viernes, 10 de mayo de 2013

Presupuestos y talleres


Cuando uno es pobre como las ratas pobres, aprende a hacer una lista de prioridades a la hora de pasar el mes. La mía se reduce a pagar agua, luz y gas, comida de Ron, comida para mí, potingues de higiene, chocolate y tabaco. Por ese orden. Generalmente funciona. Pero hay meses que ocurren cosas que te descojonan tu bien pensado presupuesto. Y para mí, cualquier añadido a esa lista, es un descalabro. Así que hay que hacer ajustes: me he comprado un metrobús para pasearme por el centro. Ea, pues esta semana como de cosas que tengo congeladas. Tengo que comprar un regalito a fulano que es su cumple… pues este mes me doy mascarilla casera hecha con aceite y aguacate. Y así.
El caso es que como se puede comprobar, el coche no tiene parte del presupuesto. Como la mayor parte de las veces lo uso para cosas del trabajo y para ayudar a mis padres, ellos ponen la comida del coche, que por cierto es más cara que la mía, la de Ron y la de mis padres juntos. Puto gasoil. Pero no hay más presupuesto para él.
Lo chungo es que claro, llevo con ese plan unos dos años y medio. Y en todo ese tiempo he hecho muchos, muchos, muchísimos kilómetros. Muchos miles de kilómetros. Y no había cambiado el aceite desde abril del 2010. Que se dice pronto. Que aún vivía aquí el desequilibrado. Que aún no sabía que iba a pedirme en matrimonio. Que acabábamos de instalarnos en este piso. Que… parece que han pasado mil años, joder.
Total, que de un tiempo a esta parte empecé a obsesionarme con el asunto. Que mira que llevar mil años sin cambiar el aceite. Que un día esto se gripa y ya verás la gracia. Que hay que cambiarlo, coño. Que hay que hacer un esfuerzo. Que voy a terminar teniendo un disgusto.
Se lo conté a mi madre y me dijo que lo llevara al taller. Pero también me propuso ir de compras… así que fuimos de compras. La semana siguiente se lo dije al Ross y me dijo que o llevaba el coche al taller o me lo llevaba él. Pero luego nos empezamos a revolcar inmersos en una pelea de almohadas con eróticos resultados.
Así que al fin, un mes más tarde conseguí ir al taller. No al de Ojosdepez, que es para cosas más serias, sino a otro que está un poco más adelante en la calle y es del mismo dueño, pero lo lleva otro tipo y se dedica a cosas sencillas, cambios de aceite, ruedas y tal. Es un tipo raruno al que siempre he llamado el Lechuguino. Si pudierais verle la cara no haríais preguntas al respecto.

-         Venía a cambiar el aceite…
-         ¿Y qué aceite llevas?
-         Pues yo qué sé, el que le pusieras la última vez…
-          Ajá, será un r3o8 o un m645 o… ¿cuántos kilómetros hace que lo cambiaste?
-         Sería más apropiado contar en años luz.

El tipo me miró raro. No parece estar familiarizado con términos científicos. Y creo que yo empiezo a pasar demasiado tiempo con el Ross.

-         ¿Hace mucho?
-         Ni me acuerdo.
-         Bueno, te pondré un buen aceite, un x34tp67j… ¿te parece bien?
-         Sí, suena estupendo. – suena a camptcha de esos que ponéis en vuestros blogs y que me tocan las narices, pero vamos.
-         Y habrá que cambiar el filtro.
-         Ajá.
-         El del aceite, claro. Y el del gasoil. Y el del polen.

¿Filtro del polen? ¿es que acaso mi coche es alérgico? ¿se pone una mascarilla como los chinos o qué?

-         El del aire no. – le corto. – ese ya se lo cambio yo.
-         Como quieras. Pero los demás hay que cambiarlos porque si no las impurezas llegan a los pistones que hacen funciones embolares de empuje sobre el circuito currucutor de la trómpica y puede traerte problemas.

Mire usted señor Lechuguino, llevo tres años con el mismo aceite. Echando diesel del más barato que encuentro. Me he metido con el coche por caminos de cabras. Lo aparco en la puta calle. Me lo abrieron para robarme y sólo encontraron mierda. Arreglé la puerta con un pegote de patex. Hace tanto que no lo lavo que he olvidado de qué color era. Lo he llevado a la playa, a la montaña, lo he cargado hasta los topes. Las dos últimas ITV me las han pasado por llevar escote… ¿realmente cree que no han pasado ya impurezas hasta el rincón más oscuro y recóndito de este pobre motor?

-         Ajá, sí, claro, no queremos impurezas. Cambia los puñeteros filtros.
-         Y quizás vendría bien una limpieza de los inyectores.
-         Ya, y a mí me vendría bien una sesión de masajes anticelulíticos y una manicura como las de las famosas. Pero estamos en crisis. Lujos los justos.

Que les dejas y se te suben a las barbas, oye. Que se empieza por un cambio de aceite y terminas saliendo del taller con un Ferrari tuneado. Y aún tengo escote como para pasar también la ITV este año.

Conclusión, 130 pavos del ala. Eso sumado a los problemas veterinarios de Ron del mes pasado hacen un total de… dos meses sin comer, pelos a lo Janis Joplin, mitad de tabaco y ración mínima de chocolate. Mi operación bikini no voluntaria de este año va a ser muy efectiva.

14 comentarios:

  1. Calla, que a mí me ha pillado de sorpresa el recibo del ibi, lo han adelantado este año, y no veas qué cara se me quedó.

    Eso sí, pasaré sin otra cosa, pero sin chocolate JAMÁS.

    Ánimo y cuidado con el del taller, que parece espabilado demás para ser un lechuguino :)

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    1. Es que todo es un gasto!! pero no, jamás renunciaremos al chocolate... Jamás!!

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  2. Yo pondría antes de la luz, el gas y esas cosas insignificantes el chocolate, ha de ser siempre lo primero! jaja
    Yo no entiendo de gasolinas ni de aceites ni de na y si el coche se rompe que se encargue mi padre, el cual tampoco tiene ni idea y se limita a llevarlo al taller y que le metan el clavadón...
    Solución: me voy a buscar un novio mecánico!
    Besos!
    Tomate

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    1. Uf, es que yo ya probé una vez a vivir sin agua y sin luz y... es horrible!! así que no, eso lo primero. luego ya sí, luego ya chocolate a mogollón!
      Yo es que soy la única de la familia que sabe remotamente algo de coches, porque mi padre es el mayor de los desastres! creo que cuando me mude a la cueva no me llevaré el coche :))

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  3. Cuando hablas de tu coche y el taller siempre me siento mal. Me haces recordar cuánto hace que llevo sin llevar al mío a un taller. Me las arreglo ignorando el ruido ese que parece que el coche se va a descoyuntar... vida ésta... Ánimo :)

    Besines!

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  4. Qué mal se pasa cuando hay que andar apretados, pero lo cierto es que lo del coche es muy necesario o podría ser peor y salirte más caro. Ánimo guapa. Biquiños!

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    1. Si ya lo sé, además esa charla ya me la ha dado el Ross, no hace falta que insistas :D jajajaja

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  5. Si es que lo de los talleres es como con los fontaneros. Lo que parecía una tontería de nada te termina saliendo por un pico... En qué manos estamos, Señor... Besotes!!!

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    1. Por eso yo cada vez me hago más del "hágalo usted mismo". aunque lo haga un poco chapucero si puedo lo hago, que quieras que no te ahorras un pico. porque si no, se aprovechan de que no sabes y te la clavan!!

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  6. (Justo después de escribir el comentario anterior, se me ha pinchado una rueda. Esto me pasa por hablar. Me uno a la operación bikini).

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    1. Ay, pobre!! parece que te he gafado! Si es que hay que tener un cuidado.... uf! al menos la has podido cambiar tú? Lo de las ruedas es un rollo.
      Pues nada, operación bikini a base de comer chocolate!

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  7. jajjajajajaj... lo de los presupuestos con los imprevistos da por saco!! pero bueno, te veo organizadica que no has suprimido nada.. simplemente sigue luchando con las almohadas!!! dios!!!!!! que gozada maña!!!

    un besico y gracias!

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  8. Me ha gustado el desglose de gastos mensuales jajaja Los roñidonetes del Mercadona entran en el apartado del chocolate?

    Pero mira que era soso el mecánico. Un besito, guapa!

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  9. El coche... ese gran lujo de nuestros días! Pero, ¿quién puede vivir sin él?

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