar de tampones. Que los tengo prohibidos por el médico. Al perecer pueden provocar que mis quistes se hagan más fuertes y poderosos y acaben conmigo. Además hacen que mi útero se contraiga de no sé qué modo que provoca contracciones tipo parto y la muerte por sobredosis de ibuprofeno.
Esto es la pera de divertido, de verdad. Y yo no dejo de hacer cuentas: llevo casi 14 años con la regla y estoy desquiciada. Contando con que tengo 27, me quedan como mínimo otros 14, que multiplicados por 12 meses, son al menos 168 reglas. Igual me suicido antes.
jajajajaja me encanta tu descripción!!! (lo siento, ya se que es jodido, pero lo cuentas con tanta gracia..)
ResponderEliminarHabla con tu ginecólogo, o si se resiste cambia directamente, nena. Yo también soy poliquística, y hace año y medio que me quité por arte de magia la regla, los dolores, la migraña, el síndrome premenstrual, la mala leche, el arito mágico (lo llevé cuatro años) y el odio al mundo en general. Cerazet se llama el milagro.
Un besote enorme. Te escribo estos días!!
Buffff... a mí se me pasó una temporada larga. ¿cómo fue aquél remedio raro? mmm, ah, sí, embarazo. Estaba embarazada. Mmmm, no te lo aconsejo mucho, en ésta etapa de tu vida. Además, te hinchas incluso más, eh?, y también huele rara toda la comida y la gasolina y...
ResponderEliminarhola!
ResponderEliminarno veas como te comprendo... bueno yo no me desmayo ni nada de eso, pero me pasan otras cosas: a veces me da taquicardia, escalofríos y cosas así. Ganas de llorar permanentes.Debilidad muscular. También muchísima hambre. Y por supuesto un dolor brutal, que sólo se va con ibuprofeno, pero como durante esos días también me duele el estómago, no puedo.
¿Qué es eso del Cerazet? lo voy a buscar...
Jo, pues no sé. A mí me dolían los ovarios de forma demoníaca xD. Pero me puse a tomar la píldora y me fue mejor. Me engordé porque comía descontroladamente (pero tampoco una exageración, lo de engordar digo), aunque realmente pude haber cogido kilos más por la edad que por otra cosa. Y como ya de por sí, la regla me dolía un huevo (sí, del ovario), pues ni me ponía de mal humor, ni contenta ni nada de eso. Ahora con la pildo, sí que noto a veces que estoy un poco más ciclotímica, pero con mi chico ya no noto tanto montaña rusa de emociones... el entorno hace mucho, digo yo...
ResponderEliminarNo sabes cómo te entiendo, no lo sabes... Muy graciosa la descripción, por cierto. Y lo que nos queda por delante mejor no contarlo...
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