Hace algún tiempo ya comenté que mi culo había empeorado mucho en los últimos años. Y aunque pensé en hacer cosas para mejorarlo, al final desistí. Qué le den por el idem a mi culo. Y a la celulitis y a los muslos fofos y a las rodillas y a los tobillos gruesos.
Lo malo es que hace poco estaba bailoteando por mi salón mientras limpiaba y me dí cuenta de que me asfixio en cuanto hago algo fuera de lo normal. Por normal, véase estar tumbada en el sofá. Los años de no hacer deporte, fumar y pasar todo el tiempo libre vagueando han dado sus frutos. Lo chungo es que aún no he cumplido los treinta y tengo la capacidad física de mi abuela. Así que empecé a plantearme en serio el hacer algo con mi deficiente estado físico y de paso, con mi también deficiente culo.
Como soy pobre como una rata y vaga como yo sola, busqué ejercicios que hacer en casa, sin quitarme el pijama y sin gastar ni un euro.
Y el otro día me puse manos a la obra, pero en cuanto empecé a dar saltitos y a hacer círculos con los brazos para calentar un poco, Ron vino corriendo como loco a cazarme los pies. Me llevé algunos mordiscos en los tobillos. Luego me tumbé para hacer unos estiramientos. Y entonces volvió a acercarse, pero ahora parecía más preocupado que juguetón. Al verme tirada en el suelo estirando una pata en diversas direcciones debió creer que estaba dándome un ataque o algo malo, así que se acercó maullando bajito y me lamía la cara. Cuando vio que le hablaba y le acariciaba a la vez que me esforzaba en reafirmar mi culo, se tranquilizó un poco y me trajo su hipopótamo de peluche para jugar. Así que hice el resto de los estiramientos tirando un hipopótamo rosa cada minuto a un gato enloquecido que, seguro, quemaba el triple de calorías que yo mientras corría todo el salón arriba y abajo.
Tras varios días de verme dar saltitos y ponerme en posturas raras, Ron ha asumido que estoy loca y que el rato de hacer ejercicio es en realidad, el rato de jugar. Así que nos ponemos en forma juntos. Yo haciendo un rato de ejercicios aeróbicos y un rato de estiramientos y yoga; y él, corriendo tras la pelota, el hipo y el resto de juguetes que me trae incansablemente.
La verdad es que me alegra, porque dicen que si haces deporte con alguien hay menos posibilidades de que desistas al poco tiempo porque te sientes más comprometido. Y la verdad es que Ron no tiene intención de renunciar a la media hora de tirarse al suelo conmigo a pasarlo bomba. Pero por otro lado, pierde seriedad el asunto. Una aquí toda concentrada en la posición del loto, pero tirando un reno naranja a la otra punta del salón cada medio minuto. No sé, es raro. Y eso, sin contar que si no hago lo que Ron quiere e ignoro sus pequeños peluches, me muerde, me da con la pata, me lame la cara, me desbarata el moño y me despeina.
Total, no sé lo que me durará el plan de puesta en forma y si mejorará mi estado general, mi culo o algo, pero al menos Ron y yo nos lo pasamos genial juntos. Los vecinos deben pensar que soy una loca, hablando con el gato y riéndome a carcajadas con él, pero yo soy feliz así.
Querida Naar,te lo digo por experiencia, lo que da mas resultado y es mas barato para mejorar la figura, es caminar todos los días una hora y si es acompañada mucho mejor,te sentirás mas dinámica,mas ágil he incluso mas feliz.Un beso
ResponderEliminar¡¡A mí me parece genial!! Los vecinos lo que pasa es que te envidian a ti, porque no tienen un gato como el tuyo, y a él, porque tienen una compañía como la que él tiene contigo... así que, a divertirse con Ron!!
ResponderEliminarAl final lo que vas a conseguir es que tu gato se convierta en superhéroe... Ya lo verás.
ResponderEliminarMe encanta! Pues yo no tengo a mi gato enseñado a que me traiga cosas, tendré que intentarlo... mi culo ha mejorado considerablemente desde que salgo a correr cada día media hora, tres cuartos, no es correr correr, corro y cuando me canso ando (nocorro nada, ando mas de 3/4 del trayecto) y se nota mucho.
ResponderEliminarTú no lo sé, pero el gato seguro que obtiene resultados ;)
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