Últimamente no estoy de muy buen
humor. Entre las cosas que se rompen, las que amenazan con romperse y
mis problemas hormonales, digamos que estoy lo que popularmente se
conoce como insoportable. Y bastante alterada. Las fábricas de
valeriana se están forrando conmigo y hay días que para conseguir
pegar ojo aunque sean tres o cuatro horas me tengo que chutar medio
lorazepam. Y no paso de medio porque no le quiero coger el gusto. En
fin, lo que sea.
El caso es que hace un rato estaba
dispuesta a verme unos cuantos capítulos de Juego de Tronos que es
de las pocas cosas que me calman, cuando compruebo que el capítulo
no va acompasado con los subtítulos y que no hay más opciones, así
que tengo que descargar otro capítulo completo. Me cago en todo, me
acuerdo de Megaupload con lágrimas en los ojos y respiro hondo. No
alterarse, no ponerse nerviosa. No pasa nada.
Y estoy haciendo mis ejercicios de
respiración que no sirven para una mierda cuando veo que Ron se
aplasta contra el suelo cual león en la sabana y que empieza a
menear el culo. Los que tenéis gato sabéis a lo que me refiero. Los
que no, os informo: ha visto algo y lo pretende cazar. A veces es un
bichejo, a veces es uno de sus juguetes, a veces eres tú, a veces es
la nada. Yo por si acaso suelo mirar qué está cazando mi
fierecilla, porque además Ron no suele fallar y si me descuido me
trae ricos trofeos, como media lagartija o la cola de una
salamanquesa o un moscardón mordisqueado y espera que deguste tan
exquisitos manjares. Por desgracia esta vez era una araña. Una bien
gorda y bien fea y bien me cagoensuputamadre. Obviamente no le he
dejado cazarla porque le puede picar. Así que le he cogido en
volandas mientras el bicho del infierno caminaba por el ángulo entre
el suelo y la pared donde no puedo matarla. Sin perder de vista las
ocho patas asquerosas he encerrado al gato en el baño y he tratado
de recordar donde está el flis matabichos... que evidentemente está
en el baño donde Ron estaba afilándose las uñas en mi alfombrilla.
Y mientras, la puta araña, de paseo por mi casa. Oiga, que no la ha
invitado nadie. Qué mala educación, por dios.
Por fin, se ha puesto en el suelo y he
ido a pisarla con decisión. Hay quien dice que le da asco. A mí no,
ninguno. Lo que no quiero es acercarle mi mano ni dar la oportunidad
de que sobreviva y se vengue. La quiero muerta, muy muerta y
requetemuerta. Pero la desgraciada debía ser prima de Messi o algo
porque me ha hecho un regate y se ha intentado colar por debajo de la
puerta del baño. Y ah, no, querida, por ahí sí que no. A mi Ron no
se acerca nadie. He abierto la puerta y... ni rastro. Me doy la
vuelta sobre mí misma, miro a Ron, sentado en la taza del váter
mirándome con toda la curiosidad gatuna el mundo... y nada, no hay
araña.
Creo que ese, justo ese, ha sido el
momento donde mis nervios se han disparado por completo. La araña
era bastante grande, no es como para perderla de vista. Pero era más
o menos del color de mi suelo, así que podría estar camuflada.
Podría haberse colado por una rendija del parquet que está un poco
regulero. Podría haber trepado por mi pie y... me he quitado las
chanchas y las he sacudido con furia. Me he quitado toda la ropa, la
he sacudido y apaleado. Me he frotado el pelo hasta quedarme casi
calva. Y nada. Entonces he pensado de nuevo. Genial, estoy en
pelotas, descalza, despelujada, gritando improperios, con un gato que
no sabe si estoy jugando o me he vuelto definitivamente loca y la
araña sigue suelta por ahí. Mi vida no podría ir mejor en este
momento.
Por suerte, al ponerme las chanclas y
darme la vuelta para recoger mi ropa la he visto, viniendo por el
suelo directa hacia mí. Atacando por la espalda, la muy cochina
rastrera. Así que he gritado “¡¡¡¡Ahora sí que vas a
moriiiiiiiiiiiir!!!!” y me he lanzado contra ella con mis 45
ridículos y escasos kilos. Por suerte han sido suficientes y ha
quedado reducida a un amasijo de patas y un gurruño de cuerpo contra
mi suela. Ahora la chancla está en remojo con lejía y yo por si
acaso no venía sola, he inspeccionado la casa y gaseado los puntos
potencialmente conflictivos con flis. Parece ser que era un lobo
solitario de esos que dicen en las noticias, pero no me fío. Seguiré
alerta por si acaso.
A ver si al menos, se ha descargado el
capítulo de Juego de Tronos en este tiempo porque ahora mismo tengo
la adrenalina como para salir yo misma a liarme a espadazos contra
los Lannister.
Jajajajaja. A mí también me dan mucha grima las arañas (y me da pavor que estos se coman una) pero creo que nunca he terminado en pelotas intentando localizar a un bicho de estos. Lo que no te pase a ti... Besotes!!!
ResponderEliminarPero qué pasa en Madrid con tanta araña? Yo lo más que veo son esas tipo pelo (uno solo) super finiiiitas. El otro día aspiré una con la aspiradora. Veníos pa Valencia que aquí no hay. Besos!!
ResponderEliminarjajajajaaj
ResponderEliminar1) Soy incapaz de matar a las arañas... son mis aliadas contra los mosquitos. Ahora.. las enooooormes... ¿qué hago si hay una enorme? Pues, nunca me he visto en esa situación sola, pero probablemente me subiría en la mesa y me pondría a chillar hasta que algún vecino alarmado llamase a la policía.
2) Tengo experiencias similares pero con avispas (a las que tampoco mato (yo no... a veces soy la que ordena su asesinato... se ve que tengo alma de tirana, pero lo que soy y o... me da como "penilla"... es la hipocresía de todos los tiranos) Tengo desde la experiencia de "avispa que se me enreda en el pelo" y yo chillando y gritando "mátalaaaaaaa, mátalaaaaaaa" y mi novio dando golpes con una brocha, tratando infructuosamente de no arrearme en la cabeza...) a... tu situación: gato intetando cazar avispa. Esta es anécdota reciente... Yo intentando espantar por un lado a la avispa para que no me picase ni a mí ni al gato (espantarla hacia el balcón... porque ya he dicho que no las mato...) A la vez intentando espantar al gato para que no vaya a por la avisa (ajeno al peligro) Y en medio del pánico... dando gritos cada vez que la avispa se movía hacia un sitio que no quería. Un show
2) mmmm Juego de Tronos... no sé si quieres descargar o ver online (yo es que soy de online... implica verlo en ordenador, pero bueno. Páginas.. pues por ejemplo seriales (punto) us (la mayoría de las veces va bien)
Jajajaja yo con las arañas no puedo, me dan tal repelús que me paralizan. Ni con las arañas ni con las cucarachas. Ahora, que por mis gatos, mato. Hasta arañas si hace falta. Besos.
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