Hace unos meses fui al médico y le expliqué que me encontraba muy mal casi a diario sin explicación aparente. Mi doctora, que no dice que sí, ni que no, ni todo lo contrario, me mandó al ginecólogo a petición mía.
Con los ginecólogos (y un poco los doctores en general) tengo mala suerte. Siempre me tocan pervertidos, tíos que pretenden que me estire de los pezones, me preguntan por mi horóscopo o me preguntan si mis pechos son reales. Todo verídico. El caso es que esta vez me tocó una mujer. Una especie de actriz porno, teñida de rubio platino, con unos enormes labios rojos rellenados de colágeno y los ojos excesivamente pintados de negro y azul, sobre todo para ser las nueve y media de la mañana. Aunque lo cierto es que parecía que la buena mujer aún no se hubiera acostado, lo que haría menos desconcertante el que llevara un extraño corpiño con encajes bajo la bata blanca. Por un momento temí que se subiera a la mesa con una fusta y me obligara a presenciar como azotaba a la enfermera, a la vez que entraba un fornido camillero con descomunal verga y nos decía algo así como “doctora, ¿necesitaba usted un termómetro para controlar esa subida de temperatura?”
Mientras mi mente maquinaba guiones porno, la mujer echó un ojo a mi historial y me dijo que si me encontraba mal, que dejara el anillo hormonal por unos meses. Mis explicaciones de que necesito ecografías de los quistes del pecho o de los de los ovarios, no sirvieron para nada. La pornodoctora no tenía ninguna gana de escucharme. Debía tener resaca. O ganas de encontrarse al camillero cachondo. Así que me echó de la consulta y me dijo que volviera cuando hayan pasado seis meses de descanso hormonal sin hacerme ni puñetero caso.
Y bueno, a falta de mejores opciones y aprovechando mi abstinencia sexual, dejé el anillo mágico. Y desde entonces me siento un poco mejor en algunos aspectos, pero tengo unos terribles dolores durante la ovulación y no tengo ni idea de cuando me va a bajar la regla. A veces se adelanta, pero generalmente se retrasa.
Total, que volví a ver a mi doctora silenciosa para que me mande unas ecografías. Mis ovarios poliquísticos urden maldades contra mi persona y quiero pillarles in fraganti. Mi doctora consiguió hilar unas pocas palabras para decirme que tengo que pedir cita directamente con la pornodoctora y que ella me las mande, todo esto con el volante que ella me dio hace meses. El cual, obviamente, no tengo ni puñetera idea de dónde está.
Y como no tengo ganas de complicarme, que bastante dura es la vida de por sí, he decidido pasar. Que mis ovarios, mis hormonas y mis quisten bailen la conga si quieren. Ya me lo plantearé cuando vuelva a tener pareja, aunque posiblemente para cuando eso ocurra, estaré menopáusica y ya no hará falta. Y es que un retraso ahora me incomoda, pero un retraso habiendo tenido relaciones, aunque sean con protección, me puede inducir al suicidio.
¿He dicho alguna vez que me encanta ser mujer? No, ¿verdad? Pues eso.
Hola Naar! Me has tocado la vena profesional y me he decidido a escribirte! ;) Entiendo que pases de la pornogine, y de los pervertigines en general, pero..¿y la opción de ir a un centro de planificación familiar para que te asesoren? ¿cambiar de gine? ¿Incluso volver a pasar por la pesadilla de ir a la jorribolgine? No tienes por qué resignarte..La ovulación no tiene por qué doler!! Pobreee!
ResponderEliminarMe encanta tu blog y no creo que llegues a ser una loca con dos millones de gatos que no sabe vocalizar nada! Si eres un encanto... De hecho, creo que llegarás a ser lo que tú quieras ser :)
Un beso y gracias por actualizar tanto!
Mali
Esa mente tuya... pero lo que me he reído leyéndote.
ResponderEliminarA mí tampoco me hacen mucha gracia los ginecólog@s, ya que todo me lo achacan a los kilos extra y no salen de ahí. Y a mí también me duele la ovulación... y muchísimo la regla. Pero sigue intentándolo, que a lo mejor alguién te hace caso - y luego me lo cuentas ;)
MALI: muchas gracias por tu comentario. La verdad es que he cambiado mil veces de gine y a cada cual me va peor. Sólo encontré uno bueno, pero era de pago y ahora no me lo puedo permitir. Lo de ir a planificación familiar no es para mi caso. No necesito asesoramiento, soy educadora sexual y de métodos anticonceptivos. Sé bastante al respecto y mi problema es físico. Tengo los ovarios poliquísticos, poco flexibles y el izquierdo me ha dado problemas graves desde hace años (cólicos foliculares). Por eso me temo que no me queda otra que resignarme… he estado años hormonada y no me sienta bien. Lo cierto es que no sé qué más hacer. si se te ocurre algo más, tienes también mi mail abierto. Te agradezco mucho la ayuda, de verdad. Y me alegra que te guste mi blog y creas que soy maja… a pesar de que yo sigo creyendo que soy la loca de los gatos y que iré a peor :)
ResponderEliminarISITA: ¿y qué puñetas tiene que ver cierto sobrepeso con esto? A veces los médicos son pera…