Eres adolescente, llevas no sé cuanto
tiempo dando el coñazo a tu madre para que te deje hacer algo. Algo,
que en el fondo sabes que no está bien del todo, como llegar más
tarde, ir a cierto sitio, comprar cierta cosa. A tu madre no le gusta
la idea un pelo, pero no te lo prohíbe explícitamente. Te aferras a
ese resquicio e insistes. Luchas y batallas. Porque para eso eres
adolescente y no tienes otro objetivo en el mundo que desgastar a los
adultos. Así que dale y dale que te pego. Tu madre al final, harta
de ti, te mira muy seria, con esa cara que sólo las madres saben
poner y te dice: “Haz lo que quieras, tú sabrás” a veces
incluso se acompaña de un “ya eres mayorcito”.
Tachaaaaaaan. Música de terror. El
infierno se abre ante tus ojos y puedes ver los siete anillos de
Dante. Ahora sí que estás jodido. Paladeas el amargo resquemor de
la responsabilidad. Porque si decide otro, las culpas serán suyas.
Si no te dejan hacer algo, tendrás un enemigo a combatir y una
excusa para no hacerlo. Y si te dejan y cuando lo haces te sale mal,
será su culpa por haberte dejado hacerlo. Pero ¿qué pasa si de
repente no te dicen nada y el marrón es tuyo? ¿Qué haces? ¿Haces
algo que en el fondo no te convence sólo por mantenerte en tus trece
y no rajarte como un pringao? ¿No lo haces y de alguna manera das la
razón a tus padres? ¿Lo haces y les enfadas, porque en el fondo
sabes que se enfadarán? Qué dilema, chico.
Si algo de esto que acabo de contar os
resulta familiar, os podéis hacer una idea de cómo fue mi
adolescencia. Admito que tengo un carácter chungo y beligerante que
me empujaba a discutirlo todo y a querer hacer cosas sólo para retar
y ver dónde estaban los límites. Generalmente recibía tajantes
noes o síes y punto porque mis padres me conocen, pero mi madre a
veces, no sé por qué, tiene tendencia a callarse y pretender que tú
adivines lo que quiere que hagas. Y si insistes, lo más que recibes
es eso: “tú sabrás lo que haces”.
A día de hoy aún pasa esto a veces y
me jode tanto como cuando era cría. O más. Porque ahora
generalmente si le pregunto lo que quiero es una opinión, no estoy
pidiendo permiso. Y su teoría de que no me responde para no
influirme se contradice con su queja constante de que hago lo que me
da la gana siempre. Adoro a mi madre, pero con estas cosas me saca de
quicio.
¿Queréis un consejo? No tengáis
hijos. Y si los tenéis y ya no podéis devolverlos, torturadlos con
los mismos sofisticados métodos que usaron vuestros padres con
vosotros. O no, vosotros sabréis, que ya sois mayorcitos.
Jajajaja. Es cierto. Cuando te dejan la libertad de actuar es cuando más miedo da porque no vas a poder culpar a nadie más que a ti por las consecuencias. Mi madre no me lo hizo muy a menudo pero sí recuerdo alguna situación similar y es cierto que daba vértido. Pero como yo era muy de vivir el momento, al final lo hacía y ya se vería qué pasaba. Jajajaja. Besotes!!!!
ResponderEliminarYO no recuerdo bien si al final lo hacía o no, recuerdo más el cabreo que me producía y que aún me da cuando lo hace...
Eliminarjajajaja Me reconozco al milimetro!!!
ResponderEliminarPues ya ni te cuento si tratas con tia Bego, seas adulto, niño, vertebrado, invertebarado o alienigena...
Eso ya son palabras mayores :D
Eliminarhuyy, yo sobre padres protectores te podría contar muchas cosas, pero muuuchas. ;)
ResponderEliminarme pregunto qué habría pasado si no me hubiera dejado comer el coco para estudiar una ingeniería y hubiera estudiado ciencias exactas, que es lo que yo quería.
besos!
Los míos más que sobreprotectores son más de dejarme hacer "lo que quiera" y luego decirme que no les parece bien.
EliminarEs que esa frase en realidad no te da libertad para nada!!!!! De hecho te esclaviza aún más.
ResponderEliminarYo la he recibido como respuesta INCLUSO cuando no solo no pedía permiso sino que tampoco pedía opinión... SOlo hacía una afirmación: "Voy a ir a x sitio con x y x..." Si esa idea no era del agrado de mi madre por Dios sabe qué (mi padre el pobre es un santo) terminaba en "Bien... me parece bien... pero tú sabrás lo que haces..." O sea que en realidad le parece fatal fatal...
Conclusión, la última vez que aguanté eso fue hace poco más de un año. Que para mi madre, solo el hecho de necesitar su hogar para dormir bajo techo o precisar de sus ganancias para comer, ya era como pertenecerla. Ahora ya ni pido opinión, ni siquiera informo... jaja Fin... Ahora entiendo por qué nos entérabamos de que mi hermano había estado en cualquier país fuera de España cuando ya había vuelto...
Sí, es la opción avanzada, cuando no pides opinión pero te ponen esa presión del "tú sabrás"... en fin, padres!
Eliminar"Tú sabrás", también conocido como "yo no digo nada" acompañado de la pertinente mirada asesina 😂😂😂
ResponderEliminaroh, sí, el "yo no digo nada" que significa "no lo digo, pero deberías saber lo que diría y actuar en consecuencia".
Eliminar"Tú sabrás", también conocido como "yo no digo nada" acompañado de la pertinente mirada asesina 😂😂😂
ResponderEliminarJajaja que arte!! A mi no me dejan tan tranquila, a mi me dicen "para tener 33 años haces cosas de niña chica" o "Deberías hacer tal y tal que ya eres mayorcita".
ResponderEliminarKiss
Al menos te lo dejan claro! Luego ya verás tú si haces caso o te lo pasas por el forro.
EliminarTe cuento un secreto? Ahora que la madre soy yo, por fin he entendido el significado del "tú sabrás". Quiere decir: decide tú porque yo ya no lo sé! No tengo ni idea de si debo ceder en esto, si lo tuviera claro ya hubiera sido tajante. Así que por esta vez, te paso el marrón.
ResponderEliminarPorque a veces, muchas veces, te quedas sin argumentos y te agotas.
Después de un tú sabrás, decide tú y acarrea con las consecuencias tú solita :) Le harás un favor a tu madre.
Y digo yo... si no sabes la respuesta no puedes enfadarte por lo que yo haga, haciéndome ver que estoy equivocada y que no es lo que tú querías que hiciera, NO? Porque es justo lo que la mayor parte de las madres hacen! :)
EliminarÑiaaa yo estoy esterilizado y mi mujer también, así que te haremos caso!!!
ResponderEliminarMejor será! :D
Eliminar“Haz lo que quieras, tú sabrás” a veces incluso se acompaña de un “ya eres mayorcito”
ResponderEliminarEn ese momento me volvi libre y nadie jamas volvio a coartar mi libertad de hacer lo que yo quiero y de esa forma gane experiencia.
Abrazos