La otra noche mientras el Ross roncaba
en la cama y Ron se había montado un nido con su manta entre mis
piernas, yo, tirada en el sofá, curioseaba por internet. Al
principio de vivir juntos, traté de ser buena mujercita y acostarme
con mi maridito, pero a la segunda semana estaba muy de los
nerviecitos porque yo no puedo acostarme a las 12 de la noche. Es
superior a mis fuerzas. Así que le doy muchos besitos de buenas
noches y me quedo tan fresca leyendo y escribiendo. Los dos somos más
felices así porque mi estado de ánimo es francamente mejor que si
tengo que pasarme cuatro horas dando vueltas en la cama sin dormir.
Decía que estaba mirando cosas sin
importancia cuando me llegó un correo. En inglés. Mi profe de la
lengua de Shakespeare siempre nos insiste en que hablemos y leamos
todo lo que podamos porque nos ayudará a mejorar rápido. Y bueno,
hasta que estrenen Juego de Tronos y me ponga a recitar juramentos
como una loca de la pradera, algo hay que hacer. Así que lo abrí. Y
era un oficial de la marina de los USA que quería entablar relación
de amistad conmigo. Oiiiiiigggghhh... un oficial de la marinaaaa...
con su uniforme blanco y su gorra y esas cosas tan monaaaaas... qué
bieeeeeen. Igual es un oficial y caballero o algo de eso. Y a ver,
que sí, que yo quiero al Ross y tal, pero un oficial de los USA, es
un oficial de los USA y no se le puede hacer un feo. Que además
igual sabe secretos de estado o cosas de esas de la CIA o qué pasó
con el caso Roosvelt o quién mató a Kennedy. Que los americanos son
muy interesantes. Y hablan inglés. Sí. Eso. Que se me olvidaba el
tema del inglés.
El caso es que me leo el correo. Hola,
qué tal te va todo espero que bien, yo soy un oficial de la USA que
quiero entablar amistad sincera y profunda, blablá. Qué
orgullosa estoy de mi inglés, madre mía, qué bien le entiendo, ¡lo
nuestro va viento en popa! Me gusta nadar y cocinar (esto está
bien, tendrá anchas espaldas de nadar y hará barbacoas sin camiseta
de esas que hacen los yankis, porque a ver qué otra cosa sabe
cocinar esta gente). Puedes escribirme a mi correo personal y
podremos intercambiar fotos para conocernos mejor. Fotos, qué
bien. Seguro que es rubio y alto y guapo. Así en plan fornido con
sus anchas espaldas, su pelito corto, sus ojos azules como el mar y
el uniforme, sobre todo el uniforme. Qué mono él. Y hablando
inglés, ojo.
Entonces veo su correo y su firma al
lado... “Mery Beth”. ¿Cómo que Mery
Suputamadreteníauncorderito? Así que es una tía. Bah, fijo que es
fea y machuna. Que le gusta nadar, dice. O sea, que tiene unas
espaldas dignas de cargar sacos de papas. Y que le gusta cocinar.
Mira, hermosa, a mí me enseñó mi bisabuela a guisar, no me ganas
tú ni haciendo bocadillos. Además, veo más abajo que es soldado.
¿¿Soldado?? O sea, pringada. Esta no sabe secretos de inteligencia
ni nada. Cuando era un hombre yo imaginaba un oficial todo chulo, de
rango alto y con uniforme impecable. Soldado suena a uniforme verde
caqui lleno de mierda y a botas feas. Suena a gente que repta por el
suelo y que se pringa de barro. Mira, Mery Beth, que no me interesas.
Que seguro que no hablas inglés en condiciones. Vete a cantarle lo
del corderito a otro pastor.
Bromas a parte, me pregunto por qué
siempre los correos de spam en los que alguien está deseoso de
conocer amigos la interfecta es una mujer. ¿Es que los hombres están
tan desesperados que pican? ¿Es que las mujeres no tenemos fantasías
con rusos de familias ricas que quieren que gestionemos sus millones
o con marines que nos dejen ponernos sus gorras a lo final de peli
romántica? ¿No es esto un caso de micromachismo de ese? ¡¡Exijo
mi correo spam con hombres ardorosos de exóticos países y extrañas
lenguas que quieran ser mis amigos o entregarse a mis sucias
pasiones!!
En fin, por suerte el Ross es alto,
rubio, tiene los ojos verdes y la espalda bien hermosa de jugador de
rugby. Ahora sólo tengo que encontrarle el uniforme molón. Y hacer
que deje de roncar, ya de paso.
Jajajaja. Yo me divierto un montón con esos correos. Con esos y con los que te informan que has ganado la lotería o una herencia de alguien que no sabes ni quién es. Uno de mis mayores vicios es leer páginas de scam baiters (que son los que les siguen el rollo a estos correos y terminan montando unas historias rocambolescas para troncharse). Con eso practicas el inglés que no veas. Besotes!!!
ResponderEliminaray, y yo sin saber que esas páginas existían!! jajajaja, me lo apunto como nuevo vicio... ehhh, no, es para en inglés. Sí, eso, el inglés.
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Ohhhh pero que decepción! Yo según lo describías también me lo iba imaginando...que chafón
ResponderEliminarHundida estoy, fíjate.
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