Hace no mucho, curioseando entre la
enorme colección de libros de casa de mis yayos, me topé con El
sexo en la historia de España, de Federico Revilla (edición de
1973, ojo). Y obviamente, tras conseguir el permiso oportuno, me lo
traje a casa. El libro es una joya. Yo esperaba una especie de manual
sobre la moralidad y las buenas costumbres, pero nada más lejos. Si
bien es cierto que el título promete algo más explícito que lo que
se muestra en el interior, no decepciona en absoluto. Narra la
historia desde el punto de vista de las relaciones humanas, afectivas
y sexuales, desde el amor inalcanzable que cantaban los caballeros a
sus bellas damas en la Edad Media al despiporre de los sesenta con el
español bajito, calvo y regordete llamado Paco correteando tras las
suecas (¡¡ay, madre, las sueeeeecas!!) Y todo contado con gracia y
de forma más que amena. Incluso se atreve con la homosexualidad a la
que no tacha de enfermedad ni de nada parecido, si no que dice que
por problemas de aceptación social siempre ha sido menos explícita
en sus afectos públicos. Y sugiere la posible aparición de un
tercer sexo, en el que haya personas más ambiguas que decidan estar
a camino entre los dos sexos tan diferenciados hasta entonces. A mí,
poniéndolo en el contexto de los años, me parece más
revolucionario eso que el Grey ese, oye.
Y eso sin hablar del apartado en el que
se pregunta si la deshumanización creciente y las computadoras
acabarán por sustituir el sexo tal y como se conoce (o conocía)
haciendo unas más que interesantes reflexiones al respecto.
Haciéndonos pensar que todo es cuestión de modas y de culturas, que
hasta para meterse en la cama el contexto es lo que más condiciona.
El sexo es algo que no siempre se ha practicado igual. Bien haya sido
por machismo, por mojigatería, por presiones sociales o religiosas,
algo que debería ser tan primario y natural como la vida misma ha
evolucionado con el tiempo.
Y es que debido a la moda chunga que se
ha extendido con el señor Grey, el tema de las fantasías sexuales y
de los límites se ha dado varias veces en las últimas semanas y yo
he tenido que recurrir a este otro libro como tabla de salvación.
Oiga, que no todo siempre ha sido igual y que nada permanece estable.
Que como he dicho en más de una ocasión, a mí me parece que cada
uno debe tener sus gustos, sus fantasías, sus inclinaciones y sus
morbos ocultos o públicos. Pero hay que pensar SIEMPRE que el sexo
es cosa de dos. Porque si lo practicas solo se llama masturbación y
ahí como si quieres ahorcarte para sentir más placer. Que ojo, se
llama asfixia autoerótica y son bastantes personas las que han
muerto ya en tales circunstancias porque se les ha ido la mano... y
la cuerda. Pero el caso es que lo que a una persona le puede parecer
de lo más placentero a otra le puede horrorizar y viceversa, por lo
que hay que tener en cuenta lo que el otro quiere o lo que no. Y no
traspasar la línea que te marcan. Si quieres otra cosa, busca otra
persona.
Supongo hoy en día tenemos suerte.
Pertenecemos a una generación y a un mundo en los que ya apenas hay
tabús. Todos podemos hacer lo que nos plazca con cuantos nos plazca.
Si nuestra pareja no nos satisface, podemos cambiar. Y si no, siempre
queda el recurso de las profesionales, que quizás acepten (por las
razones que sean) prácticas que las chicas digamos “normales” no
querríamos hacer. Y a raíz de esta idea pensé que quizás con el
tirón del Grey habría salas rojas por todas partes para hombres que
quisieran azotar o mujeres que quisieran recibir más palos que una
estera, pero lo que encontré fue sorprendente. Tengo que profundizar
en mi investigación porque es muy divertida, pero lo primero con lo
que me topé fue con un servicio que ofrecen en el local de escorts Perla NegraBCN, donde
ofrecen masajes sensuales, con o sin final feliz, con rollo tántrico
o con plumas y artilugios de lo más agradables. Que de repente me
surgió la duda. Sé que es menos peliculero, que suena menos
escandaloso y que posiblemente no hubiera vendido chorromil libros,
pero yo prefiero el masaje que el apaleamiento. Me parece más
bonito, más erótico, más sensual y más agradable. Me parece que
ambos puedes disfrutar más con caricias, con juegos, con suavidad y
con un un poco de picardía que a hostia limpia. Pero oye, que no,
que te mola el sado y
quieres que te zurren la badana, o que te van cosas más especialitas... pues al parecer
en estos sitios hacen de todo.
Pero bueno, lo que
digo siempre, para gustos los colores. Y más hoy en día que está
la opción de elegir entre un amplio abanico de posibilidades. En la
Inglaterra victoriana lo hubiésemos tenido peor y hasta el momento
de parir no hubiéramos sabido por dónde salían los niños, al
menos hoy nos escandalizamos ya por pocas cosas.
Ir a un local así a practicar sado es como ir a comer a un local de un centro comercial, te quita el hambre pero se disfrutaría más en un buen restaurante (y no lo digo por experiencia jajaj)
ResponderEliminarDe todas formas para qué pagar cuando puedes encontrar lo que sea en el canal #mazmorra del IRC. Por muy poco recomendable que sea. O eso me han contado... :P
Mira que te gustan estos temas... aunque sólo hables por lo que te cuentan, jejejeje
EliminarPues qué curioso encontrar un libro tan "moenno" para la época. Yo también me hubiese esperado un manual de buenas costumbres, la verdad.
ResponderEliminarPara gustos, colores, claro está. Y, mientras sea de mutuo acuerdo, pues bienvenido sea. Un besote!!!!
El libro es de lo más modelno, oyes, una cosa loca XD
EliminarY a mí me parece bien todo, pero me apunto más a los masajes que a los guantazos.
No es por hacerte la pelota pero... ¡¿Me lo dejas?! ¡Porfi! ¡Porfi! ¡Porfi!...
ResponderEliminarNo, ahora en serio. Me encantan los libros y la verdad es que por lo que pones debe ser un libro de esos únicos que encuentras de vez en cuando (a mi me sucede en los mercadillos de libros antiguos). Desde luego es un texto bastante progre para la época, toda una joya ¡Disfrútalo! y si te aporta algo interesante, coméntanoslo.
Un beso Naar.
Te lo dejaría de buen gusto, es una más que curioso. Yo es que me lo paso bomba con los libros en general, pero con los antiguos más. Cada vez que veo una tienda de libros de segunda mano arrasa porque encima están baratos... y si no, pues rebusco por la casa de mis yayos :)
EliminarEse libro suena a joya, seguramente es mucho más sensato que las 50 sombras. Por cierto, leí la entrada que escribiste sobre la peli y no puedo estar más de acuerdo, lo que pasa que últimamente no comento mucho porque no tengo Internet en casa (el operador, que es un inútil) y tengo que apañarme con el móvil. Muy interesantes, tus reflexiones sobre el sexo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, yo odio comentar desde el móvil, es un rollo!!
EliminarY sí, este libro mola, el otro como ya dije no lo he leído, pero me parece lo peor y por suerte parece que no soy la única antigrey :)