Estoy empezando a pensar que tengo la cabeza demasiado
grande y/o pesada para mi cuello. Eso, o tengo el cuello demasiado largo y
flaco. Como una grulla cabezona o algo semejante, no sé.
El caso es que siempre me duele el cuello. Pero siempre,
siempre. Y la verdad es que suelo achacarlo a mis posturas imposibles para
dormir, a que me hago un nido en el sofá con cojines y no hay quien me saque de
él o a cualquier cosa así. Pero empiezo a pensar que mis problemas van más
allá.
La verdad es que empecé a mosquearme con el tema en la
adolescencia. Yo tenía una amiga que a la que llamaban La Sincuello. Y era
literal, oye, la cabeza le surgía directamente de los hombros sin transición
alguna. Por eso podía dormirse en clase sin que los profesores la pillaran
mientras que a mí me caían una broncas horribles, porque a ella no se le movía
ni el flequillo mientras que yo pegaba unas escandalosas cabezadas. Pero claro,
tampoco puede decirse que me diera envidia de alguien que no podía ponerse una
gargantilla o un jersey de cuello vuelto.
Aunque mi fisonomía de garza también tiene sus
contrapartidas a parte de no poder dormirme en clase, por ejemplo nunca he
podido hacer abdominales sin un terrible dolor de cuello. “Eso es que no las
haces bien”, diréis los listillos. Y un cojón de pato. He ido a varios gimnasios
a lo largo de mi vida y me han “enseñado” a hacerlas de diferentes maneras. Incluso
el otro día en pilates, al verme parar de hacer las dos millones de abdominales
vino mi profe ultragay y me dijo:
-
Qué haces, chumi, si tú puedes aguantar mucho
más.
-
No, me duele el cuello.
-
A ver, levanta otra vez y tira bien de aquí.
Y lo de siempre. Me toqueteó la tripa, la espalda y la
cadera.
-
Pues no, chumi, lo estás haciendo bien, no sé
por qué te duele, estarás más cargadita hoy.
O tendré la cabeza más gorda de lo que debo. El caso es que
llegué a casa un poco depre. Igual ese terrible peso que siento a veces sobre
mis hombros no es más que mi enorme y pesadísima cabeza. Y me miré en el
espejo. A ver, estéticamente tengo un cuello muy bonito, no voy a decir lo
contrario. Tengo unas clavículas y unos hombros elegantes. O sea, que soy la
perfecta dama del romanticismo que se pone escotes hermosos y no hace más que ir
a la ópera a escandalizarse por todo. La movida es que nací con dos siglos de
retraso. Y que no puedo hacer abdominales ni sobarme en público sin que se note
y sin riesgo de morir desnucada. Y el plan de fortalecer el cuello y terminar
pareciendo Fernando Alonso no me convence mucho.
Me pregunto qué tendría que decir la frenología de todo
esto.
Jajajaja tener cuello mola, mujer... Seguro que el problema es tensional. Yo visitaría un osteópata :) en mi caso fue mano de santo!
ResponderEliminarBesos
Pues es posible que sea tensional... pero no conozco ningún osteópata ni tengo mucho dinero, creo que será más barato llevar collarín, jejeje
EliminarYo también sufro mucho de dolores de cuello (y de espalda). Se pasa muy mal, la verdad, pero no creo que el problema sea que pareces una garza. Nunca te he visto semejante parecido. Jajajaja. Probablemente sea por lo de adoptar posturas imposibles. Yo también ando siempre toda retorcida y, claro, así me va. Dormir con el gato tampoco ayuda demasiado. Besotes!!!
ResponderEliminarLo del gato no ayuda nada, el tío me roba la almohada y claro, termino con la cabeza colgando, jajajaja.
EliminarMi consejo es que procures usar sillas ergonómicas cuando vayas a trabajar con el ordenador, que a lo mejor tiene algo que ver con el asunto, "chumi". (Qué risa tienes que pasar con tu profe ultragay) :D
ResponderEliminarLa verdad es que con el ordenador de sobremesa estoy poco y en casa tengo una silla estupenda... lo malo es que suelo usar el portátil en las piernas mientras me repanchingo en el sofá :)
EliminarAy, Chumi, chumi,,, jajaja No sé qué decirte... A mí los dolores de espalda se me pasaron con pilates... y ahora no puedo ir, así que tendré que hacer algo por mi cuenta en casa...
ResponderEliminarPero bueno, piénsalo... tiene más ventajas... Si se extinguen las plantas del suelo, tú sobrevivirás con tu largo cuello para alcanzar las de los árboles... jaja o al menos esa era la teoría de las jirafas... :p
la verdad es que la espalda la tengo mucho mejo, pero lo del cuello haciendo abdominales me mata. Y lo de coger hojas altas mola... solo que con cuello largo y todo no paso del 1,65... un asco, chumi :)
EliminarYo me paso la vida con dolores de cuello y cervicales. Va por épocas. He ido al fisio y a base de masajes se me pasa, pero a la larga, cuando dejo de ir, me vuelven... Yo creo que es debido a malas posturas (sobre todo al dormir), estrés, tensión... Si sigues con dolor, ve al traumatólogo y que te mande sesiones de fisio y algún antiinflamatorio. De verdad que va muy bien.
ResponderEliminarUn beso, chumi!
Pues lo del fisio me iba genial antes, pero no tengo dinero para ir ahora y ya poco menos que me he acostumbrado a que me duela el cuello, aunque es verdad que va un poco por rachas. :)
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo por lo de pronto quiero un profe de pilates que llame chumi y me diga que hago las abdominales perfectas :) Pa Reyes me lo pido.
ResponderEliminarMi profe es estupendo, es divertidísimo, súper atento, ultragay y nos dice chumis cada diez minutos. Me encanta :)
EliminarA mí el hombro izquierdo. Creo que voy a arrancármelo.
ResponderEliminar25+4
pufff, de hombros no te cuento, tengo el derecho como una carraca!!
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