El sexo vende, lo sabemos todos. Por alguna razón, sirve como reclamo publicitario.
Sin embargo hay veces que no deja de sorprenderme lo explícito del asunto.
Hoy iba conduciendo para ir a comprar el regalo de cumpleaños de mi madre. Llevaba la radio y de pronto, oigo un anuncio: ruido de un frenazo, golpe de chapa, dos coches que se han chocado. Imagino que será un anuncio de la DGT , pero de pronto se oye:
- Huy, lo siento, ¡te he destrozado el coche!
- No pasa nada… - voz desconcertantemente alegre.
- ¡¡Pero si ha quedado hecho polvo!!
- ¡¡qué da igual, de verdad!! – continúa la alegría seguida de risas.
Yo arrugo el ceño y miro la radio. Debe haberse estropeado, esto no es normal. Pero entonces la voz en off del anuncio dice: “si tu vida sexual funciona, nada más importa.” Y resulta que es un anuncio de la clínica de impotentes y eyaculadores precoces unidos. Y me da la risa. Mi vida sexual en este momento no funciona, fundamentalmente porque es inexistente. Me pregunto si por eso el resto de mi mundo es un desastre.
Pero tengo cosas más importantes en las que pensar. Tengo que ir al carreflur a comprar el regalo de mi madre el día de antes de su cumpleaños porque lo he ido dejando y, como siempre, se me ha echado el tiempo encima. Así que ignoro mi vida sexual (que por un día más no va a pasar nada) y sigo a lo mío.
Lo chungo del asunto es que el sexo me persigue. Cuando ya estoy volviendo al parking, con el regalo en el bolso y temiendo que de nuevo el coche no arranque y me quede encerrada otra vez, veo un cartel. Y flipo tanto, que me quedo un momento parada delante de él. Hay una foto de una pareja, con una chica súper sonriente y el slogan reza: “ella ahora disfruta de una cola más grande.” Noooooo. No puede ser. Seguro que he leído mal. Pero no, realmente ella disfruta de una cola más grande. Sólo que en una esquina del cartel hay una lata de pepsi diciendo que ahora en vez de 33 cl tiene no sé cuantos más. Vale, una explicación al fin. Por eso, cuando bajo otro piso y veo otro cartel con un tipo y unas letras enormes que ponen “ahora tu cola puede ser más grande” no me asombro. Pongo las fotos que he encontrado por Internet, aunque se ven un poco de pena, os hacéis una idea.
Debo decir que eso de “refresco de cola” siempre me ha sonado fatal. ¿De cola? ¿de qué cola? ¿de la cola de quién? No sé, me pregunto a quién se le ocurrió el asunto, porque es realmente terrible.
Y no entraré en el recurrido tema de si el tamaño importa o no. Porque claro que importa, y quien diga lo contrario o miente. Aunque debo decir que importa tanto por defecto como por exceso. Y si ya me cuesta beberme una lata de bebida con gas normal porque a la mitad me siento a punto de explotar, no quiero imaginar qué sería de mí tratando de trasegarme una más grande. Una lata de bebida, repito. Que aquí nadie habla de sexo. Es sólo una cuestión publicitaria y son palabras normales. Los que las tergiversan son los enfermos. Será que mi vida sexual no funciona y por eso las colas más grandes me preocupan.
Discrepo totalmente... en lo de las colas grandes. Una de tamaño medio-grande es más que suficiente... las tipo actor porno te sacan "ays" de dolor, no de placer.
ResponderEliminarque conste que yo de ese tipo de colas no he dicho nada. me reservo mi opinión para otro post.
ResponderEliminarjajajaja ves como la publi a veces es sorprendente?
ResponderEliminarBeso!!!
Hay una cosa peor que llamar "cola" al refresco de ¿cola?. Llamarla "coca". Suena aún peor.
ResponderEliminarY el detalle subliminar de la foto del chico negro? En fin que la crisis ya no da para contratar publicistas y cogen lo primero que se les ocurre. ¿Donde quedaron los anuncios con corazon?
ResponderEliminarBesos