miércoles, 30 de diciembre de 2015

Resumen del 2015 y... ¡FELIZ 2016!

El 2015 ha sido un año de esos que cuando terminan no sabes muy bien si ha sido bueno, malo, regular, sí, no o todo lo contrario. A ver, en líneas generales, pues bien.
No ha habido problemas serios de salud en mi gente querida. Y mira, casi que con esto ya es suficiente, la verdad.
Económicamente he estado tan mal como siempre peeeeero parece que ahora algo mejora la historia con mis 200 eurillos por tratar a la preadolescente y algún extra que voy arañando de aquí y de allá. Y en amores no me puedo quejar porque he tenido más de lo que merezco. El Niño Chico ha ocupado casi todo el año con esa paz y esa dulzura que él sabía extender por la casa. Esa forma suya de saber llevarme, de saber tratarme, de saber escuchar y estar ahí. Esa forma suya de ser casi perfecto. Y le quiero, así en presente. Porque amarle ha sido lo mejor que he hecho en años, él me ha enseñado y demostrado muchas cosas y me ha querido más de lo probablemente merezco. Ha sido una historia maravillosa que llevaré conmigo siempre. Y se terminó porque tenía que ser así, porque un final feliz no siempre son matrimonio e hijos. A veces es esto, que cada uno siga su camino llevando un pedacito del otro en el corazón.
Luego llegó lo del Ross, que es más complicado de lo que puedo explicar en un resumen del año. Que me hace feliz, pero es difícil a veces. Igual un día me pongo y lo escribo para los masocas que quieran leerlo, pero not today.
El año ha tenido cosas súper maravillosas como el viaje a Cracovia, que fue una experiencia enriquecedora, bellísima y muy profunda. Hasta ahora, el mejor viaje que he hecho en mi vida. Todo salió bien, el clima, la gente, los sitios, el apartamento, las excursiones, el día en Auschwitz, las carreteras, la siempre estupenda compañía del Niño... Sólo hay una palabra: perfecto.
Y también ha tenido sus cosas malas. La muerte trágica, abrupta y jodida de un amigo de la infancia me tocó muy dentro, muy hondo, me dió muy de bruces con todos mis miedos, mis fantasmas, mis dolores, mis peores pesadillas. Y desde que el murió el 17 de julio, algo se me rompió por dentro y ya ningún día volvió a ser verano.
Agosto fue una pesadilla por muchas razones: agobios, ansiedad, constantes sangrados y problemas hormonales que me dejaron en los huesos... qué jodido mes de mierda más largo y más feo.
Sólo los días en la playa con mis amigos en octubre fueron capaces de cambiarme la cara y de hacerme sonreír. Que luego noviembre y diciembre me están mustiando otra vez por razones que no vienen al caso, pero sé que esto se me pasará y volverán las oscuras golondrinas y tal.

La verdad es que afronto el 2016 con cierto optimismo. Se casa Bombita, y eso mola. Reichel va a ser mamá, y eso mola. Otros amigos tienen planes chachis y eso mola. Y yo no tengo una mierda, pero bueno, sé seguir hacia delante esperando que las cosas molonas lleguen, porque llegan, que lo sé yo. Y llegan para vosotros también, estoy segura. Así os lo deseo de verdad, de corazón. Como siempre, como cada año, sólo pido salud para que salgamos airosos de las trabas que pone la vida y que derrochemos sonrisas, que de esas siempre se puede regalar una y salen gratis.
Resumiendo...


¡¡¡FELIZ 2016 A TODOS!!!

3 comentarios:

  1. Para ti
    UN PROSPERO Y FELIZ AÑO NUEVO

    Besos

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  2. El 2016 va a ser un año maravilloso y estupendo. Es número par, como me gusta a mí, y después de este año, que como tu bien dices, no es ni regular, ni bueno ni malo...ha ser sorprendente si o si.

    La Estupenda

    Kiss

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  3. feliz año Naar, recuerda que molas mazo

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