martes, 6 de agosto de 2013

pequeña explicación

Cuando era pequeña, mi madre siempre me preguntaba por qué tenía que ser la abogada de las causas pobres. Yo no entendía nada de lo que significaba aquello, así que seguía peleando por causas perdidas si las consideraba justas. Y así es como me hice trabajadora social, supongo.
El caso es que tras la entrada anterior, voy a romper una lanza por el Ross. Y es que él es como es. No es una mala persona, ni mucho menos. Ni siquiera pienso que me haya hecho daño a propósito. Sólo es que no ha sabido o no ha querido estar conmigo. Quizás es que no es nuestro momento. Quizás es que ese momento ya pasó. Quizás es que vaya a ser en un futuro. Quizás es que no sea ni haya sido nunca. Poco me importa a estas alturas, la verdad. Ni siquiera estoy enfadada con él. Seguiremos siendo amigos, compartimos demasiadas cosas como para no mirarnos a la cara.
Lo que pasa es que ahora queremos cosas distintas. Yo necesito cosas que él no me da. Él necesitará cosas que yo no le doy. Y yo quiero cosas que él no. Total, que estamos en puntos distintos.
La vida me ha enseñado muchas cosas a estas alturas. Una de ellas es que nunca sabes lo que te espera a la vuelta de la esquina. A veces crees que lo tienes todo atado y seguro. Y de repente, en un segundo ¡zas! Todo a tomar por culo. Así que no puedo decir lo que va a pasar de aquí a seis, tres o dos meses. No sé dónde, cómo o con quién estaré cuando acabe el año. No sé ni lo que haré mañana. Pero sí sé que ahora mismo no quiero estar con el Ross y él no quiere estar conmigo. Y yo tengo la conciencia tranquila. En los pasados meses lo he dado todo, me he mostrado tal como soy, le he tratado lo mejor que he sabido y he mostrado mis sentimientos. Si él no ha querido aceptar eso y estar conmigo, está en su total derecho. Es muy lícito no querer a alguien que sí nos quiere. Son cosas que pasan. Hubo un tiempo hace mucho años en el que fue al revés,  así que no le echo nada en cara. Lo que pasa es que una vez dado todo, ya no hay más que hacer. Le quiero y le querré siempre, lo sé, pero quizás empiece a hacerlo de otro modo. No sé si me explico.
Y por supuesto, tengo que decir unas cuantas cosas del Niño chico. Los que vivisteis la historia en su momento me decís siempre que se me veía muy feliz a su lado. Y lo fui. Lo sigo siendo, de hecho. Ser feliz a su lado es lo más fácil que pueda hacer nadie. Ese jodío niño de ojos negros tiene una magia para todo lo que hace que convierte lo cotidiano en totalmente extraordinario sin darse ni cuenta. Es el mejor novio que he tenido jamás. Nunca me he sentido más cuidada, más segura y más tranquila que con él. Nunca he recibido detalles más bonitos, nunca he tenido mejor forma de despertar ni de dormir que a su lado. Es un niño, le falta mucho por vivir y apenas abulta más que yo, pero les ha dado un auténtico repaso a todos los hombres de mi vida. No hay uno sólo que no quede a la altura del betún comparado con él. Y es el único que ha plantado cara de verdad al Ross. El único al que no hubiera cambiado jamás por él. El único con el que me la jugué y empecé una relación después de la terrible experiencia del desequilibrado. El único con el que he pensado que salía ganando por tenerle conmigo. El único con el que al verle, el resto del mundo pasa a un segundo plano. El único al que he llevado con mi grupo de amigos. El único del que he publicado fotos en mi facebook. El único del que he hablado en el blog como mi novio, llena de orgullo por que estuviera conmigo. El niño chico es el único al que he querido, en el que he confiado, con el que he abierto mi corazón en muchos años. El único con el que me río, lloro, le cuento todo. El único que sabe cuidarme y calmarme. El único en el que confío a ciegas por que como dice Fito, no es que diga la verdad, es que nunca me ha mentido.
Y no lo dejamos por nada raro. Él fue un ejemplo de valentía y sinceridad al plantearme unas dudas más que razonables. Ni más ni menos. Y me dolió tanto perderle por lo feliz que era a su lado. Me sentí dolida y patalee porque me parecía injusto tener que dejarlo escapar. Pero jamás he hablado mal de él. Ni en el blog, por supuesto, ni fuera de él. Los que sois amigos en la vida real lo sabéis de sobra. Ni una mala palabra ha salido de mi boca porque no la hay.   

Ahora bien, sé que algunas de las cosas que nos separaron siguen ahí. Sé que hay una diferencia de edad importante, sé que él quiere irse fuera de España, sé que incluso antes de que eso ocurra, nos separan unos cientos de kilómetros. Lo sé todo. Y por eso es muy probable que no acabemos juntos para siempre forever and ever. Pero me la pela mucho. No creo en los planes de futuro, ya lo he dicho. No creo en el te lo juro vida mía. No creo en el estaré toda la vida esperándote. No creo en nada, porque la vida es como es y un día te levantas y te cae una maceta en la cabeza y se acabó el cuento. Todo puede pasar, todo puede cambiar, todo puede dar mil vueltas. Pero ahora, hoy, en este jodido momento, él se ha vuelto a poner en mi camino. Ha cambiado mi vida para mejor. Me ha dado un empujón que necesitaba como el aire. Me ha enseñado y demostrado muchas cosas. Me ha devuelto la ilusión, la alegría y la idea de que soy mejor de lo que yo misma suelo pensar. Me ha dado la sensación de que quererme no es tan difícil, que mi día a día no es tan desagradable. Y con eso ya me siento feliz y llena. Por eso y por todas esas cosas que él y yo sabemos, tiene un hueco muy grande en mi vida. Y puede quedarse en él hasta que le de la gana, se lo ha ganado a pulso. Porque hoy, ante mi niño chico no hay nadie. Y mañana… mañana será otro día. 

9 comentarios:

  1. ¡Muy bien dicho!
    Ese Niño Chico como mola, se merece una ola!!!

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  2. Tienes razón, no puedes obligar a que alguien quiera lo mismo que tu quieras... pero bueno, al menos se intentó y como tu dices ya se verá lo que pasa en el futuro.
    Ay Amapola!! a mí me gustaría que os durase para siempre, se te ve tan feliz y tan contenta con él!
    Besos ^^
    Tomate

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  3. Ooooh!! Me encanta esa declaración de amor y de intenciones. Yo también creo, por lo que cuentas, que tu tiempo junto al Ross pasó. Quizá vuelva, quizá no. Me inclino más por el no, la verdad.
    Porque como dices, parece que no estáis en la misma onda, en el mismo momento vital. Y bueno, lo que tuvisteis, ahí está: fue precioso, y eso es vuestro para siempre, y no lo puede borrar nada ni nadie.
    Pero ahora es ahora, y hoy es hoy. Y hay otra perspectiva y otra persona en el horizonte. Así que, déjate querer y mimar, déjate cuidar,
    disfruta... y no pienses más allá. Nadie sabe lo que le depara el mañana. En principio, sólo tenemos el hoy.
    Así que, a disfrutar del Niño Chico, y a ser feliz, que te lo mereces!
    Un besazo!

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  4. Jo que duro y maduro lo que cuentas, que no puedes obligar a quererte a alguien, aunque tu le quieras, y de que forma tan envidiable lo aceptas, quiero ser como tu joder.

    Y también me gusta mucho cómo coges esta nueva oportunidad, o lo que sea con el Niño, este nuevo aire, o ilusión o lo que sea... eres genial. Se aprende mucho leyéndote, aunque estes loca como las cabras =)

    Y la verdad es que no da la impresión de que hables tampoco mal del Ross, si te sirve mi opinión, que él haga cosas que no demuestren que esta loco por ti, no signfica que hables mal, no las cuentas de modo despectivo ni nada.

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  5. Pues disfruta del momento, nena, porque, como dices, nadie sabe lo que pasará mañana. Hay que saber ser feliz cuando toca (y siempre). Un beso enorme.

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  6. Eso es lo más imporante de todo. Ser objetiva y real con tu vida no es fácil para la gente, pero te admiro mucho por serlo :)

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  7. Pues disfrútalo, dure lo que dure

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  8. Que bien escribes, jodía. Da gusto leerte. Y también da gusto ver que vas tirando, aunque sea a trancas y a barrancas. Por lo menos, intentas que exista el equilibrio... otra cosa es lo que hagan los demás. Pero vamos, que sigues al pie de cañón, con dos cojones. Claro que si. Disfruta, que son dos días; nunca se sabe dónde habrá una maceta acechando.

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  9. Si es que al niño chico hay que quererle, es un amor. Y en cuanto al Ross... tú lo conoces mejor que nadie y sabes cómo está la situación. Como tú dices, quizás es que no es este vuestro momento, y si estaréis juntos o no, ya se verá más adelante. De momento, disfruta de todo lo bueno que te venga y sé feliz.

    Un beso!!

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