A veces me da la neura de no dormir. O de no querer irme a la cama, más bien. Como los niños, aunque me caiga de sueño, me resisto a acostarme. Así que algunos días de fin de semana me dan las tantas hecha un ovillo en el sofá con Ron, tapados con manta y viendo la tele.
Esto está bien hasta ciertas horas. Puedes ver series del año de la pera o pelis súper antiguas. Lo malo es que después de todo eso, la tele se convierte en algo raro. Todas las cadenas empiezan a emitir programas raros. Hay diversas opciones:
Esos con tías puestas de speed que hablan a toda velocidad convenciéndote de que llames para ganar cientos de euros a cambio de decir nombres de ciudades que empiecen por J. Lo mejor es cuando llama gente y dice cosas como “Matalascañas” o “Camarma de Esteruelas”. ¿Nadie se da cuenta de que es un timo?
También están los del porno de baja calidad. Parten la pantalla y a la vez hay porno cutre, anuncios tipo “llámame, estoy cachonda” y los mensajes que manda la gente. Estos son divertidos. Los mensajes son una gracia, no puedo creer que la gente gaste varios euros en decir cosas como “moreno guapo 30 cm de polla busca chicas gordas”. O “casada insatisfecha busca sexo desesperadamente”. Cinco minutos de leer estos mensajes y tu fe en la humanidad puede disminuir sensiblemente. Además el porno que emiten es de todo menos excitante. A mí no me gustan mucho las pelis porno, pero las he visto y las hay hasta interesantes. Pero estas no. Nada de Rocco Sigfredi con su enorme pene, nada de tías recauchutadas con cara de vicio. Son todo tipos peludos mostrando sus culos flácidos, tías celulíticas de pezones gigantes y haciendo gemidos extraños, sin música de fondo, ni ambiente tipo playa o campo alrededor. Un espanto de porno, vaya.
Y luego están mis preferidos. ¡¡Los canales de teletienda!! Me encantan. Me quitan el estrés, me hacen reír y al final me dan ganas de ir a la cama. Además últimamente hay anuncios estupendos. Los chismes que pican cosas en tres segundos o menos, los que hacen zumo de todo lo que tengas en la nevera y los que convierten tu comida en obras de arte, haciendo flores con rábanos y esculturas de los huevos duros. Los quiero todos. Pero está mi súper preferido: la mopa giratoria. Yo quiero esa mopa. Me la pido para… no sé, para la próxima vez que haya que regalarme algo. Es una fregona circular, con un cubo que pisas un pedal y la centrifuga. Y mola, porque claro, las antiguas fregonas huelen mal, se caen, llenan todo de un agua marrón-negruzco y además hay que escurrirlas con las manos. Se ve que los que hacen el anuncio no han comprado en su vida un cubo, porque vienen todos con ese cestillo que vale para estrujar la fregona contra él. Y se trata de cambiar el agua de vez en cuando, pero vamos, que no, que eso es el pasado. Lo que mola ahora es la mopa giratoria con cubo centrifugador. Eso sí es modernidad y avance y limpieza del siglo XXI. Así sí, da gusto recoger toda la mierda que se cae. O mejor, la que tiras tú por el suelo con el único fin de limpiarla. Porque ahora limpiar es fácil y divertido. Ahorras tiempo y dinero, tus manos estarán más suaves y tendrás orgasmos más intensos. Me pregunto cómo sobrevivo sin ella. Diooooooooooooooooos, necesito esa mopa.
No debería acostarme tan tarde. O no ver la tele a esa hora, lo sé. Y sé la solución, lo que en realidad necesito es un maromo (o varios, que por pedir no sea) que me saque de paseo el fin de semana y a esas horas esté enseñándome nuevas técnicas amatorias del kama-sutra avanzado. Pero mientras se da el caso, veo teletiendas antes de acostarme los días de fiesta, qué pasa.
Por favor, si alguien tiene una vida más triste que la mía, que lo diga. Podemos hacer un grupo de autoayuda. Hola, soy Naar, vivo sola con un gato y quiero una mopa-gira-gira. Bien, Naar. Todos te apoyamos, Naar. Estamos contigo, Naar.
¿Alguien se apunta?
A mí también me encanta la teletienda. La vez que más me reí fue con un asa que sirve para pegarla en cualquier sitio y agarrarse. Creía que era una idiotez pero ahora he visto que la venden en las tiendas normales, jejej.
ResponderEliminar¡Todos te apoyamos, Naar! Me has alegrado el día, fíjate tú :)
ResponderEliminar!Pero que imaginación tienes! eres una tía fenomenal,me encanta todo lo que cuentas.Un saludo LUZ.
ResponderEliminarPues la mopa funciona. Por cierto, el otro día leí que un tío había comprado un estirador de penes en un programa de teletienda y que como no había dado resultado después de no sé cuántos meses de utilización, demandó a la empresa por publicidad engañosa, jejejejejeje
ResponderEliminarYo me uno a tu club... cuando no tenía los niños me encantaba quedarme hasta tarde, muchas veces viendo cosas chorras y también la teletienda. Es algo absurdo, ¡pero me daba por reirme!
ResponderEliminarHola, soy Isa, vivo con tres niños (uno de ellos mayor de edad) y quiero el horno que cocina solo y todo super-sano, ja, ja, ja...
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ResponderEliminarEs genial, me has recordado a mí y mi negativa a acostarme, me pasa lo mismo.
ResponderEliminarLa de la tele tienda siempre me ha recordado a estos vendedores de las ferias que llevan pelapatatas y pelan de todo en 2 minutos de la forma más limpia. Yo me compré uno y casi me rebano un dedo, pero de pelar tomates, patatas, etc... nada de nada. Si es que hay que tener arte hasta para pelar patatas.
Besos guapa! Me ha encantado la entrada.