No soy una persona roñosa, de verdad que no. Puede que no
tenga un duro, pero a veces doy a la gente que pide. Al chaval que hay en la
puerta del Día de debajo de mi casa, que siempre te abre con una sonrisa y
palabras agradables a veces le doy algo de la vuelta. Y a veces, dejo que me
limpien el parabrisas del coche en los semáforos y les doy un eurillo. Y quiero
colaborar con un par de proyectos que ha comentado Eva, que molan un montón y al menos el de la caja con regalitos tengo que hacerlo, me
parece un proyecto precioso que no cuesta tanto. Y desde luego, cuando me han
pedido comida no me he negado nunca, hace un par de semanas compré varias cosas
al banco de alimentos que estaba haciendo campaña para dar meriendas en los
colegios. Y no voy a explicar más cosas, no estoy tratando de demostrar que sea
una persona estupenda y generosa. Sólo quiero sentar un antecedente antes de lo
que voy a contar.
El caso es que ayer por la tarde fui al mercadona. Estaba
muy triste y con mucha ansiedad por cosas que ahora no vienen al caso. Y he
estado mala toda la semana, así que iba arrastrando mis huesos, con unas mallas
viejísimas, un forro polar que ocultaba la camiseta del pijama y un plumas
raído de color indefinido. De los malos pelos que me gasto últimamente prefiero
ni hablar. Total, que si me hubiera sentado en la puerta de la iglesia me
habían dado un buen puñado de monedas a mí. Y no me hubieran venido mal del
todo, he tenido unos cuantos gastos imprevistos y llevaba veinte euros para
toda la compra, de los cuales me debían sobrar la mitad al menos para la semana
que viene. Un cuadro.
Bueno, pues de repente me llama un chaval bastante arreglado
y apoyado en una moto bien hermosa azul y con pinta de nueva. No entiendo una
mierda de motos, pero vamos, era “aparente”. Me giro por si está perdido y me
dice: “oye, me he quedado sin gas, ¿me puedes dejar cinco euros para echarle?”
Como soy una persona educada le he dicho que no, que lo sentía y he seguido
arrastrando mi carro descolorido. Pero ahora en serio… ¿Me pides pasta para
gasolina? Y cinco euros, nada menos. Pues no, tío, no te los doy. Yo también
tengo coche y no se me ocurre parar a nadie y decirle que me deje pasta para
gasolina. Además, que no me lo creo, ¿No llevas nada de nada de dinero? ¿No
tienes tarjetas? ¿No llevas el móvil para llamar a un amigo, padre, vecino,
conocido o quien sea que te venga a buscar o que te eche un cable? ¿No tienes
seguro con ayuda que pueda venir? Venga, coño.
Y a lo mejor es verdad que por una serie de catastróficas
desdichas el chaval se estaba viendo en ese apuro, pero no sé, yo buscaría mil
soluciones, pediría incluso hacer una llamada, pero no se me ocurre pedirle a
alguien que me llene el depósito. Que un coche o una moto es un artículo de
lujo y el petróleo está muy caro, oiga. Y para colmo estaba en la misma boca
del metro. Deja la moto aparcada y vete a casa, coge pasta y vuelve a por ella.
Igual debería haberle dicho todas estas cosas al chaval porque no se le habían
ocurrido y lo que pasa es que yo soy muy resolutiva.
En fin, me parece que en este país pasamos de lo barrido a
lo fregado, que luego hay un montón de desconfianza para los proyectos buenos y
honrados, pero también hay quien abusa. Que hay quien no compra un paquete de
macarrones para donar en una operación kilo y hay quien te pide para gasolina y
se queda tan ancho.
Que llame a su seguro o a la grúa, ¡vaya cara!
ResponderEliminarAquí también hay más de uno al que no le doy ni jarta. Ya hablé del estafador del rumano del semáforo, pero hay otro que su trabajo es pedir de rodillas para dar más pena y luego lo ves el sábado bien vestido con su mujer y sus tres hijos (nacidos dentro de su carrera de falso mendigo). Además, cobra ayudas. Dan unas ganas de darle una leche...
26+6
Hay casos que hacen.desconfiar de los que realmente lo necesitan, es una pena!
EliminarYendo tan malhumorada, ese chico de la burra te habrá resultado el colmo. Hay gente que pide 5 € como si pidiera la hora. Me lo imagino de familia bien que le ha consentido todos los caprichos y no es capaz de subirse al metro a juntarse con la gente. Quizá me equivoque y el chico simplemente optó por la solución más fácil para irse pronto adonde fuera.
ResponderEliminarEn fin, que estando de mal humor, solemos ponernos en lo peor.
Tampoco tenía pinta de ser rico, y en Madrid monta en metro todo el mundo, pero tooodo el mundo, he conocido gente realmente adinerada que a diario montaba en metro... Francamente creo que le estaba echando morro y punto.
EliminarA mi también me pasa. Francamente, ya no sé diferenciar quien me pide dinero por necesidad y quien por cara. Y eso es un problema, porque al final pagan justos por pecadores.
ResponderEliminarsí, nos pasa a todos y es una pena.
EliminarLlámame flipada de la vida, pero para mí que el chaval quería ligar contigo...
ResponderEliminarNo, estaba pidiendo a todo el que pasaba y además con mis pintas te digo que no hubiera ligado conmigo nadie, jejeje. Además, qué clase de forma de ligar es pedir dinero?? O_O
EliminarQué locura...
ResponderEliminarLo gracioso es que a mí me pasa probablemente como a ti... Que en realidad no tengo ni un duro y yo misma me cuido de no gastar "demasiado" Vamos, que en todo lo que puedo voy con marcas blancas y me privo al máximo. Sin embargo, si tengo que dar doy...
Pero vamos, que aquí en Sevilla es muy típico lo de los gorrillas ("aparcacoches") y sabes a quién merece la pena dar (normalmente a los subsaharianos) y a quién no: a los yonkis, sin ninguna duda. Bueno, pues encima de que los esquivas, de vez en cuando te sale alguno perdido por ahí.. Y cuando les das 50 céntimos... en vez de darte las gracias te dicen que es muy poco y que les des más... ¿HOLA? que te lo doy porque me da la gana... Conclusión, coche fuera y me devuelves los 50 céntimos, que para eso, pago un parking.
De los gorrillas termino yo hasta la gorrilla cuando voy al hospital con mis abuelos. Es horrible el coñazo que te dan, aunque al menos no suelen decirte nada aunque les des poco, yo hay temporadas que tengo que ir mucho y les doy 20 céntimos, lo siento pero a 50 cnt al día me arruino, en serio.
EliminarVaya morro se gasta el personal... Yo alucino!!
ResponderEliminarA mí me pasó una situación algo similar este verano. Pero creo que más surrealista.
Estaba esperando que me atendieran en el mostrador de una de estas heladerías-yogurterías, cuando de repente, me sobresalto al notar que alguien bajito me estira de la camiseta y una vocecita infantil me dice con aire de súplica:
-Señoooooraaaa....
(Lo primero que me jodió fue que me llamara "señora". Para mí señora es tener 50 años. Hombre, ya).
Ya me imaginaba el tema: niña pobre me está pidiendo unas monedillas.
Pero cuando me giro, cuál no será mi sorpresa cuando me veo a la versión infantil de Paris Hilton: niña (creo que era latinoamericana) para nada pobre, sino vestida como un repollo (vestido, diadema repolluda y cursi a más no poder), y atención a lo que me dice:
-...Señoraaaa (que no me llames señora, coño!!), me compra un helado??
Mi cara de WTF tenía que ser apoteósica.
Pero me está pidiendo que le compre un helado de verdad?
Pero lo mejor es cuando oigo una voz gangosa-pijísima adulta gritar desde la puerta y decirle a la niña repolluda:
-Fulanitaaaaa, va, no molessssstessss y 'ámonosssss!! La madre de la churumbela. Llevaba unas gafas de sol de marca ultra pija y un atuendo que no hacía para nada pensar en que atravesaran dificultades económicas, todo al contrario: que podía haberle comprado a su niña no ya un helado sino la heladería entera.
Pero la niña continúa: -Por favor, por favor, señora (grrrrrrrrr), cómpreme un heladooooo!!!!
Y yo, alucinando...
-Por qué no se lo pides a tu madre?- Es lo que acerté a decir.
Y ya, al final, cuando vio que no estaba para nada dispuesta a pagarle un helado a una niña rica y estúpida, a la que no conocía de nada, ya decidió irse con su madre ultra fashion de la muerte.
Yo de verdad que no lo podía entender. Si la niña hubiera sido pobre y me estuviera pidiendo dinero para un bocadillo, se lo doy sin pensarlo dos veces. DE hecho era lo que pensaba hacer, hasta que vi lo que era en realidad.
Y como tú dices, me considero una persona generosa: casi siempre que voy al Mercadona, le compro algo a un pobre hombre anciano que está en la puerta y pide eso: comida. Soy socia de ACNUR, doy a la Cruz Roja y todas las navidades compro alimentos para Cáritas.
Pero comprarle caprichos a alguien que además no tiene problemas económicos?
Anda y que les dén!
A mí lo que te ha pasado a ti me parece falta de educación y de vergüenza, sí de simple. Que la madre ahí tan pancha, dejando que la niña moleste a nadie! Lo hago yo de pequeña y mi madre me da una bofetada que me espabila y con toda la razón. Vamos hombre, el colmo de la cara dura!!!
EliminarY aún suponiendo que a ti te saliera el dinero por las orejas... ¿por qué tendrías que pagar la gasolina de un desconocido? Hombre, si te da por ahí, pues vale, pero no es censurable que no te dé la gana, además ni siquiera era algo de primera necesidad, como tú dices, haber caminado hasta casa. Era un zumbado, me parece a mí. Personalmente me fastidian mucho los de las ONGs que están en la calle captando socios. Yo les decía "Lo siento, pero ya colaboro con una asociación y no puedo apoyar a más, que estoy en paro" (de hecho me dí de baja hace poco de una ong con la que llevaba como ocho años colaborando) Hubo uno que me preguntó con quien, y cuándo le dije que era socia de una protectora de animales me dijo que si por las personas no iba a hacer nada. Y al final me fuí a casa con la conclusión de que la culpa era mía por dar explicaciones. A partir de entonces digo "no puedo" y paso de largo. Y aún pudiendo... nadie tiene derecho a juzgar lo que otro hace con su dinero. Y que conste que soy de las típicas pringadas que intenta pasar de alguien pidiendo en la calle y acaba volviendo atrás a dejarle unas monedas... pero entre que hay tanta gente que pide "sin necesidad real" y otros que desprecian lo que les das (no se te ocurra bajar de 50 céntimos) pues quita las ganas de ayudar, la verdad. Lavirgen, cómomeheliao.
ResponderEliminarah, no, yo explicaciones cero patatero. Yo hago lo que considero, cuando y con quien lo considero. Y punto. Y los cazasolidarios a mí me ponen muy nerviosa, te presionan y tratan de hacerte sentir mal si les dices que no, se aprovechan mucho de la buena fe. Mira, si quiero colaborar con algo, sea lo que sea, es cosa mía, mi dinero me lo gasto en lo que quiera, coño, faltaría más!!
EliminarYo nunca sé si dar limosna o me están tomando el pelo. Un saludo.
ResponderEliminarLa verdad es que la duda queda casi siempre.
EliminarMe has trasportado a un recuerdo que tengo de ser gilipollas por completo. Hace mucho tiempo (no habian euros) un chico en la puerta del metro me pidio para gasolina, meti la mano en el monedero y tenia una moneda de 500 pesetas. Se la di.
ResponderEliminarLuego comencé a pensar en la milonga que me había contado y me di cuenta que me había tomado el pelo seguro. Siempre me arrepentiré de aquel día. Por esto y por otras cosas que he vivido con ong y personas que piden en la calle, decidí no dar ni un duro a nadie. Aunque a veces reconozco que no puedo evitarlo. Esta mal que paguen justos por pecadores pero de momento es lo que hago. :(
Pues vaya, siento tus malas experiencias, eso suele hacer que tomemos decisiones como la tuya aunque paguen justos por pecadores.
EliminarA ver… se me ha ido a la porra el comentario. Empiezo de nuevo.
ResponderEliminarDecía que en este país hay mucho experto en el arte de querer vivir a costa del prójimo. Menuda jeta.
Y también que llevo tiempo "leyéndote" decir que estás bajilla y me tienes preocupá, que los sepas.
Si necesitas hablar ya sabes dónde estoy, te lo digo de corazón.
Un besazo.
No me pasa nada preocupante, es la desesperación de no encontrar trabajo y vivir en un constante ay con el dinero, además de no poder hacer nada y sentir que estoy perdiendo mis mejores años... que sí, que estoy un poco chof, pero bah, no es nada del otro mundo. Pero mil gracias, eres un sol :)
EliminarCuantas veces no me habrán hecho eso.
ResponderEliminarMi favorita es la de la estación de Las Palmas, que todos los días se pasea pidiendo dinero para coger el transporte público (que bien baratito que es) con su niña... pero oh, la niña no está! Y si le preguntas que donde está, o a donde va empieza con caras malas y rollos... en serio?...
parece que hay caraduras por todas partes! Me da pena, luego pedirá alguien que lo necesite y no haremos caso...
EliminarHay gente que le echa mucha jeta, eso es así. Y me fastidia mucho no sólo por el euro inmerecido que se llevan de vez en cuando, sino porque perjudican a quien sí que lo necesita de verdad.
ResponderEliminarEn la estación de tren de mi ciudad periódicamente aparece un chaval (el mismo) que pide dinero para el billete de tren. Los que ya lo conocemos sabemos que es mentira, pero lo que más me fastidia es que por culpa de gente como él, sé que si algún día yo me viera en la situación de no tener dinero para el tren nadie me ayudaría, porque pensarían que soy otro jeta pedigüeño.
De todos modos también hay gente que realmente lo necesita. La última vez le dí un par de euros a una chica que llevaba a un niño pequeño en carricoche y que se veía que estaba realmente desesperada. De esa gente a la que le da corte pedir, pero ves que no le queda otra solución. De hecho luego me sentí muy miserable por darle solo 2 euros. Espero que haya conseguido más ayuda en los bancos de alimentos o Caritas o alguna organización de esas.
Aquí también hay casos de gente que está en las estaciones o en el metro y te pide "super apurada" porque le han robado y no tiene para el billete. Y claro, cuela. Hasta que ves al mismo cuatro veces y dices, pues oye, que igual no.
EliminarY sí, hay gente que lo necesita de verdad, pero ya no te fías, es una verdadera pena. Espero que las cosas mejoren y quien realmente lo necesita pueda acceder a otros tipos de ayuda y no tener que recurrir a pedir.