Puede que para mí el año haya empezado varias veces a lo largo el propio 2011. Quizás incluso, cada día. Una el día de la no boda. Otra el día de la Almudena. Otra el día que hizo un año que dejé al desequilibrado. Unas cuantas, vaya.
Pero como yo no soy la medida de todas las cosas, el año de verdad empieza dentro de poco. Y no puedo decir que no me alegre de dejar atrás el 2011. Ha sido un año muy duro. Ha tenido cosas buenas, claro. Y nunca peor, oiga. Pero también puede ser un poquito mejor, digo yo.
Y como creo que todos somos un poco dueños de nosotros mismos y de nuestro destino, voy a hacer propósitos de año nuevo, cosa que no suelo hacer.
La primera es salir más. Ser capaz de quitarme las telarañas, el pijama de pelotillas y echarme a la calle. Que me paso media vida aquí arrugada en el sofá. Y tengo que hacer por aprovechar la vida y las oportunidades.
La segunda es hacerme caso a mí misma. Si hubiera escuchado más mis intuiciones, me habría equivocado menos. Así que basta de decirme a mí misma que son locuras, que son chorradas, que tal y que cual. Cuando se me agarre algo a las tripas, lo haré. Y así, si me equivoco, al menos no me quedará la idea de que ha sido en contra de mis propias ideas.
Y con eso me conformo. Que no es poco. Ya veremos que tal sale.
Di que si!!!!
ResponderEliminarEstoy convencido que no te equivocarás. Te deseo un Feliz 2012 y que te conceda toda la fortuna que mereces.
ResponderEliminarguapaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarAna
Hola!!
ResponderEliminarTe leo desde hace tiempo pero no me había animado a escribir.
Sólo quería decirte que suscribo totalmente tus propósitos para el nuevo año.
No sabes la de veces que me siento identificada contigo.
Un beso y feliz año!