jueves, 15 de marzo de 2012

el toy-boy

Vale, es jueves, son algo más de las 10 de la noche y estoy escribiendo un post… o sea que no estoy con el niño del bus.
Peeeeeeeero, antes de que me arrojéis objetos contundentes dejad que me explique.
Esta mañana venía el técnico a cambiarme el router porque he cambiado de compañía de adsl, así que ayer dejé un mensaje en facebook avisando de que igual me quedaba sin Internet durante horas o incluso días. Por suerte no ha sido así, pero eso es otra historia. El caso es que antes de que llegara el técnico me he conectado y nada más hacerlo, va el nene y me abre una ventanita de conversación. Me dice que me estaba esperando y que menos mal que me ha pillado a tiempo. Yo flipo un poco, pero bueno. Y me dice que lo siente, pero que hoy no puede quedar. (¿Veis? No ha sido culpa mía) Al parecer iba a salir tarde del trabajo y prefería dejarlo para otro día.
Lo cierto es que me ha venido de perlas porque yo hoy tenía un montón de cosas que hacer y no me apetecía tener que lavarme el pelo, maquillarme, arreglarme y… argggg. Muy cansado todo. Así que le he dicho que sí, que ya si eso, otro día. Pero me ha insistido preguntándome que cuando me vendría bien, que si iba a tener los próximos días muy liados y tal. Le he dicho que el sábado y el lunes los tengo ya pillados, pero que el resto, si me avisa con un poco de tiempo, puedo hacerle hueco. Así que ya veremos qué pasa.
Lo bueno es que yo tenía que cortar la conversación porque venía el técnico y él porque se iba a nosequé. Pero se ha despedido diciéndome: “tengo ganas de verla, señorita”.
Hummmm… ¿me está hablando de usted? ¿tan vieja cree que soy? Jo, me siento abuela total. Y lo que es peor, ¿señorita? ¿le molo porque cree que podría ser su profesora? ¿es un rollo morboso-pervertido? ¡Joder! ¿tan, tan, tan vieja soy?
Y cuando estaba palpándome la cara como una posesa tratando de comprobar el estado de flacidez de mi grisácea y arrugada piel de anciana, me pone una carita sonriente.  
Ah, espera, no me está insultado ni es un pervertido sexuarl. Está siendo simpático. Benditos emoticonos. Así que pongo mi correspondiente carita sonriente y me despido.

Y qué queréis que os diga. Le estoy dando vueltas al asunto. El nene es mono pero… (va, voy a decirlo) tiene 22 o 23 años, no recuerdo lo que me dijo. Es son 6 años menos que yo en el mejor de los casos. Y son muchos años. Al menos en este momento. Porque hay una diferencia muy grande entre tener veintipocos, vivir con papá y mamá, pensar todo el día en fiesta y diversión… y tener casi 29, vivir sola con un gato, ser responsable, adulta y pirada. Además de otras muchas cosas que nos separan y distinguen. Por lo que no puedo evitar dudar. ¿Para qué puñetas quiero quedar con él? ¿Para subirme el ego? Porque yo no soy de relaciones largas, pero tampoco me frunjo a un desconocido el primer día. Igual el segundo sí, pero no el primero. Y eso implica quedar y requedar varias veces. Y no sé si tengo tantas ganas de frungir, la verdad sea dicha. Porque luego vete a saber. Igual es torpe. Igual es raro. Igual es… yo qué sé. Y entonces ¿qué habré hecho? Perder el tiempo.
Pero la otra parte de mi cerebro bipolar me dice lo contrario. Me dice que además de frungir puedo conocer a alguien con quien echarme unas risas. Con quien divertirme una temporada (y digo con no digo de. Que luego venimos con acusaciones). Que igual el niño es un artista del frungimiento, oyes. Y quien no quiere un toy-boy como los de las famosas. Un niño guapo al que lucir un poco de vez en cuando. Además de la idea de usar un poco la vida, ya que la tengo.
Total, que sigo igual. Ya os contaré cómo sigue la historia más absurda jamás contada. Además, el sábado vuelvo a salir con Anita. Igual conozco a otro, quién sabe.

Por cierto, cambiando de tema. He cambiado los comentarios. Ahora salen debajo del post en lugar de en una ventana emergente como a mí me gusta. Se supone que de ese modo, podéis suscribiros a los comentarios. Así que hala, estaréis contentos.

7 comentarios:

  1. Sí, estoy supercontenta por lo de los comentarios :D Y sí, vivan las caritas sonrientes. No soy la persona más adecuada para aconsejar así que decidas lo que decidas estará bien. Besos!!!

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  2. La edad es un numerito en el DNI, lo importante es la persona. Si estás a gusto -y dentro de la legalidad- tira pa'lante, que hay que honrar al nombre del propio blog. Aunque más que tirar pa'lante, veo mucho reculamiento...

    Date al carpe diem, mujer, no sea que no haya mañana y te vayas a quedar sin frungir...

    Besos

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  3. Pues mira, yo haría lo siguiente (si te vale de algo el consejo). En lugar de estarlo pensando días y días, la próxima vez que te diga de quedar, haz lo que más te apetezca en ese momento. Cuando alguien nos llama la atención, tenemos ganas de quedar con esa persona. Si ves que no tienes ganas, pasa. Hay más peces en el mar. Un besico.

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  4. Guapa! y qué pasa con los años?, que tú estás estupenda y todo depende de cómo sean las personas!

    un besote enorme

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  5. Opino lo mismo que "mi álter ego" haz al final lo que te apetezca en ese momento, aunque yo prefiero que quedes, no estaría mal tener un toy-boy xDDD

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  6. Pues yo me llevo seis años y pico con mi marido...

    ¿Por qué quedar con él?
    - Para subirse la autoestima
    - Para sentirse más joven
    - Para pensar, por una vez, sólo en fiesta y poco más, como si aún vivieras con papá y mamá
    - Por si te da por frungir
    - Por tener nerviosillos en el estómago aunque sea un par de días
    - Por tener una excusa para lavarte el pelo y maquillarte
    - Para tener algo que contarnos durante unos días
    - Para que Ron se ponga celosete y te quiera un poco más...

    ¿Sigo?

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