Querido futuro marido:
no sé si nos conocemos ya o si
llegaremos a encontrarnos. Ni si quiera sé si existes. La verdad es
que nunca he pensado en ti porque me importa bastante poco. Pero por
si acaso algún día llegas a mi vida, tengo que dejarte claro que te
soy microinfiel. Así, desde ahora que no sé si existes. Y lo voy a
seguir siendo. No pienso cambiar.
Porque querido futuro marido, espero
que tú también me seas microinfiel. Llevaré mis microcuernos con
orgullo, como espero que lleves tú los tuyos.
Por si te surgen dudas, puedes
aclararlas aquí. Y lamento que el sitio original que me hizo darme cuenta de lo microinfiel que soy haya eliminado el artículo, pero te haces una idea.
El caso es que sí, aunque te
encuentre, te quiera y hasta en el hipotético caso de que me despose
contigo, seguiré siendo microinfiel.
Seguiré teniendo redes sociales,
siguiendo y dejando que me siga gente que quizás conozco o quizás
no. Con la que puede que no tenga una relación directa. Con la que
quizás la tuve en el pasado. Y sí, comentaré con ellos cuando me
salga del higo. Les enlazaré noticias o fotos que piense que les
pueden gustar. Pondré “me gusta” cuando publiquen cosas que me
interesen. Les felicitaré en sus logros, sus fechas señaladas y
apreciaré cuando ellos lo hagan por mí.
Seguiré teniendo amigos. Amigos con O,
hombres, con pene. Algunos serán exnovios. Exrollos. Exloquesea y
que no tengo que explicarte. Y con algunos mantendré una amistad. Y
hablaré con ellos. Y quedaré en persona y me tomaré cañas y nos
reiremos juntos. Y con mis amigos, independientemente de lo que hayan
sido en el pasado, me abrazaré y me daré un par de besos cuando nos
veamos. Nos contaremos cosas y nos llamaremos a veces. Y a los que
son más importantes, les diré que les quiero. Porque es así, les
quiero. Y lo digo ahora, una vez más, por si acaso: chicos, os
quiero.
Seguiré hablando con gente, amigos,
amigas, familia, compañeros de trabajo. Y les pediré consejo o les
aconsejaré. Comentaremos las cosas porque a veces, al ponerlo en
común se encuentran soluciones. No buscaré en internet la respuesta
a mis preguntas si me apetece hablarlo con otro humano que no seas
tú. Y a veces esas dudas serán sobre ti, porque a veces necesitaré
decir que estoy harta o que haces cosas que no me gustan. Y no pasará
nada. Y otras veces serán dudas sobre cualquier tema. Laboral,
personal, emocional. Sobre qué coche comprar o sobre qué champú
usan para tener pelazo brillante.
Seguiré pensando que hay gente guapa
por el mundo además de ti. Incluso más que tú. Creo que mi jefe es
un hombre atractivo, le veo todos los días y espero seguir
haciéndolo muchos años porque el trabajo me encanta y que me
parezca guapo no significa nada más que eso, que me lo parece.
Seguiré mirando a personas en el metro y admiraré su belleza o su
estilo. Seguiré quedándome prendada de cada pelirroja que me cruce.
Seguiré viendo a Paul Newman en las viejas películas y creyendo que
ningún hombre puede ser más perfecto. Seguiré soñando con ese
irlandés que me acelera el pulso.
Seguiré poniéndome guapa,
arreglándome y vistiendo como me dé la gana. Y seguiré
“coqueteando”, que es una palabra que odio. Pero si el señor del
estanco o del kiosko o el autobusero me sonríe y me dice unas
palabras amables, le responderé de buen grado. Y cuando salga, si
alguien se me acerca a hablar con educación y respeto, hablaré un
rato con él. Y bromearé con mis compañeros de trabajo, con el
camarero del bar al que voy siempre y con los abuelillos del centro
que me piden besos.
Seguiré escribiendo historias en las
que me enamore de gente ficticia. Crearé personajes a los que amaré
con locura y no serán tú. Recordaré a los amores pasados con una
sonrisa. Miraré las fotos de mi juventud con un pellizco de añoranza
por aquella gente que se fue de mi vida. Y seguiré pensando que el
amor de mi vida son mis gatos, y que nunca me enamoraré de un humano
como estoy enamorada de Ron.
Y querido futuro marido, si es que
existes, espero que tú también tengas una vida plena y feliz, como
yo. Espero que tengas amigos y amigas y amores y recuerdos. Espero
que veinte segundos de flirteo con la señora de la panadería te
animen un día gris. Espero que hables con gente, que compartas con
ellos tus experiencias y que a veces, te quejes de mí porque mira
que soy cansina. Espero, de verdad, que me seas microinfiel hasta la
saciedad.
Porque si los dos hacemos todo eso y
luego llegamos a casa y nos queremos y seguimos queriendo estar
juntos es que vamos bien. Si nos tenemos total confianza y también
mantenemos nuestra parcela de intimidad, si estamos seguros del otro
y sabemos que él lo está de nosotros, es que vamos bien. Si
enriquecemos nuestra vida con más gente, más opiniones, más
experiencias, más cariño y más cosas positivas de las que nos
podemos dar entre los dos, porque cuanto más grande es el círculo,
cuanto más amplia la visión, más colorido es el mundo, es que
vamos bien. Si nos queremos y como pareja no nos hace falta más, si
nos elegimos libremente cada día, si aún en los peores momentos nos
merece la pena seguir al lado el uno del otro, es que vamos bien. Es
que vamos muy, muy bien. Es que puede que vayamos bien toda la vida.
Tu futura microinfiel esposa,
Naar.
Así, así, hay que dejar las cosas claras desde el principio. Que se creen algunos que pueden hacer lo que quieran y no, tu a verte con quien quieras
ResponderEliminarSaludos
Pues no sé qué decir....es que eso es una relación normal. Quiero decir, no veo nada raro ni necesario que explicar en este texto, yo ni me plantearía un relación de otra manera. Lo que me da que pensar....qué tipo de parejas has tenido???
ResponderEliminarEs decir, si tus anteriores relaciones no eran así...mal.
No estoy juzgando eh, ni espero contestación. Sólo me ha sorprendido que creas que necesitas aclarar algo a una futura pareja.
Eso no es ser ni microinfiel ni nada, eso es ser una pareja normal y corriente y sana
Es un post a raíz de un artículo sobre las microinfidelidades. El resto es recurso literario inspirado en una amiga que comentó en Twitter que había puesto microcuernos a todos sus novios pasados y futuros. Yo he tenido siempre claro que una relación sana es esto.
EliminarMe alegra! La verdad es que con el carácter que pareces tener (a través de internet es complicado leer a una persona pero es lo que parece) me extrañaba otra cosa jeje. Se te ve inteligente y con una personalidad muy marcada y hubiera sido raro que te dejaras llevar por algún macarra machista de tres al cuarto, pero bueno, el amor a veces es ciego y un poco bruto y cosas más raras he visto.
EliminarSe puede decir más alto, pero no más claro. Ole tú.
ResponderEliminarCasémonos, futura microinfiel marida.
hace unos años, en un foro de comics del que soy administrador adjunto, una chica me escribió desesperada pidiendo que borrase enteros varios hilos que ella había abierto sobre un cantante del que era extremadamente fan. al parecer su marido los había visto, le pareció una "microinfidelidad" de esas y se lo tomó muy mal. un matrimonio con unas normas tan rígidas tiene que ser una pesadilla tanto para él como para ella.
ResponderEliminarbesos!
Cielo santo, el artículo es de traca. Aparte, es que mezcla cosas como regalar cosas obscenas a otro (que sí es un poco raro, al menos para mí) con, por ejemplo, pedir consejo a alguien que no sea tu pareja.
ResponderEliminarYo debo ser microinfiel, también, porque las cumplo casi todas. El churri lo sabe y tan felices todos, oye.
El mundo se vuelve loco. Parece que involucionamos a cada día que pasa. Besotes!!!
He flipado mucho con el artículo!! lo peor es que habrá muchos/as jovencillos/as que se lo crean!! como dice Alter; el mundo se vuelve loco, sino lo está ya.
ResponderEliminarY tengo que decir, que me ha encantado este post, atrapa de principio a fin!! Enhorabuena!!!
No me parece tan descabellado... jaja el otro día una de mis mejores amigas (ya casada) me contó que una conocida suya, le preguntó si no le importaba que se sentase al lado de su marido en el coche (no sé dónde iban... pero no es que su marido llevase a esa chica a su lado hasta una suite romántica en una playa... ¡¡es que iban todos en el coche al mismo sitio!! pero se habían distribuido de modo que al lado del marido estaba otra chica...) todos menores de 30 años... jajajaja Vamos... que no está de mal dejarlo claro.
ResponderEliminarPregunta: a vosotros la siguiente conversación por messenger os parece microinfidelidad?
ResponderEliminarContexto: conversación por messenger a las 4 a.m. después de una noche de fiesta de un hombre casado con una conocida que se ha encontrado en la discoteca.
- Ella: ya estoy en casa. Menudo pedal llevo.
- Él: pues anda que yo!!!
- Ella: y otra vez solita a casa :(
- Él: eso es porque tú quieres.
- Ella: tú crees? bueno, me voy a desnudar y a meterme ya en la cama.
- Él: yo también me voy a desnudar y a meterme en la cama. Veo que tenemos los mismos gustos para dormir.
- Ella: ya veo ya... buenas noches!
- Él: buenas noches.
Para mi eso es una microinfidelidad. Creo que lo que has explicado en tu post es otra cosa.
Un beso!
Me puso de tan mala leche el artículo,.... vamos yo ya sabía que era mala, mala y que me merecía quedarme sola por pensar que estar con alguien y seguir saliendo con tus amigos, emborrachándote y haciendo el idiota sin que tu otra mitad, tu costillita, tu amorrrr esté contigo, pero es que esto ya me ha parecido un despropósito. Parece que a la gente le dan miedo las relaciones sanas o algo así. Así que me uno a tu manifiesto de ser muy y mucho micronfiel con todas las personas con las que esté en el futuro, si es que hay alguna,
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