Hace un par de semanas me llegó un mensaje de un antiguo
compañero de instituto. Me sorprendió mucho porque le hacía en Ecuador. La
última vez que habíamos hablado fue antes de verano y me dijo que se iba a
trabajar allí, pero ha vuelto y está haciendo un máster de planificaciónterritorial y gestión ambiental.
La verdad es que no
le imaginaba estudiando de nuevo. A pesar de que es un chico increíblemente
inteligente nunca le gustó estudiar. Le recuerdo con catorce años, dando saltos
en el pupitre como si le quemara el asiento. Se pasaba el día distraído, durmiendo
cada vez que los profesores no le miraban directamente o haciendo dibujos raros
en los márgenes de los cuadernos. Porque otra cosa no, pero para las
matemáticas y para el dibujo lineal tenía un don especial. Aún me parece verle
con el flequillo tan rubio y tan liso cayéndole por delante de los ojos azules cuando
se encorvaba sobre los folios blancos con su escuadra, su cartabón y el compás
haciendo cosas que a los demás nos resultaban poco menos que imposibles. Pero a
él no le costaba nada, le salía solo. De hecho, el examen de dibujo lineal de
primero de BUP me lo aprobó él. Yo era una inútil redomada en esos temas. Pero
él era capaz de hacerte una planta, un alzado y un perfil a mano alzada y que
quedara perfecto. Por eso cuando por fin terminó el instituto y se metió en
arquitectura tardó poco en destacar. Por desgracia llegó la crisis, el mundo de
la construción saltó por los aires y le
tocó trabajar de camarero. Un talento desperdiciado por completo.
Eso sí, el tío no se rinde. Se fue a trabajar a Ecuador,
pero no lo aguantó. Me dijo que no le gustaba tener que ir siempre con
seguridad, en taxis que le enviaba la empresa y sin poder salir solo a ningún
sitio. Así que se dio media vuelta y volvió a España. Y como todos en esta
época, trata de encontrar su sitio y de reciclarse, de seguir formándose, de
seguir peleando por destacar lo suficiente para trabajar de su pasión, de lo
que realmente ha hecho bien desde que era un adolescente con aspecto distraído
y pelo lacio. Así que con los ahorros que ha traído del otro lado del charco se
ha metido en un máster. Al parecer así puede tener alguna salida más en el
mundo de la construcción, enfocado hacia la gestión medioambiental o incluso
dando clases del tema.
Espero que tenga suerte, como tantos que andamos intentando
mejorar y escalar posiciones en nuestro campo para conseguir una oportunidad de
demostrar que hicimos una carrera porque realmente valíamos para ella. Ya que una
vez que encontramos nuestra vocación, no estamos dispuestos a renunciar a ella
porque el viento sople en contra.
Pues todo el éxito del mundo para él (y para ti también, claro). Jajaja. Lamentablemente, cada día es más frecuente ver a gente que de repente tiene que reinventarse o volver a las aulas. Pero el mundo es de los valientes así que, a por ello. Un besote!!!
ResponderEliminarPues espero que nos cuentes que le va maravillosamente bien. Mucha suerte!!
ResponderEliminarKiss
Un gran luchador, ojalá le vaya genial!!!
ResponderEliminarBesos
31+4
A ver si le va bien, se lo merece...
ResponderEliminarTe deseo unas muy felices fiestas.
Un beso grande