Tenía pensado otro post para hoy. Bueno, o para hace unos
días. Un post para empezar el año, vaya.
Pero luego me di cuenta, mientras iba conduciendo como de
costumbre. Creo que la mitad de mis post y desde luego la mayor parte de los
que son un poco más decentes han sido concebidos al volante de mi querido
coche. Quizás sea porque conduzco mucho, claro. Quizás porque es un momento en
el que pienso con mucha claridad. Y en el que me abro mucho a mí misma. Me creo
que mi coche es una especie de cápsula de vacío, una campana de invisibilidad. Me
creo que ahí dentro nada ni nadie pueden verme, ni oírme, ni tocarme, ni
juzgarme. Soy más libre dentro de ese pequeño y sucio espacio que si volara en
ala delta. Y ahí estaba, la Noche de Reyes, volviendo a mi casa de madrugada y
escuchando a Bruce Springsteen. La canción The River siempre me devuelve a mi
adolescencia. Así, pum, de golpe vuelvo a estar sentada en un pupitre del
instituto, con mi compañero favorito tratando de traducirla como ejercicio de
inglés. Y ahora, joder, hace media vida de aquello. Mi compañero de asiento
vive en un país exótico y es profesor de yoga. Y el Boss hace ya 65 años que
nació en USA. Curiosamente, a veces
siento que las cosas no han cambiado tanto. Aunque luego mire a mí alrededor y
vea que sí. Es raro.
El caso, que de pronto me di cuenta de que no quería
escribir el post que tenía pensado para empezar el año. Porque a pesar de estar
en cambio constantemente, el 2014 ha sido un año de esos que no te dejan ni
frío ni calor. Y no termino de asumir que se haya acabado. Ha sido tan
sumamente rutinario, que no tengo claro cuando empezó ni cuando se ha terminado.
Como cuando haces lo mismo todos los días y no sabes si es lunes o sábado. Y lo
cierto es que te da lo mismo. Pues algo parecido. Ha sido un año en el que no
he tenido grandes problemas ni grandes disgustos, pero tampoco grandísimas
alegrías. No he dejado plantado a ningún novio, no he recuperado a ningún ex,
no me han propuesto matrimonio, no he dejado todo y he salido corriendo. No me
he levantado con la terrible sensación de preferir morir que seguir con la vida
que llevo. Pero tampoco lo he hecho pensando que era la persona más afortunada
del mundo y que tenía la oportunidad de hacer algo grande. No. Sólo he seguido
viviendo y conduciendo. Día tras día, sin excesivos sobresaltos. Y aún no he
decidido del todo si eso me gusta o me aterra.
Sea como sea, ha llegado el 2015. Y aún le miro de reojo,
porque no me fío mucho de los desconocidos. Pero de momento parece que me
quiere caer simpático. Y no le tengo miedo. Porque seguiré firme al volante. Esperando
que no cambie lo que no tiene que cambiar. Y que quizás, lo que sí tiene que
cambiar por fin lo haga.
Meteré primera, subiré la radio y aceleraré un poco. Lo justo
para que el motor ronronee como a mí me gusta. Encenderé un pitillo y bajaré la
ventanilla para que me dé el aire. Y seguiremos hacia delante.
Mucha suerte y buen viaje, entonces :)
ResponderEliminargracias, igualmente!! :)
EliminarThe river... qué gran canción.
ResponderEliminarTu 2014 y el mío han sido totalmente opuestos.
Que sigas conduciendo en tu cápsula aislante y nos lo cuentes.
Un beso
Tu 2014 ha molado bastante y ha terminado muy bien con una pequeñina nueva en casa :)
EliminarTienes buenos gustos musicales y buenos propósitos para el 2015, espero que tengas mucha suerte. Un beso.
ResponderEliminarGracias! :)
EliminarDebes de pensar que el 2.015 es el año de la "niña bonita" (no se si por allí se le llama así al número 15) y como nosotras somos niñas y bonitas...este va a ser nuestro año!! Lo vamos a quemar de tanto disfrutar!! Ánimo!!
ResponderEliminarKiss
La Estupenda
seguro que tienes razón y espero que así sea para las dos y que lo pasemos como enanas todo el año, que nos lo merecemos!! :)
EliminarA mí también me gusta conducir. Y si no fuera por el precio de la gasolina, no me importaría estar dando vueltas con el coche a todas horas. Hay muchos psicólogos que después de ejercer 20 años o así, cambian de oficio, y yo si cambiara, quizá me haría transportista. Con una furgona dando vueltas repartiendo paquetes. Creo que sería feliz. Que este año te sonrian las musas!!
ResponderEliminarBesos!!
Yo lo de transportista no lo veo porque en Madrid ir con hora y parar en sitios complicados no mola tanto, jejeje, pero conducir porque sí... ojalá fuera gratis!! :)
EliminarSé a lo que te refieres: esos años en que no te piden matrimonio parece que quedan un poco aburridos. ¬¬
ResponderEliminar¡Feliz 2015! :D
jajajaja!! Yo es que si no me piden matrimonio de vez en cuando como que no me aprovecha el año :DDD
EliminarFeliz año!!
Mis sensaciones son parecidas con 2014... jaja No me enterado de qué es lo que ha pasado. Simplemente quedó ahí. Año en el que terminé la carrera y poquito más.
ResponderEliminarThe River... siempre me ducho con Springsteen... y nunca salgo del baño sin que haya sonado The River... y si no ha sonado, la pongo aparte :p
Son esos años de tránsito... espero que el 2015 sea mucho mejor para ti también :)
EliminarY el Boss es mucho Boss... Me alegro que te duches con él. yo depende del día me ducho con uno o con otro, soy así de frescales, jajajaja
Yo misma escribí un post ambientado en tu coche, año y medio atrás :D
ResponderEliminarBesis de fresi y frambuesi
34+3
Mi coche ha dado para unas buenas aventuras :)
EliminarCuantos recuerdos me han evocado esta entrada.
ResponderEliminarIr en coche cada día y como disfuta a conduciendo pensando y escuchando música. The River, no me gusta Bruce pero en aquella época tenía un novio talifan y quería que gustara si o si... Esa fue de las pocas que me gusta y mucho.
Mi 2014 ha sido sosito...
Espero que este 2015 tenga una pizca de intriga, un poco de pasión, y muchas risas!
seguro que el 2015 será más interesante y lo pasaremos bien :)
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