- He escrito tanto sobre ti, que cualquiera pensaría que estoy loca por tus huesos.
- Sí. Yo de hecho, lo pienso.
Pequeño extracto de una conversación con el dueño de mis sábanas que daría para varios post. Como todo lo que él hace. Y en parte creo que lo busca, porque le gusta leer lo que escribo de él. Por eso, entre otras cosas, le voy a hacer una etiqueta. Porque son tantos ya sus post, que se la ha ganado.
Me dijo también que creía que yo le quería, entre otras cosas porque me afano en decir que no es así. Y en vano traté de explicarle de nuevo que lo que yo siento por él queda bastante al sur del corazón. Pero me desarmó por completo cuando le dije que si él me quería a mí y me dijo “claro. No hay razones para no hacerlo, eres lista, sexy y ahora encima bricomaníaca.”
Mierda. Debería haberlo dejado estar.
Y divagamos un poco sobre el amor. Porque yo no creo en ello y si creo en algo, es en un sentido más práctico y racional que él. Y partimos de bases distintas. Y no nos ponemos de acuerdo, como solía pasar. Y nos reímos, como hacíamos entonces. Y me sigue acelerando el pulso hablar con él, como siempre.
Extrañamente, se redujeron mucho los miles de kilómetros que nos separan. Su charla hizo que me olvide del tiempo que hace que no le veo siquiera y de que probablemente, no le vuelva a ver. Pero luego vuelvo al mundo real, en el que él no está y aquellos años felices se fueron para no volver. Debería haberlo dejado estar.
Es curioso, porque él me sigue haciendo sentir. Sentir, en general. No un sentimiento concreto. Sólo sentir que sigo viva. Que el corazón me golpea el pecho con otra finalidad que la de simplemente bombear sangre al resto de mi cuerpo. Pero esto no es tan bueno. Sentirme viva por un rato me recuerda que no me siento así a menudo. Y me hace temblar, como al funambulista que cruza un precipicio caminando sobre una cuerda y comete el error de mirar hacia abajo, sintiendo vértigo de repente. Debería haberlo dejado estar.
Y es que yo también soy humana, leches. Sí, lo soy, las palabras esas raras de confirmación que tengo que descifrar para publicar comentarios en vuestros blogs lo certifican. Y por mucho que cante las alabanzas de la vida solitaria, a veces me da el chungo mental de echar de menos los sentimientos. Empiezo a pensar que van demasiados meses acorchada y sin sentir ni frío, ni calor, ni amor, ni dolor… ni nada. Y claro, llega el dueño de mis sábanas, desde el culo del mundo y con unas pocas palabras me hace reír y sentir un agradable calorcillo en mi pecho de hojalata. Y entiendo que puede parecer amor aunque yo diga lo contrario. Y siento como me aprieto el cardenal y duele de nuevo. Joder, debería haberlo dejado estar.
Sólo recupero la cordura cuando recuerdo mi plan de que me la pele todo. Que no sentir es necesario en este momento. Y que me tiene que dar igual todo. Quien quiera creer que le quiero, incluido él, que lo crea. Yo no lo sé, ni me importa. Ya lo confirmaré cuando vuelva a tener sentimientos. Ahora mismo ni quiero ni puedo saberlo, no puedo sentir. Sería catastrófico. Así que let it be, baby, let it be.
Andamos medio igual... con el corazón de hielo y las ganas rotas, pero en realidad hay una cosa que está clara: que si no quieres, no lo vemos, pero ahí hay algo. Llámalo X.
ResponderEliminarBesooooos!
Hay heridas que, aunque se suavicen, no se cierran nunca.
ResponderEliminarAunque no me guste nada admitirlo, creo que todo tenemos a alguien por el que no queremos pasar página nunca. Nos encanta castigarnos.
ResponderEliminarAvísame si consigues dejarlo estar.
Un saludo!
Si es que claro cuando hay tantos km por medio, y sin posibilidad de reducirlos es mejor dejarlo estar...pero no es fácil.
ResponderEliminarBesos Naar!
Touché! Tengo la sensación que somos más de una y de uno que estamos en situación parecida. Nos decimos, no, no le quiero. Y en el fondo dudamos de que eso sea cierto. Y más aún, nos negamos a tener esa duda, porque eso implicaría que volvemos a sentir...y mierda! eso duele. Ya no queremos más dolor. Sólo eso, no más dolor.
ResponderEliminarEn mi tierra hay una cita que dice : la mierda, cuanto más la remueves, más mala olor hace. Pues eso, dejemos de marear los sentimientos, que duelen.
Deja pasar la tentación, dile a ese chico que no llame más... ;-)
ResponderEliminarLos sentimientos son algo muy complejo. Todos hemos tenido alguna vez una relación de estas de "ni contigo ni sin ti". Dan muchas satisfacciones pero también muchos quebraderos de cabeza. En fin, espero que te puedas aclarar un poquito y lo mismo te tiras a la piscina definitivamente, quién sabe...
ResponderEliminarTe ha detenido a pensar que quizá si volvieras a verlo ya no seria igual y te darías cuenta que has estado perdiendo un tiempo precioso sin ver lo que tienes mas cerca,y que lo otro era una solo una ilusión.
ResponderEliminarUn besito.
Yo he estado en esa situación de soy-una-máquina-sin-corazón durante bastante tiempo, pero creo que se me está pasando :) Así que tú, igual, seguro.
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