En este blog aún no he tenido tiempo de lloriquear porque no tengo trabajo. En el mes de diciembre no he tenido tiempo ni de acordarme de lo pobre que soy. Estaba más preocupada de sobrevivir y de no adelgazar más aún o desaparecería.
Pero el otro día iba conduciendo y emitiendo ese sonido desagradable que yo denomino “cantar”. Entre canción y canción oí un ruido. Me cercioré de estar callada y no ser yo la que lo hacía.
Gggggg – ggggggggg – ggggg – gggggg – gggggggg…..
- Mierda, coche, ¿eres tú?
- Ggggggg - grrrrññññ – gggg
- ¿coche? No me hagas esto, no, por favor, no….
- Ñecñecñec…
- Mierda, mierda, mierda…
- Gggggggg – ñecñec – gggggg
Deduje inmediatamente que era la distribución. No soy mecánica, pero tengo una intuición terrible. Soy como una especie de doctor Hause para las averías. Cada vez que veo agua donde no debería o oigo un ruido raro que no viene a cuento sé de lo que es. Y sé que casi siempre es más caro de lo que puedo permitirme.
Con la esperanza de equivocarme llevé el coche al taller. Según el tipo oyó el ruido me dijo que sonaba por la zona de la distribución. Ya, mira tú qué cosa, eso ya lo sabía yo de antes y sin estar llena de grasa, ni llevar mono azul, ni nada…
- ¿Y cuántos kilómetros tiene?
- Pues… - mirando disimuladamente el cuentakilómetros – casi 120.000…
- Eso es que hay que cambiar la correa de la distribución y los rodillos de peribrestres y las tuercas fluembristes y la bomba del gleriñectrion…
- Ya, comprendo. – en tu puta madre por si acaso.
- Pero claro, hasta que no lo abra no sé qué decirte.
- Y ¿cuánto? ¿sabrías decirme cuánto?
- No.
- Pero podría pagarte con…
- ¿Tarjeta?
- Huy, como si yo tuviera de eso. Pensaba más bien en una empanada o un bizcocho de limón.
- No.
- ¿y de chocolate?
- No, me temo que no.
- ¿y no tiene usted un hijo guapo al que pagar con favores sexuales?
Se ve que el tío es muy intransigente y se niega a aceptar nada que no sea dinero contante y sonante. Así va el mundo, claro.
Dejé el coche con la esperanza de que me llamara al día siguiente diciéndome que era la clienta número mil y que me saldría gratis. Todo lo que fuera más de eso, se escapaba de mi presupuesto. Por desgracia, he debido ser la novecientos noventa y nueve o la mil uno, pero esta mañana me ha llamado y me ha dicho que eran chorrocientos euros y que además estaba mal el no sé qué del cigüeñal. Igual el tío me va a hacer una revisión del tejado, aunque juraría que sólo hay nidos de golondrinas. Pero bueno, él es el experto.
Total, que he tenido que hacer como con los desahuciados, decir que cerrara el coche tal y como estaba y que no hiciera nada.
Me lo he llevado del taller para aparcarlo cerca de casa y que no me lo vuelvan a robar. Por el camino, que es bien corto, iban saltándoseme las lágrimas.
- joder, coche, ¿cómo has podido hacerme esto? Sabes que no puedo pagarte una operación y tú yo somos colegas, tío, vamos juntos a todas partes. No sé cómo has podido…
- grrrrrñec – ñec – ggggggggggg
- ¡¡No me interrumpas encima!!
- Ñecñecñec – grrrrrrmrbffff – pufpufpuf
- Oye, te estaba hablando de buen rollo, pero si te vas a poner así, nada…
- Ggggggggggggggggg
- Lo mismo opino yo de ti.
- Grrrrrrñecñec…
- Pues aquí te dejo. Hala. Hasta más ver, majo.
- Grrrrmmbfffff
- ¡Que ya te apago! Joder con el coche, hombre yaaaaaaaaa…
Y ahí está, el cabrón, aparcado delante de mi portal, para recordarme cada día que salga a la calle y vaya andando que él se ha jodido en el momento en el que más lo necesito y menos puedo pagarle. Creo que está sonriente y todo. Tan oportuno como todos los hombres.
En fin, reitero desde aquí mi petición de trabajo. De lo que sea. Me ofrezco para limpiar, planchar o cocinar. O para detectar averías a distancia. También como médium, para ver el futuro, echar cartas o cualquier parida que se os ocurra y por la que alguien esté dispuesto a pagar. Si es el caso de hombres jóvenes y guapos, también se ofrecen favores sexuales.
Vil putada. Pero qué divertido leerte!!! jajajaja me he reído mucho. Pero siento lo del coche, y lo del paro más, que conste.
ResponderEliminarBesotes.
Estoy con CMQ, es un placer leerte. Siento mucho lo del coche y, como dice ella, aún más lo del kurro. Espero que encuentres pronto un trabajo, yo he tenido que pasar unos meses así y se pasa de puta pena. Así que lo único que te pido es que no desesperes y que, al final, siempre hay alguien que te echa una mano o sonríe la fortuna cuando menos te lo esperas. Confía en ti y pronto las cosas cambiarán. Por cierto, me encanta como escribes. No sé si has visto el nuevo blog que estoy intentando llevar a cabo http://relatosconjuntos.blogspot.com Intenta pasar cuando puedas y a ver qué te parece. Estaría encantado de que participaras porque tus textos son geniales.
ResponderEliminarSiempre pasa lo mismo... un momento muy inoportuno para romperse el coche con los bolsillos vacíos. Espero que tengas suerte con lo del trabajo.
ResponderEliminarMe encanta todo lo que escribes.Cuidaros mucho tu coche,tu gato y tú.Un saludo,LUZ.
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