Cuando era pequeña, mi madre siempre me preguntaba por qué
tenía que ser la abogada de las causas pobres. Yo no entendía nada de lo que
significaba aquello, así que seguía peleando por causas perdidas si las
consideraba justas. Y así es como me hice trabajadora social, supongo.
El caso es que tras la entrada anterior, voy a romper una
lanza por el Ross. Y es que él es como es. No es una mala persona, ni mucho
menos. Ni siquiera pienso que me haya hecho daño a propósito. Sólo es que no ha
sabido o no ha querido estar conmigo. Quizás es que no es nuestro momento.
Quizás es que ese momento ya pasó. Quizás es que vaya a ser en un futuro.
Quizás es que no sea ni haya sido nunca. Poco me importa a estas alturas, la
verdad. Ni siquiera estoy enfadada con él. Seguiremos siendo amigos,
compartimos demasiadas cosas como para no mirarnos a la cara.
Lo que pasa es que ahora queremos cosas distintas. Yo
necesito cosas que él no me da. Él necesitará cosas que yo no le doy. Y yo
quiero cosas que él no. Total, que estamos en puntos distintos.
La vida me ha enseñado muchas cosas a estas alturas. Una de
ellas es que nunca sabes lo que te espera a la vuelta de la esquina. A veces
crees que lo tienes todo atado y seguro. Y de repente, en un segundo ¡zas! Todo
a tomar por culo. Así que no puedo decir lo que va a pasar de aquí a seis, tres
o dos meses. No sé dónde, cómo o con quién estaré cuando acabe el año. No sé ni
lo que haré mañana. Pero sí sé que ahora mismo no quiero estar con el Ross y él
no quiere estar conmigo. Y yo tengo la conciencia tranquila. En los pasados
meses lo he dado todo, me he mostrado tal como soy, le he tratado lo mejor que
he sabido y he mostrado mis sentimientos. Si él no ha querido aceptar eso y
estar conmigo, está en su total derecho. Es muy lícito no querer a alguien que
sí nos quiere. Son cosas que pasan. Hubo un tiempo hace mucho años en el que
fue al revés, así que no le echo nada en
cara. Lo que pasa es que una vez dado todo, ya no hay más que hacer. Le quiero
y le querré siempre, lo sé, pero quizás empiece a hacerlo de otro modo. No sé
si me explico.
Y por supuesto, tengo que decir unas cuantas cosas del Niño
chico. Los que vivisteis la historia en su momento me decís siempre que se me
veía muy feliz a su lado. Y lo fui. Lo sigo siendo, de hecho. Ser feliz a su
lado es lo más fácil que pueda hacer nadie. Ese jodío niño de ojos negros tiene
una magia para todo lo que hace que convierte lo cotidiano en totalmente
extraordinario sin darse ni cuenta. Es el mejor novio que he tenido jamás.
Nunca me he sentido más cuidada, más segura y más tranquila que con él. Nunca
he recibido detalles más bonitos, nunca he tenido mejor forma de despertar ni de
dormir que a su lado. Es un niño, le falta mucho por vivir y apenas abulta más
que yo, pero les ha dado un auténtico repaso a todos los hombres de mi vida. No
hay uno sólo que no quede a la altura del betún comparado con él. Y es el único
que ha plantado cara de verdad al Ross. El único al que no hubiera cambiado
jamás por él. El único con el que me la jugué y empecé una relación después de
la terrible experiencia del desequilibrado. El único con el que he pensado que
salía ganando por tenerle conmigo. El único con el que al verle, el resto del
mundo pasa a un segundo plano. El único al que he llevado con mi grupo de
amigos. El único del que he publicado fotos en mi facebook. El único del que he
hablado en el blog como mi novio, llena de orgullo por que estuviera conmigo.
El niño chico es el único al que he querido, en el que he confiado, con el que
he abierto mi corazón en muchos años. El único con el que me río, lloro, le
cuento todo. El único que sabe cuidarme y calmarme. El único en el que confío a
ciegas por que como dice Fito, no es que diga la verdad, es que nunca me ha
mentido.
Y no lo dejamos por nada raro. Él fue un ejemplo de valentía
y sinceridad al plantearme unas dudas más que razonables. Ni más ni menos. Y me
dolió tanto perderle por lo feliz que era a su lado. Me sentí dolida y patalee
porque me parecía injusto tener que dejarlo escapar. Pero jamás he hablado mal
de él. Ni en el blog, por supuesto, ni fuera de él. Los que sois amigos en la
vida real lo sabéis de sobra. Ni una mala palabra ha salido de mi boca porque
no la hay.
Ahora bien, sé que algunas de las cosas que nos separaron
siguen ahí. Sé que hay una diferencia de edad importante, sé que él quiere irse
fuera de España, sé que incluso antes de que eso ocurra, nos separan unos
cientos de kilómetros. Lo sé todo. Y por eso es muy probable que no acabemos
juntos para siempre forever and ever. Pero me la pela mucho. No creo en los
planes de futuro, ya lo he dicho. No creo en el te lo juro vida mía. No creo en
el estaré toda la vida esperándote. No creo en nada, porque la vida es como es
y un día te levantas y te cae una maceta en la cabeza y se acabó el cuento.
Todo puede pasar, todo puede cambiar, todo puede dar mil vueltas. Pero ahora,
hoy, en este jodido momento, él se ha vuelto a poner en mi camino. Ha cambiado
mi vida para mejor. Me ha dado un empujón que necesitaba como el aire. Me ha
enseñado y demostrado muchas cosas. Me ha devuelto la ilusión, la alegría y la
idea de que soy mejor de lo que yo misma suelo pensar. Me ha dado la sensación
de que quererme no es tan difícil, que mi día a día no es tan desagradable. Y
con eso ya me siento feliz y llena. Por eso y por todas esas cosas que él y yo
sabemos, tiene un hueco muy grande en mi vida. Y puede quedarse en él hasta que
le de la gana, se lo ha ganado a pulso. Porque hoy, ante mi niño chico no hay
nadie. Y mañana… mañana será otro día.
¡Muy bien dicho!
ResponderEliminarEse Niño Chico como mola, se merece una ola!!!
Tienes razón, no puedes obligar a que alguien quiera lo mismo que tu quieras... pero bueno, al menos se intentó y como tu dices ya se verá lo que pasa en el futuro.
ResponderEliminarAy Amapola!! a mí me gustaría que os durase para siempre, se te ve tan feliz y tan contenta con él!
Besos ^^
Tomate
Ooooh!! Me encanta esa declaración de amor y de intenciones. Yo también creo, por lo que cuentas, que tu tiempo junto al Ross pasó. Quizá vuelva, quizá no. Me inclino más por el no, la verdad.
ResponderEliminarPorque como dices, parece que no estáis en la misma onda, en el mismo momento vital. Y bueno, lo que tuvisteis, ahí está: fue precioso, y eso es vuestro para siempre, y no lo puede borrar nada ni nadie.
Pero ahora es ahora, y hoy es hoy. Y hay otra perspectiva y otra persona en el horizonte. Así que, déjate querer y mimar, déjate cuidar,
disfruta... y no pienses más allá. Nadie sabe lo que le depara el mañana. En principio, sólo tenemos el hoy.
Así que, a disfrutar del Niño Chico, y a ser feliz, que te lo mereces!
Un besazo!
Jo que duro y maduro lo que cuentas, que no puedes obligar a quererte a alguien, aunque tu le quieras, y de que forma tan envidiable lo aceptas, quiero ser como tu joder.
ResponderEliminarY también me gusta mucho cómo coges esta nueva oportunidad, o lo que sea con el Niño, este nuevo aire, o ilusión o lo que sea... eres genial. Se aprende mucho leyéndote, aunque estes loca como las cabras =)
Y la verdad es que no da la impresión de que hables tampoco mal del Ross, si te sirve mi opinión, que él haga cosas que no demuestren que esta loco por ti, no signfica que hables mal, no las cuentas de modo despectivo ni nada.
Pues disfruta del momento, nena, porque, como dices, nadie sabe lo que pasará mañana. Hay que saber ser feliz cuando toca (y siempre). Un beso enorme.
ResponderEliminarEso es lo más imporante de todo. Ser objetiva y real con tu vida no es fácil para la gente, pero te admiro mucho por serlo :)
ResponderEliminarPues disfrútalo, dure lo que dure
ResponderEliminarQue bien escribes, jodía. Da gusto leerte. Y también da gusto ver que vas tirando, aunque sea a trancas y a barrancas. Por lo menos, intentas que exista el equilibrio... otra cosa es lo que hagan los demás. Pero vamos, que sigues al pie de cañón, con dos cojones. Claro que si. Disfruta, que son dos días; nunca se sabe dónde habrá una maceta acechando.
ResponderEliminarSi es que al niño chico hay que quererle, es un amor. Y en cuanto al Ross... tú lo conoces mejor que nadie y sabes cómo está la situación. Como tú dices, quizás es que no es este vuestro momento, y si estaréis juntos o no, ya se verá más adelante. De momento, disfruta de todo lo bueno que te venga y sé feliz.
ResponderEliminarUn beso!!