miércoles, 2 de septiembre de 2015

Histeria arácnida

Últimamente no estoy de muy buen humor. Entre las cosas que se rompen, las que amenazan con romperse y mis problemas hormonales, digamos que estoy lo que popularmente se conoce como insoportable. Y bastante alterada. Las fábricas de valeriana se están forrando conmigo y hay días que para conseguir pegar ojo aunque sean tres o cuatro horas me tengo que chutar medio lorazepam. Y no paso de medio porque no le quiero coger el gusto. En fin, lo que sea.
El caso es que hace un rato estaba dispuesta a verme unos cuantos capítulos de Juego de Tronos que es de las pocas cosas que me calman, cuando compruebo que el capítulo no va acompasado con los subtítulos y que no hay más opciones, así que tengo que descargar otro capítulo completo. Me cago en todo, me acuerdo de Megaupload con lágrimas en los ojos y respiro hondo. No alterarse, no ponerse nerviosa. No pasa nada.
Y estoy haciendo mis ejercicios de respiración que no sirven para una mierda cuando veo que Ron se aplasta contra el suelo cual león en la sabana y que empieza a menear el culo. Los que tenéis gato sabéis a lo que me refiero. Los que no, os informo: ha visto algo y lo pretende cazar. A veces es un bichejo, a veces es uno de sus juguetes, a veces eres tú, a veces es la nada. Yo por si acaso suelo mirar qué está cazando mi fierecilla, porque además Ron no suele fallar y si me descuido me trae ricos trofeos, como media lagartija o la cola de una salamanquesa o un moscardón mordisqueado y espera que deguste tan exquisitos manjares. Por desgracia esta vez era una araña. Una bien gorda y bien fea y bien me cagoensuputamadre. Obviamente no le he dejado cazarla porque le puede picar. Así que le he cogido en volandas mientras el bicho del infierno caminaba por el ángulo entre el suelo y la pared donde no puedo matarla. Sin perder de vista las ocho patas asquerosas he encerrado al gato en el baño y he tratado de recordar donde está el flis matabichos... que evidentemente está en el baño donde Ron estaba afilándose las uñas en mi alfombrilla. Y mientras, la puta araña, de paseo por mi casa. Oiga, que no la ha invitado nadie. Qué mala educación, por dios.
Por fin, se ha puesto en el suelo y he ido a pisarla con decisión. Hay quien dice que le da asco. A mí no, ninguno. Lo que no quiero es acercarle mi mano ni dar la oportunidad de que sobreviva y se vengue. La quiero muerta, muy muerta y requetemuerta. Pero la desgraciada debía ser prima de Messi o algo porque me ha hecho un regate y se ha intentado colar por debajo de la puerta del baño. Y ah, no, querida, por ahí sí que no. A mi Ron no se acerca nadie. He abierto la puerta y... ni rastro. Me doy la vuelta sobre mí misma, miro a Ron, sentado en la taza del váter mirándome con toda la curiosidad gatuna el mundo... y nada, no hay araña.
Creo que ese, justo ese, ha sido el momento donde mis nervios se han disparado por completo. La araña era bastante grande, no es como para perderla de vista. Pero era más o menos del color de mi suelo, así que podría estar camuflada. Podría haberse colado por una rendija del parquet que está un poco regulero. Podría haber trepado por mi pie y... me he quitado las chanchas y las he sacudido con furia. Me he quitado toda la ropa, la he sacudido y apaleado. Me he frotado el pelo hasta quedarme casi calva. Y nada. Entonces he pensado de nuevo. Genial, estoy en pelotas, descalza, despelujada, gritando improperios, con un gato que no sabe si estoy jugando o me he vuelto definitivamente loca y la araña sigue suelta por ahí. Mi vida no podría ir mejor en este momento.
Por suerte, al ponerme las chanclas y darme la vuelta para recoger mi ropa la he visto, viniendo por el suelo directa hacia mí. Atacando por la espalda, la muy cochina rastrera. Así que he gritado “¡¡¡¡Ahora sí que vas a moriiiiiiiiiiiir!!!!” y me he lanzado contra ella con mis 45 ridículos y escasos kilos. Por suerte han sido suficientes y ha quedado reducida a un amasijo de patas y un gurruño de cuerpo contra mi suela. Ahora la chancla está en remojo con lejía y yo por si acaso no venía sola, he inspeccionado la casa y gaseado los puntos potencialmente conflictivos con flis. Parece ser que era un lobo solitario de esos que dicen en las noticias, pero no me fío. Seguiré alerta por si acaso.

A ver si al menos, se ha descargado el capítulo de Juego de Tronos en este tiempo porque ahora mismo tengo la adrenalina como para salir yo misma a liarme a espadazos contra los Lannister.  

4 comentarios:

  1. Jajajajaja. A mí también me dan mucha grima las arañas (y me da pavor que estos se coman una) pero creo que nunca he terminado en pelotas intentando localizar a un bicho de estos. Lo que no te pase a ti... Besotes!!!

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  2. Pero qué pasa en Madrid con tanta araña? Yo lo más que veo son esas tipo pelo (uno solo) super finiiiitas. El otro día aspiré una con la aspiradora. Veníos pa Valencia que aquí no hay. Besos!!

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  3. jajajajaaj
    1) Soy incapaz de matar a las arañas... son mis aliadas contra los mosquitos. Ahora.. las enooooormes... ¿qué hago si hay una enorme? Pues, nunca me he visto en esa situación sola, pero probablemente me subiría en la mesa y me pondría a chillar hasta que algún vecino alarmado llamase a la policía.

    2) Tengo experiencias similares pero con avispas (a las que tampoco mato (yo no... a veces soy la que ordena su asesinato... se ve que tengo alma de tirana, pero lo que soy y o... me da como "penilla"... es la hipocresía de todos los tiranos) Tengo desde la experiencia de "avispa que se me enreda en el pelo" y yo chillando y gritando "mátalaaaaaaa, mátalaaaaaaa" y mi novio dando golpes con una brocha, tratando infructuosamente de no arrearme en la cabeza...) a... tu situación: gato intetando cazar avispa. Esta es anécdota reciente... Yo intentando espantar por un lado a la avispa para que no me picase ni a mí ni al gato (espantarla hacia el balcón... porque ya he dicho que no las mato...) A la vez intentando espantar al gato para que no vaya a por la avisa (ajeno al peligro) Y en medio del pánico... dando gritos cada vez que la avispa se movía hacia un sitio que no quería. Un show

    2) mmmm Juego de Tronos... no sé si quieres descargar o ver online (yo es que soy de online... implica verlo en ordenador, pero bueno. Páginas.. pues por ejemplo seriales (punto) us (la mayoría de las veces va bien)

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  4. Jajajaja yo con las arañas no puedo, me dan tal repelús que me paralizan. Ni con las arañas ni con las cucarachas. Ahora, que por mis gatos, mato. Hasta arañas si hace falta. Besos.

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