Me gustan los erizos. Serían un animalillo terriblemente
vulnerable de no ser por sus espinas. Al fin y al cabo, no son rápidos, ni muy
listos, no tienen una vista ni un olfato espacialmente privilegiados. No trepan,
no se camuflan, no pueden huir si algo les ataca. Pero tienen sus espinas. Y a
ver quién se mete con ellas. Ja. Punto para los erizos.
Digamos que yo soy un poco así. No soy una persona con casi
ninguna cualidad especial, pero tengo mis propios pinchos. Y gracias a ellos,
la gente, la vida, las circunstancias, no pueden conmigo. Generalmente, no
llegan ni a hacerme daño. Mi frágil cuerpecillo está bien protegido.
El problema es que a veces la gente interpreta esto como que
eres un insensible y que se te puede tratar a patadas porque las cosas no te
duelen. Y no. Que no me pase la vida llorando no significa que no tenga penas,
que no me pase la vida amargada no significa que no se me atraganten cosas, que
no me pase la vida dando pena y sacando mi terrible pasado al aire no significa
que no lo tenga. Sólo significa que yo soy más que eso. No soy una niña
blandengue de cuento de hadas. Yo soy un erizo, que mola mucho más.
Quizás por esto entre otras cosas, no me gustan las cosas ni
las personas excesivamente “blanditas”. No me gustan las historias que van deliberadamente
a hacerte saltar la lágrima. No me gustan las personas que a todo ponen carita
de pena y se hacen las heridas de muerte. No me gustan los cuentos para niños
donde todo es un drama. No me gusta que me den la vuelta a las espinas,
encuentren mi tripita desprotegida y me la toquen.
Y por eso, entre otras cosas también, no me gusta El Principito. Lo dije el otro día en
Twitter, pero por suerte lo dije muy tarde y sólo me leyeron un par de
personas. Una estaba de acuerdo conmigo, gracias a dios, pensaba que era la única.
Y la otra, mi querida Abisal, no dejó de hablarme porque quiere mucho a Ron y
no le quedó más remedio que perdonarme. Pero.
Y diréis, pero cómo no te gusta El Principito, mujer, con su zorro y su rosa y sus rizos rubios y
su inocencia y blablablá. Pues precisamente por todo eso. Me parece una ristra
de tópicos y obviedades contadas desde la ñoñería y la sensiblería barata. Si
hasta el nombre es moñas, joder. Que igual soy yo que no lo he entendido, ¿eh? Que
igual soy yo, que soy un bicho raro, que soy una insensible, que soy una burra,
que en vez de ser una chica normal me creo erizo. Pero me parece la moñez más
sobrevalorada de la historia. Y ya que no es cuento para niños, no entiendo
porqué está contado desde ese punto de vista tan cursi y memo, envuelto en una
empalagosa capa de miel. Si precisamente lo bueno de hacerse adulto es que dejan
de edulcorarte las cosas y que aprendes que lloriqueando no se llega a ninguna
parte. Si lo bueno de hacerse adulto es poder decir burradas y liarse a hostias
cuando hace falta. Si lo bueno de hacerse adulto es poder dejar las espinas al
aire y que te la pele si alguien se pincha por tocar donde no debe.
De todos modos, reconozco mi aversión a los libros estos que
yo llamo de autoayuda encubierta, así como a los que pretenden ser para
adultos, pero disfrazados de cuentos para niños. Que al final para mi gusto, no
son ni chicha ni limoná. Me da la sensación con ellos de que me están tratando
como si fuera gilipollas y eso es lo que más me enfada del mundo. Me pasó también
con El caballero de la armadura oxidada.
Semejante soplapollez no he visto en mi vida. Y me lo regalaron dos veces. Dos.
Qué imagen tan chunga debe tener la gente de mí, joder.
En cualquier caso, si os gusta El Principito, por mí bien. Soy de la convicción de que a cada uno
nos deben gustar diferentes cosas porque si no el mundo es un coñazo. Y que con
tal de que la gente lea, como si son los anuncios por palabras del periódico. Pero
a mí no me gusta nada, es una de las muchas cosas que se supone que le gustan a
todo el mundo, pero a mí me dan por el culo. Igual un día debería hacer una
lista de esas cosas estupendas que todo el mundo alaba y que a mí me producen
una mueca de asco. Y así, de paso, quedarme sin seguidores, sin lectores, sin
amigos y sin nada.
Ains. Es complicado ser un erizo.
Me gustan los erizos por todo lo que dices y el principito jajaj Yo lo tenía por un cuento de autoayuda con sus moralejas. A veces me gusta leer obviedades con esa simpatía :D
ResponderEliminarPimiento
No me gusta la autoayuda, las moralejas ni las obviedades... así que era imposible. pero oye, que a mí me parece bien que haya gente a la que le guste, si no, a ver qué mierda de debate íbamos a hacer, no?
EliminarMe gusta esta entrada, ya te dije que me gustaría leer una opinión diferente. Así que ahora, y siguiente por la misma senda, voy a animarte a que hagas esa lista, sería curioso. Biquiños!
ResponderEliminarPues sí, creo que haré la lista y empezará a odiarme mucha gente... jejejeje
EliminarHola, pequeño erizo!
ResponderEliminarLa verdad es que nunca leido El Principito. Sé que es el típico libro que todo el mundo lee en la infancia, pero a mi nunca me ha llamado la atención. Tiene una cita muy famosa: lo esencial es invisible a los ojos. Supongo que querrá decir que no hay que fiarse de las apariencias. Sin embargo, a mi la movida esta de la serpiente que se come un elefante y parece un sombrero no me tetmina de convencer, así que prefiero quedarme sólo con las citas que más me gustan.
Un beso enorme!
No creo que te gustara, por lo que te conozco creo que ibas a terminar pensando algo parecido a lo que digo yo... así que no te preocupes, no te pierdes nada :)
EliminarMe encantan los erizos, yo también pensaba que no huían, pero ya lo creo que huyen!! He visto como un erizo sacaba unas patas que no se donde tenía escondidas y corría despavorido, bien es cierto que yo no le estaba atacando, sólo quería acariciarlo... bueno, igual él se sintió amenazado :( Y El Principito pues no, no me gusta.
ResponderEliminarMe gusta que no te guste :)
EliminarLos erizos corren, por supuesto. pero dentro de la naturaleza no es alguien especialmente veloz, no es una liebre, ni un zorro, no sé si me explico. Yo he tocado algunos y son realmente alucinantes.
A mí los erizos es que me da la sensación que son ratas con pinchos y me da mucha grima xD
ResponderEliminarEl principito si que me gusta, me pareció muy bonito, puede que tengas razón y sea un libro de autoayuda bajo la máscara de cuento simpático, pero bueno, a mí la moraleja que sacaba me gustó, son cosas que sabemos pero que a veces viene bien que nos las recuerden :)
Tomate
a mí es que para empezar me encantan las ratas!!
EliminarY que si te gustó, pues bien, que yo no tengo la verdad absoluta de nada y lo que mola es pensar diferente para poder poner en común diferentes ideas, no? si todos pensamos igual es un rollo patatero.
Venga esa lista ya!!!! jajajajajaajaja. Me parto de risa con tu razonamiento, entiendo a qué te refieres, jajajajaja.
ResponderEliminarUn beso
Gracias pro entenderme!! a veces pienso que estas cosas sólo se me ocurren a mí y no me van a entender ni los chinos, jejeje.
EliminarY vale, tendré en cuenta lo de la lista :)
Yo voto también porque hagas esa lista.
ResponderEliminarYo también he visto un erizo correr, a toda mecha, entre la hierba, y me parecen unos animales preciosos, lástima que no se puedan acariciar. O igual eso es parte de su encanto.
Yo soy fan del Principito y lo defenderé a muerte a capa y espada (se dice así, ¿no?).
Yo te perdono que no te guste si tú me perdonas cuando me pongo llorica en el blog... salgo ganando :)
Que sí... que haré la lista...
EliminarY sí, como he dicho antes los erizos corren, pero no son como una liebre, de un humano escapan, pero no podrían huir de otros depredadores por la velocidad, desde luego. Y sí se les puede acariciar, pero después de mucho tiempo de ganarte su confianza. es parte de su magia.
Y bueno, trato hecho, tú con tu principito y a mí me la pela que a veces te pongas llorica, porque además no creo que lo hagas tanto como crees.
Supongo que con El Principito te pasa como me pasa a mi con Coelho, pocas cosas son tan constantes en mi vida como mi aversión por él, xD, pero como bien dicen "para gustos colores. En lo personal me gusta y mucho, tanto que cada ciclo lo leo con mis alumnos. Lo que me gusta de él, es que me recuerda lo importante que es darnos un tiempo para cultivar ese niño interior que muchas veces la crudeza de la vida nos hace olvidar, y que no esta mal también ver la vida desde la perspectiva de los niños, a veces suelen ser más directos y lógicos que los adultos, por lo menos no se comen la cabeza con tonterías y aprovechan cualquier oportunidad para disfrutar de la vida. No creo que sea un libro noño, pero debo de reconocer que si se presta mucho para que la gente ya de por si ñoña abuse de sus frases, por eso, aunque me encante el libro, aborrezco hasta el cansancio eso de "Lo esencial es invisible a los ojos" o "Todo recto no se puede ir muy lejos".
ResponderEliminarYo tampoco trago del todo a Coelho, he leído libros suyos y cada semana un artículo que publica en una revista, pero me cansa mucho. a veces me gusta lo que cuenta, pero es excesivamente empalagoso.
EliminarY quizás uno de los problemas es que yo no cultivo mi niño interior porque creo que uno se hace adulto por y para algo, no me gustó ser niña y por lo tanto no me vale de "excusa".
Con los alumnos lo lees porque es lectura obligatoria o porque tú quieres torturarlos?? jejeje
Los erizos son una monada, cuando era peque mi prima tuvo uno.
ResponderEliminarLos erizos son amor, pero no estoy a favor de tenerlos como mascota en casa... aunque puede que cuando me vaya a vivir al campo adopte unos cuantos y los tenga libres por el patio... molaría mucho <3
EliminarCon "El Caballero de la Armadura Oxidada" te doy la razón. Yo tampoco puedo con la autoayuda encubierta. Me pareció una bobada absoluta. Aquí incluiría a Coelho, como Valeria, que me molan las historias que escribe pero paso millas del mensaje moral.
ResponderEliminarPero El Principito. Ayyy, el Principito. Yo es que soy muy ñoña y de erizo tengo poco, lo reconozco. Y ya ves, a pesar de todo te caigo bien. Jajaja. Un besote!!!!
A mí es que las moralinas me tocan el moño, qué quieres que te diga. Me suenan a prepotencia, tipo yo que sé tanto te voy a inculcar mi sabiduría, pobre estúpido. Y no me mola.
EliminarY yo te perdono la ñoñería porque la contrarrestas con humor (y mucho) y para mí eso es muy importante. lo que no soporto es la moñez tristona, eso me puede.
Desde que leí en el blog de Mandarica, que algún día expondrías tus razones del porque no te gusta El Principito, que estaba esperando esta entrada.
ResponderEliminarY la verdad, tampoco lo rajas tanto. Lo dejas a la altura del betún, eso sí, pero con gracia y salero. Y por lo visto, tampoco eres tan rara, pues has podido comprobar que varios piensan, como tú, que es una moñez de libro.
Es tu opinión, hay que respetarla a pesar de que yo no la comparta. Pues personalmente me encanta el libro y su protagonista. Tanto es así, que mis primeros pasos por la red, mi link era la imagen del principito.
Saludos.
Que yo tenga una opinión no significa que sea la correcta, ni mucho menos. por eso, a pesar de que pienso claramente que el libro es una cursilada insufrible, no tengo porqué ofender a quien le gusta. o al menos trato de no hacerlo porque estáis en el mismo derecho que yo de tener una opinión diferente.
EliminarEspero que me vuelvas a visitar aunque hable de otras cosas :)