jueves, 22 de marzo de 2012

lo que suena

Mis vecinos de enfrente son idiotas. Me caen fatal, pero no pasa nada, el sentimiento es mutuo. Además, ya he dicho alguna vez que el tío ronca tanto que a veces me despierta. Flipo. ¿Cómo puede alguien roncar tanto como para molestar con pared y hueco del ascensor de por medio? Eso no es sano, en serio.
La otra noche roncaba a tales decibelios que me acordé de una anécdota que he contado mil veces en mi vida en 3D.

Fue hace ya años, cuando yo salía con mi Ross. Nos fuimos una semana de verano a su casa del pueblo todos los amigos. Y una noche, ya harta de no poder dormir a causa de sus ronquidos y resoplidos desaforados, me fui  a la habitación de enfrente que tenía dos camas. En una de ellas dormía un amigo que me vió como compañera de charla y por mucho que yo insistía en querer dormir porque llevaba tres noches en vela, seguía dándome conversación.
El caso, es que al cabo de un rato, veo por la puerta, que estaba abierta, a mi amiga Reichel saliendo de su habitación. Parecía un dibujo animado, la condenada. Iba toda despeinada, con un pijama de flores y andando de puntillas. Ella dormía con otro amigo en la habitación contigua del Ross. En esto que me miró y con su acento medio pijo me dijo:

-         Tía, ¿qué es eso que suena?
-         ¿El qué?
-         ¡Lo que suena!
-         Ah, es el Ross roncando.
-         No, no. Yo digo lo que suena.

Yo traté de agudizar el oído,  pero lo único que se oía eran los terribles ronquidos del Ross. Así que se lo repetí:

-         Es el Ross.
-         ¡Que no! Lo que suena, tía, lo que suena.
-         ¡Que es el Ross!
-         Qué no, jolines. Que yo digo lo que suena… mira, escucha, escucha… - más ronquidos. - ¡Eso! ¡Lo que suena!
-         Joder, Reich, es el Ross. ¿por qué crees que estoy en esta habitación?

Ya medio convencida, se asomó a la habitación de él, de donde salían toda clase de sonidos guturales. Se giró con cara de asustada y me dijo:

-         Ay, lo que ronca este hombre. Le voy a cerrar la puerta, ¿te importa?
-         Llevo tres noches sin dormir. Por mí, como si le ahogas con la almohada.

Total, que cerró, dejando al Ross sumido en su propio ruido y volvió a su habitación, mientras le decía al otro amigo:  “No te lo vas a creer, pero lo que sonaba era el Ross.”

Y es terrible, pero yo que huí del único hombre que he querido de verdad por culpa de sus ronquidos entre otras cosas, ahora tengo un vecino igual o peor. No me extraña que su mujer tenga tan mal carácter, coño. Porque con “lo que suena” no hay quien duerma. Y sin dormir no hay quien viva en condiciones.

5 comentarios:

  1. El único hombre al que he querido de verdad jamás ha roncado.

    Mi vecino imagino que también roncará, porque tiene todos los defectos del mundo. Por cierto, está hospitalizado y al enterarme no se me movió ni un músculo.

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  2. Para mí es de vital importancia dormir! hasta el punto que nose si podría estar con alguien que roncase...me levantaría con demasiada mala ostia, y eso no es sano!!
    besos Naar!!

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  3. Ya debían ser sonidos que no eran de este mundo xd! Yo tengo un vecino igual, lo oigo roncar como si estuviese en mi habitación, lo bueno es que yo duermo incluso aunque estén picando azulejo en la cocina o en el baño (comprobado cuando estuvimos en obras). Besos!!

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  4. El vecino que vivía antes al lado de mi casa era peor. No sólo roncaba, encima se pillaba unas castañas monumentales y desde mi salón se le escuchaba dos por tres caerse de la cama de la borrachera que llevaba. Menos mal que se ha ido y la chica que vive ahí ahora no ronca (ni es alcohólica). Un beso.

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  5. Pues se podían poner a otras cosas en lugar de a dormir... Qué gente. Perdiendo el tiempo durmiendo.

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