Por pura deformación profesional, mi
padre abre cartas como el que come pipas. De forma totalmente
automática, sin prestar la más mínima atención. Le pones un taco
de cartas delante y él, pone el piloto automático y ras, ras, ras,
abre los sobres, ojea lo que hay dentro, ésta vale, ésta no,
propaganda, factura, factura... y en cinco minutos te las despacha
todas. El problema es que no mira el sobre y como mi madre no las
administre antes de que llegue él, abre las que vienen a su nombre,
las que vienen al de mi madre, las que aún llegan al mío y las que
son para un señor ruso y se han extraviado.
El otro día subí a su casa y les
recogí el contenido del buzón. Mi padre empezó con su tarea y por
suerte me di cuenta de que uno de los sobres no era para ninguno de
nosotros, si no para la vecina de arriba y el cartero por error la
había echado en el buzón de mis padres. Se la arranqué de las
manos en el último momento y le eché un poco la charla.
- Jo papá, es que no miras, abres todas las cartas como el que come pipas y no te enteras de para quién son, anda que si llegas a abrir la de Vecinadearriba luego qué vergüenza, de verdad.
- Ajá.
- ¿Papá?
- No, esto no vale, es publicidad, lo puedes tirar.
- Papá, que casi abres una carta de Vecina, que no mola.
- No, no, ya te digo que no vale.
Visto que mi padre no me escuchaba
porque estaba en modo abrecartas compulsivo, me fui a mi madre, le
conté el rollo y le di la carta de la vecina rescatada en última
instancia.
- De verdad que papá es un caso, hay que mirar, hombre. ¿No ves que es de un banco con el que vosotros no trabajáis? Joder, pues no la abras. Que luego es una vergüenza. A parte de un delito, pero bueno. Que hay que tener cuidado, hombre yaaaa.
Como veis soy una persona cuidadosa,
responsable, respetuosa de la intimidad ajena y... el objetivo
preferido del karma.
Unos días más tarde del incidente con
mi padre, llegué a casa a medio día y vacié mi buzón. Yo vivo
sola, sólo llegan cartas para mí, lo que unido al gen paterno de
abrecartas automático desató la tragedia. Así que según subía en
el ascensor me puse a lo mío. Ras, ras, factura del agua. Ras,
factura del gas, me cago en la lechejodía con el invierno y la
calefacción. Ras, ras, factura de la luz, joder, qué robo a mano
armada. Ras, ras, publicidad. Ras, ras... ¿qué es esto? ¿por qué
me escriben los de la OCU? ¿Por qué me llaman “estimado cliente”
y me hablan de mi permanencia con sus servicios? What the fuck is
this? Pero llegué a casa, tiré todos los papelajos en el mueble de
la tele, cosa que también he heredado de mi progenitor, y me fui a
hacerle cucamonas al gato y a prepararme la comida.
Sólo una semana más tarde descubrí
que ese sobre no era para mí. Que estaba a nombre del vecino
Roncador de enfrente. Y ahora no sé si echarla en su buzón de
soslayo abierta y todo, si deshacerme de las pruebas del delito o si
llamar a mi padre y decirle que le quiero y que nunca ha hecho falta,
pero que desde luego jamás dude del honor de mi madre porque está
claro que no son necesarias pruebas de paternidad. Me cago en el karma, en la OCU y en el gen abrecartas.
Qué curioso! Antes hablas, antes te pasa. Esto del karma es que no falla, por lo visto. Jajaja dale un abrazo a tu padre bien gordo.
ResponderEliminarGordo el abrazo, no él. Pobrecico.
EliminarPues menos mal que no vives en mi casa, lo pasaríais mal tu padre y tú xD Aquí lo que menos llegan son cartas para mí, pero me paso el día recibiendo cartas para unos chinos (creo que son antiguos inquilinos pero no hay manera de localizarles...) y para un tío que vive dos calles más allá (y por alguna razón el cartero sigue empeñado en dejarme a pesar de que los nombres de las calles son bien distintos).
ResponderEliminarSaludos!
Ainis94
Uffff. La verdad es que tiene que dar mucho corte... Yo se la echaría disimuladamente en el buzón por si es algo importante, aunque si la dirección que viene en el sobre es la tuya, mejor que se la des en mano y se lo expliques porque, de otro modo, va a saber perfectamente quién la abrió... y eso no mola.
ResponderEliminarDesde luego, como dicen en mi tierra, lo que se hereda no se roba. Jajajajaja. Besotes!!!
Jajajaja yo no sé cómo será tu padre... En mi caso, yo me llevaba lo ocurrido a la tumba!
ResponderEliminarEs que es normal... a mi casa todavía llegan cartas de antiguos propietarios, que digo yo que si tuviera foto de la tal gema cañete iría a cobrar el plan de pensiones tan jugoso que tiene...
ResponderEliminarAsí que tranquila, si te remuerde la conciencia se lo dejas en el buzón y si no... pues a otra cosa, mariposa que culpe al cartero!!!
Besotes.
No te preocupes, ojos que no ven... Tíralo a la basura, seguro que si es algo importante volverán a mandarle otra carta.
ResponderEliminarSaludos.
Espero que a estos acontecimientos que te han ocurrido los declares Top Secret a tu padre, sino va a tener cachondeo para rato. Está claro que, nos guste o no, heredamos los genes de nuestros padres. Tu tienes el gen abrecartas compulsivo y yo, por ejemplo tengo el don de colgar antes de que digas la H de "Hasta luego". Son cosas que no podemos evitar... ¡Maldita genética!
ResponderEliminarUn beso.