viernes, 16 de enero de 2015

La libertad de expresión NO tiene límites. (Je suis Charlie)

He empezado a escribir este post unas cinco o seis veces. Y eso no mola nada. Porque yo no corrijo, no releo, no reescribo. Me he dado cuenta además de que lo estoy haciendo por los mismos motivos que pretendo criticar, que es tratar de no molestar a los gilipollas. Y es bien sabido que mi norma número uno en la vida es la de que cada uno haga lo que le dé la gana intentando no hacer daño (sobre todo físico) a los demás, pero en cuestión de opiniones es imposible estar siempre de acuerdo, lo que no tiene nada de malo. El que se molesta o se siente atacado, es por problemas suyos, no de los demás. Tú piensa lo que quieras, si te da la gana dilo y deja que los demás hagan lo propio, a eso se resume casi todo.
Hace un porrón de años, cuando yo estudiaba 1º de BUP (ojocuidado, la abuela cebolleta en acción) un compañero de clase apareció un día con una camiseta con la portada del disco de Extremoduo en el que rezaba el título: “iros todos a tomar por culo”. Bueno, pues un profesor de música bastante imbécil que tuvimos le insistió en que se la quitara o se fuera de clase porque aquello le ofendía. Y no sólo la frase, si no aquél grupo, aquella música en general. Yo por aquél entonces ya andaba enamorándome del Robe y compañía, así que salí en defensa de mi compañero. Yo, y otros muchos. Bueno, pues nos echó a todos de clase. Fuimos a hablar con el director, que casualmente era cura, porque yo iba a colegio religioso. El bueno de Papá Pitufo nos sonrió y nos dijo que nos enfadáramos tanto y que seguramente hubiera sido un malentendido. Habló con el profesor, que NO era cura ni nada semejante y el tío seguía encabezonado en que era una ofensa y que no quería más camisetas así en su clase. El director nos defendió hasta el punto de decir que si él se empeñaba en dejarnos fuera de la clase por chorradas semejantes, teníamos su permiso para quedarnos en el patio y aprobar música sin hacer ni un solo examen. Que cada uno saque sus propias conclusiones de esta anécdota.
El caso es que, sin meterme en otros temas al menos por ahora, el hecho de que se pretenda cortar la libertad de expresión porque a alguien le molesta o le ofende algo, es un asunto muy, muy peligroso. Porque a cada gilipollas le ofende una cosa. Y si algo hay en el mundo, son gilipollas de todas clases, culturas y religiones. Así que no podemos dejar que ellos decidan lo que es risible o no, lo que es molesto o no, lo que se puede representar o no. Porque estaríamos perdidos. La libertad de expresión no debe tener límites. De ningún tipo. Si algo no te gusta, te molesta, te ofende… no lo mires. Así de sencillo. O mejor aún, haz uso de tu propia libertad de expresión. Quéjate, haz un grupo en facebook, en twitter, en la plaza del pueblo. Cuéntale tu historia y tu queja a todo petete que te quiera escuchar. Pero no puedo apoyar que haya leyes que regulen eso. No puedo apoyar nunca jamás que “para no molestar”  se pongan límites al humor, al periodismo, a la información. Eso es censura. Censura pura y dura, como un lastre de épocas ya pasadas.
Porque además, yo en este punto me pregunto, ¿quién es el que decide lo que se publica y lo que no? ¿Lo que es ofensivo y lo que es inocuo? ¿Quién? Y exactamente, ¿bajo qué parámetros? ¿sus gustos, sus opiniones? ¿las de los que armen más ruido? ¿las de los que metan miedo o traten de imponer sus ideas por la fuerza? OIGA, NO. Aquí no manda nadie. Porque si no, cada vez el espacio para expresarse va a ser más y más pequeño. No meterse con las religiones. Ni la política. Ni el fútbol, claro. Ni con el sexo. Que nadie se salga de lo bien visto, de lo políticamente correcto. Que nadie se salga del redil y ose pensar por sí mismo, oh, horror. Alienémonos todos y sigamos los dictados de todos los gilipollas del mundo no vaya a ser que alguien se enfade.
Porque luego nos quejamos de que en ciertas redes sociales no permiten poner fotos de mujeres amamantando o enseñando un pecho, por ejemplo. Pero es lo mismo. Es alguien se ofende o se escandaliza por algo banal y absurdo que ni le va ni le viene. Si no te gusta, no mires, punto. Porque repito, siempre habrá quien se horrorice ante algo, si hay que hacer caso a todos, estaríamos perdidos.
Y añado que yo soy relativamente creyente. No soy especialmente practicante, pero sí me considero bastante cristiana. Y no me ofendo por casi nada que se diga de la religión, yo sé lo que creo y lo que no, me la pela lo que digan los demás, tampoco trato de convencer a nadie. Y desde luego no me lío a tiros ni mato a nadie. Si algo me molesta, paso. O como mucho, me quejo con la palabra, como he dicho antes. Y punto. Por eso no me vale ningún argumento. Que para ti algo sea irrespetuoso no te da derecho a matar, a amenazar, a llamar a ninguna guerra santa de mis cojones en vinagre. Si te molesta, te jodes, te quejas y no vuelves a comprar ese periódico o a ver ese canal o a visitar esa web. Sencillo, barato y para toda la familia. Pero no es ninguna provocación que justifique absolutamente nada. Porque el odio engendra odio, y la violencia engendra violencia. Y no creo que a nadie le guste esa fea espiral de ataques, contraataques, venganzas y revanchas. Gran ejemplo han dado los de la revista del atentado, Charlie Hebdo, por cierto, con la portada en la que aseguran que todo está perdonado. Enormes y preciosas las respuestas que ha habido al brutal e injustificado atentado, a las muertes absurdas y al horror provocado en París.
Supongo que una vez más, todo se resume en que los extremos siempre son malos. Aunque provengan de una religión que en principio predica cosas buenas. Y lo voy a repetir, todos los extremos, TODOS. Incluso con los que a priori estoy de acuerdo. Porque un extremismo es una irracionalidad. Y no pensar, no razonar, siempre lleva a cosas malas. Eduquemos en la tolerancia y el respeto desde todos los lados y hacia todos  los sentidos, que igual aunque no lleguemos a entendernos, con un poco de suerte, llegamos a no tener que lamentar barbaries.


10 comentarios:

  1. Vaya por delante que "Je ne suis pas Charlie". No me identifico con ellos porque muchas de las cosas que publican me parecen de muy mal gusto. Pero no porque me parezcan de mal gusto voy a negarles el Derecho (con mayúsculas) a existir. Lo soluciono no comprando su publicación y riéndome de otras cosas pero me parece estupendo que otra gente sí pueda reírse con lo que publican. No considero que haya nada tan sagrado de lo que uno no pueda reírse. Otra cosa, como digo, es el tema del buen o mal gusto pero eso sería otro debate. ¿Quién decide si algo es o no es humor? Yo hay cosas con las que no bromeo porque no me gusta generar malos rollos o que alguien pueda sentirse ofendido pero es una decisión personal. Me gusta saber que, si quisiera, tendría el derecho de publicar lo que me diera la gana. Defender el derecho a la expresión no implica comulgar con las ideas de nadie. Un besote, guapa!!!

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    1. A mí tampoco me gustan muchos de sus chistes por lo que he visto, pero efectivamente, eso es cuestión de gustos y es otra cuestión.
      La educación de cada uno es la que lleva a elegir el grado de polémica al que quiere arriesgarse y yo suelo preferir no ofender, pero no me parece tan grave una "ofensa" como para liar un atentado.
      Y desde luego, el derecho tiene que estar ahí para que luego uno elija hacer o decir lo que considere oportuno.
      Un beso!

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  2. Me ha gustado leerte y en general estoy de acuerdo. Así es como debería ser pero no como es. Primero porque no todo el mundo estamos en el mismo nivel cultural, social, etc. Por lo que ofensas que en todo caso se deberían resolver en los tribunales o haciendo caso omiso, acaban resolviendose con metralletas. El mundo es como es, ojalá fuera de otra manera. Así que creo que en algunos casos es mejor tener cuidado con a quien ofendes.
    No se si me he explicado porque ni yo misma se bien como definir la sutil linea a la que me refiero.
    Un beso

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  3. Creo que la libertad de expresión no da derecho a insultar o a ofender. La diferencia viene dada por la intención del que ofende, no por la susceptibilidad del ofendido. Quién decide si hay intención de ofender? Esa es la cuestión, es muy complicado. Pero no todo vale, ni mucho menos.
    Un beso!

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  4. Estoy bastante de acuerdo. Aunque se toleran más las ofensas y el humor en según qué ámbitos y en según qué personas.
    En este caso, digamos que "la ofensa" es representar algo que para determinada parte de la sociedad no se puede representar.
    Bueno. A mí me puede ofender que alguien se "cague en Dios" en mis narices (reconozco que odio esa frase y que si alguien la dice delante de mis narices me siento incómoda... En general me incomoda la gente que no para de decir palabrotas por cualquier cosa)

    Pero... ¿y?

    En general, como en casi todo, cuando se le presta mucha atención a algo, es peor. Si algo no te gusta o no te parece gracioso, lo mejor suele ser "ignorar" o manifestarlo por otras vías... Pero esto es como lo que pasó con "El intermedio". No recuerdo qué programa se quejó de que no paraban de meterse con ellos. Fue decirlo... y zaaassss... todo el programa contra ellos... jaja Es sólo un ejemplo.

    Yo creo que tengas las creencias que tengas, te gusten las cosas que te gusten... cualquier cosa puede resultar ofensivo a alguien en el mundo. Yo tengo mis creencias y mis formas de pensar... pero lo que me resultaría ofensivo sería no me dejaran expresarme o que me impusieran unas creencias. Y hay cosas de esas que se hacen, incluso en España. Y eso sí me parece ofensivo.

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    1. Estoy llorando de risa con lo de que alguien se cague en Dios en tus morros jajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

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  5. Estoy bastante de acuerdo en todo. Hay mucho gilipollas.
    Yo no creo en ningún dios, pero respeto las creencias de cada uno. Si voy a una iglesia o mezquita, respeto sus normas. He leído en bodas religiosas si me lo han pedido cumpliendo con el rito o las normas. Pero no sólo respeto las creencias. También respeto los gustos, y si uno ve un reality que yo considere absurdo o su libro favorito es el de 50 sombras (que a mí me parece horrible), puedo decir que me parece horrible, quejarme por que piense que no es un buen libro, pero no encarcelar a la persona, o matarla. El problema aquí es que la gente eleva las creencias religiosas a un nivel exagerado con el que no puedes meterte xq haces un daño profundo, y mira, no. Unos somos más educados y otros menos. Y ya está.
    Desde mi experiencia, también diré que he recibido más comentarios intolerantes o intransigentes e incluso insultantes x no ser católica, lo que pasa es que yo creo lo que creo y me la pela lo que piensen de mi. Luego veo a un líder político-religioso (el Papa) decir barbaridades comportándose y me doy cuenta de cuanto mal hacen y han hecho al mundo las religiones. Ya no hablo de creencias religiosas, si no de las distintas instituciones religiosas (Iglesia católica, Islam...). Parece mentira que estando ya en el 2015 sigan existiendo guerras Santas. Pero tb respeto que el Papa exprese su opinión, aunque a mí me parezca una barbaridad y muy irresponsable dada su influencia. Pero como tengo libertad de expresión, lo critico. Y así voy bien.
    Me he ido del tema, pero vamos, que para mi la libertad de expresión es necesaria, al 100%. No me vale... "es que no todo vale". Claro que todo vale! ¿o empezamos a ir bar por bar deteniendo a todo aquel que diga una barbaridad contra los homosexuales, los negros, los judíos, los cristianos, los heterosexuales, los altos, las mujeres, los que llevan gafas, los funcionarios, los políticos...?
    Pues mira, no. Otra cosa es q te amenacen, te maltraten (física o psicológicamente), te agredan, .... para eso están los juzgados.
    A mí me desagradan muchas cosas, me ofenden otras muchas, pero no me lío a hostias cada vez que algo me ofende. Y si un día me lío a hostias, no tendrá justificación.
    Y lo dicho, ojalá y todos tuviésemos la educación y el respeto para convivir con los demás. Pero prohibir y condenar expresar opiniones (ya sean educadas o de mal gusto), es muy peligroso.
    Perdón x el desorden de la opinión. Muy buen post. Y viva Extremoduro!

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  6. Aunque algunas de las viñetas que publican me parecen un poco brutas o no coinciden con mi sentido del humor sí siento que también je suis charlie en el sentido de que al matar a esas doce personas siento que se nos quiere recortar el derecho que tenemos todos de reírnos de lo que nos dé la gana. Sin intocables.

    Creo que la línea puede estar en cuando con lo que dices incitas al odio y a la violencia pero no me parece que ese fuese el caso de esa publicación, no creo que pudiese tacharse de una revista xenófoba, como algunos dicen. En fin, solo espero que siempre gane la risa y nunca el miedo.

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  7. Yo sí creo que la libertad tiene un límite, que es justo donde empieza la libertad de los demás. En realidad, todo tiene un límite en la vida. Y ese límite tiene que ser lo suficientemente amplio como para que podamos expresarnos libremente sin necesidad de llegar a la ofensa. Y uno debería saber perfectamente cuando dice algo que puede resultar ofensivo. Al menos yo sí lo sé.
    Ahora bien, coincido contigo en que es muy difícil saber donde está el límite y, dependiendo de las ideologías que se tengan, cada uno pondrá ese límite más allá o más acá.
    Saludos.

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  8. Es complicado opinar sobre esto, creo que todos tenemos derecho a decir nuestra opinión de algo. Pero creo que si se debe intentar no ofender con nuestra opinión, aunque te doy toda la razón en que eso no se puede regular, porque como se ponen limites a lo que ofende o no ofende?
    Lo que esta clarísimo es que nada por mucho que ofenda justificar matar a nadie. Pero es que las personas que son capaces de hacer eso, resulta que son capaces de perder su propia vida si es necesario, para dañar a los que no creen en lo que creen ellos: Como le van a dar importancia a la vida de los demás para respetarla si no respetan ni su propia vida.

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