domingo, 11 de marzo de 2012

Sábado de restregones y beso lésbico.

El rollo de la bicicleta me ha dejado secuelas. Para empezar, una contractura en la espalda de las que hacen época. Así que el sábado me levanté hecha polvo, dolorida y con la sensación de que me hubieran dado una paliza.  Y en lugar de limpiar, que es lo que hago los sábados, vino vecinodelprimero a contarme un rato su vida. Muy majo y amoroso él, sobándome la espalda para comprobar mi contractura. Y terminé tan cansada de hablar con él de pie que pensé que con gusto me tomaría alguna droga dura y me tumbaría a remolonear el resto del sábado en mi casa llena de roña.
Por suerte, a mediados de semana ya había quedado con Anita y con Jime para salir a bailar. Así que mi plan de quedarme en casa, mohína y dopada hasta las orejas se fue al traste. Total, que me obligué a mí misma a ducharme, arreglarme y salir. Con una desgana de nivel elevado, pero salí. Y al final fue un triunfo de noche.
Fuimos a una discoteca de bailes latinos que hay en el centro. Y claro, Jime es colombiana y Anita baila bastante bien. Así que la única que era un pato mareado y contracturado era yo. Pero da lo mismo. El caso era bailar y arrimarse.
Porque es lo único que echo de menos de tener un chico en mi vida: el contacto físico. No el del frungimiento en sí, que también. Si no el simple contacto, el de que me abracen, me cojan por la cintura, se me acerquen y pueda oler la colonia de hombre que tan extraña me resulta. Y otra cosa no, pero con los bailes latinos lo que hay es contacto. Hay tanto, que de vez en cuando te dan unas cuantas vueltas para marearte, dejarte confusa y que te dejes sobar otro rato.
Además en general, el ambiente de ese sitio es bueno. Bailan contigo, te dan un poco de charla y si no das pie, no se ponen pesados. Aunque de todo hay, claro. Y hubo que se puso muy cansino con Anita. Yo lo vi mientras bailaba con uno que se arrimaba más de la cuenta y decidí eliminar a dos pesados de un tiro haciendo la vieja técnica de la lesbiana. Así que además de restregones a ritmo de salsa, conseguí un beso. De una chica, vale, pero un beso al fin y al cabo. (Por cierto, te quiero, guarra. Me voy a comprar un pene de goma y vas a flipar.)
Y el final de la noche fue apoteósico, pero no os lo cuento para que no se me gafe. Si sale bien, ya os pondré al día.

11 comentarios:

  1. Parece que el sillín no te dejó muy dolorida.
    Me alegro de la noche apoteósica, oye!!
    Un saludo

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  2. ¿Apoteosico? Ahora nos quedamos con la intriga. A mi estos sitios con música latina no me van, eso que te metan mano con cualquier excusa... XD

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  3. Pues tenía razón Key: salvo por el sarpullido que me ha salido con la música latina, este blog es una fiesta!

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  4. Jajaja. El truco de hacerme pasar por lesbiana también lo he hecho yo alguna vez y va de lujo (bueno, casi siempre, porque a veces eso les da todavía más morbo y se ponen aún más pesados...) Besos.

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  5. Creo que el truco del lesbianismo lo hemos hecho todas o casi todas, jajajaja.
    Lo importante es que lo pasate bien y éso me alegra, :)

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  6. Cuenta cuenta no nos dejes con la intriga!! A mi me encantan esos días que esperas que sean normales y luego son sublimes jajaja
    saludos!!

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  7. jajajajajajaja,
    hay que saber manejarlo!

    anita

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  8. Al final, las noches en las que sales a desgana son las mejores. Por cierto, con este formulario de comentarios no me deja darle a "suscripción de comentarios" :( Besos!

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  9. no sé por qué, pero no se puede acceder a la suscripción de comentarios. y no me deja cambiarlo ni nada. seguiré intentándolo.
    besos!!

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  10. Queremos saber, queremos saber, queremos saber... Por cierto, lo de la suscripción de comentarios parece que va a desaparecer. Creo que lo están haciendo poco a poco. Yo tampoco encuentro el modo de recuperarlo.

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  11. Hola Naar,yo también hecho de menos ese abrazo de "oso" que me daban cada día y me sentía con mas confianza y seguridad y no otra cosa,pero en fin así es la vida.
    Un beso.

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