A todos nos acojona un poco envejecer. No mola ver que tu piel ya no es tan fresca y lozana como era. No mola ver que las ojeras ya no se quitan aunque duermas diez horas seguidas. No mola ver que te han salido manchas por el sol. No mola ver a esa tía rara que te mira al otro lado del espejo cada mañana. No mola. Y quien diga lo contrario, miente.
Eso sí, los años tienen ventajas a nivel emocional, personal y espiritual si sabes aprovecharlos. La madurez te da ciertas habilidades que hasta hacen que compensen las arrugas y la flacidez. Pero aún así, hay días en los que te tiras de los pelos, te pones ante el espejo y te pellizcas las mejillas. Te dices la gran frase: “yo esto antes no lo tenía así…”
A veces la depresión es tal, que empiezas a pensar majaderías como darte potingues hipercaros que en realidad tienen la misma efectividad que la crema nivea de caja azul que usaba la abuela. O, incluso en casos extremos te entra el yuyu de hacerte tratamientos aún más caros de esos que incluyen pincharte cosas tóxicas, venenos de animales exóticos o extracto de pelo de unicornio. Budú si hace falta para combatir la temida pero inevitable vejez. Y ni os cuento hasta donde llega la paranoia si una sale con un chico más joven y guapo de lo que debería. Ejem.
Sin embargo, el jueves llegué a la conclusión de que nunca, nunca jamás me infiltraré bótox de ese. Que no es que me molase la idea antes. Pero es que ahora sé lo que se siente y no me gustó nada la experiencia.
Todo empezó con una muela del juicio que tenía que quitarme. Fui a ello y mi dentista es muy generoso con la anestesia. Muuuuuy generoso. Así que cuando llegué a casa aún tenía más de media cara dormida. Podía moverla, sí… pero hablaba como Carmen Lomana. Y no os cuento la odisea de beber agua o de soplar la comida con el bigote caído al estilo Aznar. Me preguntó cómo se las apañan todas las celebritis esas que se dejan la cara paralizada a base de caros jeringazos. Pero las cosas como son: arrugas ni una. Cero líneas de expresión. Cara hollywoodiense a tope. Llegué a pensar que tenía sus ventajas el asunto. De no haber sido por el agujero negro de mi encía y de la ligera hinchazón en el maxilar al estilo del padrino, me habría hecho unas cuantas fotos aprovechando el rejuvenecimiento.
Ahora en serio… Dicen que de joven uno tiene la cara que Dios le da y de mayor, la que se merece. Así que en serio, asumamos las cosas, aprendamos a envejecer con dignidad y no tratemos de ser muñecas ridículas y recauchutadas sin expresión que se parecen las unas a las otras.
Y por último: mi dentista es una gozada. A parte de que te pone mucha anestesia (muuuuuucha) no hace nada de daño, es un cirujano maxilofacial de la hostia, me ha sacado las cuatro muelas del juicio enteritas, sin romperlas ni follones y sin apenas consecuencias. He podido comer desde el primer día, no se me ha hinchado la cara, no me ha dado ni un problema. Y además es el papá de mi amigo A y me lo hace gratis. Así que si alguien quiere un dentista o probar qué tal le sentaría el bótox, que me lo diga y le mando a la consulta.
es dificil lo de que el crecer se vea tanto.. yo lo llevo fatal con 3 canillas que tengo por ahi sueltas... ajajjajja.. pero ves de la cara y eso la verdad es que no me preocupo mucho...
ResponderEliminarlo que mas me ha molado es lo del dentista!!! ya me guataría ir a mi y no notar nadaaaaa!!
pero bueno, a lo que íbamos que lo mejor es que tengamos arrugas de expresión, estoy contigo totalmente!!!
Pinchazos a diestro y siniestro?? como que no, es mejor y más barato meterse en la cabeza que las arrugas pueden ser bonicas.
ResponderEliminarEstoy pensando seriamente en ir a Madrid sólo para ir a tu dentista, el mío es un carnicero... menos mal que hasta dentro de muuucho tiempo no lo tengo que ver jaja
Siempre serás mi mucho bonita...
ResponderEliminarSi necesito un dentista te aviso, no lo dudes.
ResponderEliminarLa verdad es que es una lata descubrirse cosas de repente que antes no estaban ahí o sí estaban pero tenían un aspecto diferente pero, oye, antes estaba más lozana pero bastante más descerebrada también. No se puede tener todo y coincido contigo en que prefiero envejecer con dignidad a andar por la vida como la prima de Robocop. Un besote!!!
No tienes ni idea, con lo glamouroso que queda parecer una muñecha hinchable. Me alegro de que no hayas tenido consecuencias, hay gente que lo pasa fatal :S
ResponderEliminarQue no me pilla cerca sino probaba, aunque he de decir que estoy contenta con mi dentista aunque de generoso con la anestesia no tiene nada. Apoyo eso de envejecer con dignidad. Biquiños!
ResponderEliminarBueno, a mi que en verdad me asusta un poquito cuando se trata de sacar muelas ._. yo quisiera tener un dentista asi, que sea generoso con la anestesia T_T
ResponderEliminarPues yo quiero un dentista como el tuyo! Lástima que me pille un poco lejos...
ResponderEliminarY de botón, ni hablar, que yo sé de que bacteria sale eso y ni loca.
Mira qué bonico el corrector, que me ha cambiado "botox" por "botón"...
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