Esta tarde he salido a hacer unas cosas. Y no es que fuera arreglada, ni escotada, ni nada… pero al pasar por delante de un taller de coches, se da esta situación:
- ¡¡Guapaaaaaaaa!!
- Tío, dile algo más original….
- ¿Como qué?
- Pues no sé… hummmm… ¡¡Rubiaaaaaaa!!
Genial, eso es originalidad. Obviamente, no hago caso. Nunca lo hago con los piropos en general, y desde luego, ignoro totalmente a los que me llaman “rubia”. Lo soy, pero no me gusta que me denominen por ello. Me hace sentir estúpida, aunque no sé muy bien porqué.
El caso es que sigo andando y haciendo mis recados. Hasta que me cruzo con un mulato de mediana edad, con una camiseta de República Dominicana. Me mira de arriba abajo y, al pasar por mi lado, me dice (sin gritar para que se entere todo el barrio):
- Perdona que te mire, linda, pero eres una chica preciosa.
No puedo evitar sonreír. Así sí.
Di que sí. De todas formas no sé de qué os quejáis; a los tíos nunca nos dicen nada, y a vosotras siempre os están regalando el oído. ¡Queremos igualdad! XD
ResponderEliminarPues si. Así, sí.
ResponderEliminarEs que los hay con gracia y los hay,desgraciados (de comentarios eh? jeje).
ResponderEliminarRecuerdo una mañana volviendo de trabajar,que me cruzo con un chico que me suelta "no sabia que las rosas andasen".Mira,me fui a la cama con una sonrisa de tonta que paqué!.
Bueno saluditos,besos,ronroneos y lametones y gugús!.
PD: la mami de Dark y Melito.
Yo, como Peibol, reclamo igualdad en el mundo piropil... No hay nada mejor que te regalen los oídos, eso sí, con tacto.
ResponderEliminarQue hay alguna que también...
:)
ResponderEliminarJamás me hubiera imaginado que eras rubia.
No sé porque te hacía morena...