¿Recordáis cuando las navidades
pasadas abrieron un mega primark en Madrid y la gente iba y hacía
cola durante horas para entrar? Aunque parezca mentira, tal cosa
sucedió. El centro en diciembre es impracticable, pero debido al
primark y su megaedificio lleno de cosas baratas aquello era el
apocalipsis. Yo, fiel a mi estilo, me quedé en casa mientras la
gente se agolpaba a las puertas de una tienda para entrar a comprar
cosas y pagar por ellas.
De hecho, he ido a conocer el maldito
sitio hoy. Agosto es una maravilla para este tipo de planes. Incluso
he visto la puerta del sol con poca gente. Tan poca como no recuerdo
haberla visto nunca. He pensado sacar el móvil y hacer una foto,
pero de repente me he agobiado y he acelerado el paso. Es la
mentalidad madrileña, la multitud nos protege, los sitios despejados
nos dan mal rollo.
Como decía, he dado un agradable paseo
por el centro sin sufrir contusiones por los codazos, empujones y
pisotones. Casi era raro no sentirse en medio de una melé mientra
subía por la calle del Carmen hacia Gran Vía. Hasta he visto
detalles que apenas recordaba. Y aquel sitio donde aparqué aquella
noche que subí a su casa para decirle adiós, estaba libre. Lástima
él que ya no viva ahí.
El caso, por fin he llegado al primark.
Empezaré diciendo que no me gusta la ropa de esa tienda. Iba
buscando un bolso para la boda de Primamediana en el que me quepa una
plancha como a Margarita Seisdedos por si la cosa se pone tensa. Y un
cinturón con el que pueda ahorcarme por si se pone muy tensa. Pero
nada. Había un bolso mono, que me hubiera quedado bien y en que una
plancha no, pero sí podía meter un ladrillo mediano. Pero costaba
14 euros. WHAT?? ¿No se supone que es la tienda más megabarata del
mundo mundial y que por eso está siempre llena de chonis y gitanas?
Pasando del bolso. De cinturones nada. Sólo había uno que podría
hacerme el apaño y me quedaba enorme, cosa que por cierto, me pasa
con toda la ropa de esta tienda. Igual es parte de su éxito, pero
qué tallas más grandes tiene, coño. No hay manera de encontrar
nada de mi tamaño. Y tampoco es que yo sea liliputiense. Total, que
me he comprado un cepillo del pelo y un par de camisetas de dos euros
para salir a por el pan en modo semicutre.
Lo curioso es que por un momento pensé
que no saldría jamás de allí. Incluso he mandado un mensaje a mis
amigos diciendo que si no volvían a saber de mí, vengaran mi
muerte. He pasado veinte veces por el mismo sitio antes de encontrar
las escaleras para poder salir. Y sólo he subido dos plantas. Ignoro
que hay más arriba y no lo quiero saber, la verdad. Aquello es como
los círculos del infierno de Dante llenos de ropa choni y un
purgatorio de bragas baratas.
En fin, conclusión uno del día: me
gusta Madrid sin gente, pero se me hace extraño y un poco siniestro.
Conclusión dos: no me gusta la ropa del primark. Y conclusión tres:
las sandalias que me compré el año pasado y parecen tan cómodas
porque no son muy altas ni demasiado bonitas, no lo son, tengo los
dedos magullados y las plantas de los pies achicharradas.
Todo esto se arreglaría pasando el
verano en el caribe, sin zapatos y en bolas. A ver si un año de
estos lo pongo en práctica.
No he ido nunca y dudo mucho que vaya a ir alguna vez. Solamente estuve en el de Albacete porque necesitaba unas chanclas de urgencia y, pese a que no es ni por asomo igual de grande que el de Gran Vía, casi me da un parraque con toda esa cantidad de cosas desparramadas por los suelos y esa imagen de dejadez general (no sé si en el de aquí será igual). Aparte me dio rabia que, en una superficie tan grande, no hubiera ningún indicador de dónde está cada sección. Es evidente que lo que pretenden es que te recorras toda la tienda para que piques con cosas de dudosa calidad y no siempre tan baratas. Besotes!!!
ResponderEliminarSí, parece una amalgama de ropa de mercadillo y cosas inclasificables, desastre total. Y no indican las secciones porque no las hay, todo está al revoltijo XD
EliminarCoincido en que me gusta Madrid vacío, ya le he dedicado hasta entrada al tema, y en que no me gusta la ropa del Primark. Pero no coincido en la sensación de mal rollo al ver Madrid vacío. Yo entro en éxtasis.
ResponderEliminarUn beso
No es mal rollo exactamente, me gusta mucho madrid vacío, pero sabes eso de ir por una calle desierta y sentirte un poco raro en plan "ahora sale el asesino de las pelis malas y me ataca con un cortacesped"? Pues de ese rollo. En fin, igual es que no estoy bien de la cabeza :DD
Eliminarquedarme en madrid en agosto es una de las cosas que me gustaría hacer antes de morir, a pesar de todo...
ResponderEliminaren las navidades pasadas, que fui varias veces por la gran vía a quedadas y demás eventos, veía las colas del primark y alucinaba.
echo de menos los antiguos almacenes de sepu, soy un nostálgico.
Tienes que probar, es una experiencia... aunque cada vez nos gusta a más gente y al final habrá tanta que no tendrá gracia. Mejor vete de vacaciones.
EliminarYo apenas conocí el sepu, era una cria cuando cerraron, no lo puedo añorar... aunque lo preferiría al espanto de ahora!
Yo soy fan total del Primark!! Eso sí no he estado nunca en uno en España y en los que yo he visitado no hay caos. Como fuera de nuestras fronteras visten tan sumamente horteras, encontraba tremendos chollos.
ResponderEliminarBesazos
Yo lo que no he hecho es estar en los extranjeros. Aquí es un desmadre, están siempre desordenados, caóticos y la ropa no me mola nada. Es verdad que hay cosas baratas, pero a mi modo de verlo, no tanto. Y sí, las inglesas por ejemplo son las horteras mayores del reino.
EliminarHablar de Primark es recordarme que el mes que viene tengo que acercarme a por los bodys y pijamas de invierno.
ResponderEliminarLo poco que dura lo bueno...
Sobre todo en tu tierra! Aquí aún da sarpullido pensar en ropa de invierno XD
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