viernes, 28 de agosto de 2015

Huir

Me hace gracia cuando la gente te dice con tono acusador que lo que estás haciendo es una huida hacia delante. ¿Pues qué quieres que haga si no? ¿Huir hacia atrás en mi máquina del tiempo? ¿Huir de lado haciendo un Zoidberg? ¿La ya tan manida pero siempre cómica idea de huir haciendo la croqueta? Y ya, ya os veo venir, que el problema es que el hecho de huir.
A ver, sé que las huidas tienen mala prensa. Quedas como un desertor, un cobarde, un pringao. Pero yo creo que hay momentos en los que lo mejor que puedes hacer es darte media vuelta e irte. Yo soy de naturaleza batalladora, soy fuerte, persistente, tenaz y no me suelo dar por vencida. Pero llega un punto en el que te das cuenta de que estás luchando en la nada, que estás como la Armada Invencible tratando de plantar cara a los elementos que te son hostiles. Y entonces, si eres lo más mínimamente inteligente debes parar un segundo y decir, ¿pero qué coño estoy haciendo? Que igual no merece la pena este desgaste tan tonto y estoy haciendo el capullo, oyes.
Y ese es el momento de dejar de darte de hostias contra la nada, de dejar de darte cabezazos contra un muro y darte media vuelta. Y sí, huyes hacia delante. No huyes corriendo con el rabo entre las piernas, sólo te vas, te alejas, te apartas de esa batalla que no ibas a ganar nunca y posiblemente tampoco a perder pero en la que te estabas dejando la salud, la paciencia, las fuerzas, las ganas, la alegría... la vida.
Y una vez puesto a irse uno, pues que sea hacia delante. Vamos digo yo. Que es el lema el blog. Si esto fuera Juego de Tronos la casa Naar viviría en el sur, en tierras cálidas, seríamos famosos por nuestras comidas y nuestras siestas, tendría un gato como estandarte y nuestro lema sería “no hagas el calimero y tira palante o te arreo dos collejas, hombreyá”. Me temo que no fuéramos muy populares, pero bueno, tampoco aspiramos al Trono de Hierro ni pretendemos ser ricos como Lannister. Sólo queremos estar tranquilos y a nuestra bola.
Al igual que en mi vida real, parece ser que en Juego de Tronos también sería una marginada. En fin, creo que es mi destino, estar sola y pertenecer al clan de los primos. Y es bueno asumirlo de una vez por todas.

Sea como fuere, estoy pensando seriamente huir de una lucha que lleva abierta en mi vida más de una década. Y ya empieza a ser suficiente. El problema es que más de una vez la he dejado, agotada, exhausta, en los huesos. Pero luego he vuelto. Más armada, más fuerte, con nuevas técnicas de guerra. Creyendo firmemente que esta vez ganaré, que será la definitiva, que ya nadie va a poder conmigo. Y lucho a brazo partido, lucho, lucho... y tras quedar de nuevo agotada y en los huesos, compruebo que he obtenido los mismos pésimos resultados. Y ahora, los años, la madurez, la mierda de la edad, las repetidas experiencias y los muchos fracasos me están haciendo plantearme que quizás esta batalla no conduce a nada. Que es la guerra de los cien años de Naarlandia. Y que por muchas veces que vuelva, por muchas técnicas que idee, por muchas armas nuevas que invente, por mucho que me fortalezca... siempre va a pasar igual. Así que me planteo si seré capaz de hacer una huida hacia delante y no volver a mirar atrás. Porque es una historia que no se va a zanjar nunca. Y de la que no soy capaz de desprenderme. Siempre vuelvo, siempre la retomo, siempre creo que si cambio la táctica, esta vez me saldrá bien. Porque hay algo, hay alguna mierda en mi interior que me arrastra a luchar una vez tras otra. Pero no es verdad. Nunca saldrá bien. Sólo tengo que convencerme de ello, asumir quién soy, asumir lo que no puedo tener y seguir caminando.  

4 comentarios:

  1. Me dejas intrigada con esa batalla tan larga.
    En cualquier caso, visto lo que cuentas, no veo mala opción la huida.
    Un beso

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  2. Es que lo de huir hacia atrás como que no lo veo. Si va un tío raro persiguiéndome por la calle no se me ocurriría huir hacia donde está él. Jajajaja.

    Un besote, guapa, y mucho ánimo. Huir no tiene por qué ser de cobardes. Es instinto de supervivencia.

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  3. Creo que a menudo nos gusta pensar esa cosa tan yanki de "si quieres, puedes", "si lo deseas, sucederá" etc y a veces nos damos hostias contra un muro al ver que no, que a veces las cosas no son como nos gustaría por mucho que luchemos y nos esforcemos. En fin, que no lo veo como huír, yo lo veo como "mira, mejor sigo palante pero por otro camino", aunque sí es cierto que hay determinadas cosas (o personas) que cuesta mil horrores dejar atrás. Supongo que es porque también dejamos algo nuestro atrás con ellas.
    Sea lo que sea, ánimo!

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  4. Lo de Naarlandia me ha encantado.

    Huir es muy sano, de cobardes nada, ¡es justo y necesario!

    Besos

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