domingo, 5 de agosto de 2012

cuando el futuro me alcance (depresión de agosto)

Trato siempre de ser defensora del mes de agosto. En parte porque intento convencerme de que no es tal malo. Y porque tengo que quedarme en Madrid y es un buen momento para hacerlo. Hay menos gente y se pueden hacer cosas que son impensables el resto del año. Pero qué coño, seamos sinceros, agosto es un mes un poco deprimente. Es como un domingo largo. Es festivo, sí, pero es un rollo. Y es el preludio del fin. Sabes que ya queda poco. Que soplan vientos de cambio. Que pronto será septiembre, con su vuelta al cole, sus días más cortos, sus noches más frescas y su puta madre en verso. Y no mola. No mola nada. Porque el verano es un sueño. Una oportunidad de pensar que la vida puede ser más bonita. Es el momento de sentirse más joven, más guapo, más libre. Es el momento de disfrutar de la vida y no de sobrevivir día tras día con cierta resignación, agachando las orejas bajo el restallar del látigo de la rutina. El verano es como coger aire para sumergirse en las aguas del resto del año. La pregunta es si es suficiente. Si ese oxígeno tomado nos valdrá hasta el verano siguiente. O hasta que podamos sacar de nuevo la cabeza para respirar.
Nunca he sido una persona muy previsora. Soy más cigarra que hormiga. Soy muy aries, muy inmediata, muy del ahora, muy de vivir el hoy y que le jodan al mañana. Soy muy de disfrutar el presente y que solucione los problemas la Naar del futuro. Pero empieza a no valer. Empiezo a tener una edad. Empiezo a sentir que el futuro me pisa los talones. Y agosto es el momento de darse cuenta. Que pronto empezará otro año (porque yo aún cuento los años por cursos escolares)... Y no hay buenas perspectivas. Ni laborales. Ni familiares. No hay buenas perspectivas en general. No sólo en mi vida, si no en general. Puede que sea la crisis, la situación política, económica, social. Puede que sea yo. Puede que sea todo. Puede que no sea nada. Pero hay algo raro en el ambiente y no parece que las cosas caminen en el sentido adecuado. No parece que el mundo se dirija a buen puerto. No parece que el futuro depare cosas maravillosas. No dan ganas de descubrirlo, de abrirlo como un regalo. Dan más bien ganas de arrojarlo lejos como un paquete bomba. Pero no es posible. El tic-tac del detonador sigue sonando. Sigue descontando segundo a segundo. Nada detiene el tiempo, nada impide que el futuro llegue. Nada evita que llegue agosto, ni que acabe, ni que el curso empiece de nuevo. Nada nos salva de lo que está por venir, sea lo que sea.
Y quedan dos opciones. Vivir, aferrándonos al presente inmediato y tratando de ser felices, mirando para otro lado. O preocuparnos por el inevitable y desconocido mañana, dejando que se nos escape el ahora entre los dedos. Y no sé por qué, pero ninguna de las dos me convence. En estos momentos, yo, que no creo en las garantías, me gustaría tener una señal. Un faro de luz al que encaminarme. Una esperanza a la que aferrarme. Una mano que me sujetara. Un hombro en el que apoyarme. Un sitio seguro en el que refugiarme. Un “algo” que me hiciera esperar un nuevo amanecer sin la desoladora sensación que no va a ser mejor que el ocaso que se apaga.

P.D. Agosto me deprime un poco, eso es todo. Nada de alarmas, nada de dramas. Estoy bien. Sólo me ha dado la vena reflexivo-poética. Pero se pasará… mañana, cuando salga el sol de nuevo y vea que el mundo sigue girando, sea hacia donde sea.

7 comentarios:

  1. Agosto como dices suele ser ese mes un poco blaf ,entre otras cosas porque es el mes que me doy cuenta de que tengo un año mas y eso va haciendose duro de asimilar.Como bien dices el futuro no esta claro, ni parece que mejorara .Puede que estemos mal, puede que sonriamos a ratos puede que noso guste a veces lo que hacemos o como nos sentimos,...pero estamos... tu estas ahi y yo y mucha mas gente.Me quedo con eso tuyo de vivir al dia, para pasar este mes, en parte por que no hay mas remedio que hacerlo y porque en septiembre veo mucho mas lejos mi siguiente cumpleaños

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  2. Yo suelo quedarme trabajando en agosto porque me gusta esa tranquilidad de poder currar un poco a cámara lenta, sin tanta presión. Disfruto de poder sentarme en el Metro, de no tener cola en el supermercado y, cuando llegue septiembre y note que el tiempo empieza a cambiar, ya tendré tiempo de pensar en el invierno. Disfruta de lo que queda de veranito y sé feliz!!!

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  3. A mí me pasa lo mismo. Para mí Agosto es como un paréntesis extraño. No me disgusta. Lo aprovecho para pensar en proyectos, planear, reflexionar, organizar... Para mí es algo así como un "preparados, listos, ¡ya!" pero más calmado y lento. Y bueno, siempre se le puede sacar partido.

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  4. La verdad es que me siento bastante identificada con lo que has escrito. En este mes de transición da miedo pensar que todo seguirá igual, que nada va a cambiar y que el tiempo más que correr, vuela. Nos queda descansar, coger fuerzas y afrontar lo que venga de la mejor manera. Besos!

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  5. Yo de adolescente masoca me iba mucho 15 días en agosto a Madrid a casa de mi prima y me lo pasaba bien xD

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  6. ¡Pero en agosto es mi cumple! ¡Eso tiene que ser bueno! Que no, es verdad, agosto es un poco raro, sí que recuerda un poco a los domingos... pero ánimo, que se puede ir a la piscina y a terrazas por la noche :D

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  7. Justo estaba pensando en hacer yo también una entrada sobre Agosto, quizás también es un mes para reflexionar ya que yo también me lo tomo como un fin de año.

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